La Ciudadela Nuevo Latir buscará tener jornada nocturna

Un año después de su apertura, la institución espera llegar al 100% de su capacidad. Puede albergar un total de la institución es de 2.800 alumnos, hoy tiene 1.700 que asisten a la jornada diurna.

“La Ciudadela Nuevo Latir está para explotarse mucho mejor”. Con estas palabras el secretario de Educación, Raúl Salazar, celebró el primer año de la institución, ubicada en el Oriente, y aseguró que el objetivo es aprovecharla al máximo, pues actualmente está en un 70% de su capacidad instalada. “La capacidad total de la institución es de 2.800 alumnos, hoy tiene 1.700 que asisten a la jornada diurna. Lo ideal es aprovechar su capacidad total e incorporar los 1.100 niños que faltan, por lo que haremos las gestiones para que se pueda implementar también una jornada nocturna”, dijo el funcionario.Entre tanto, el rector de la institución, Hugo Lozano, aseguró que ya se han ido superando varias de las problemáticas que se presentaron en la institución este año. Como se recordará, los padres y docentes de la Nuevo Latir denunciaron en varias ocasiones que no había personal de vigilancia ni de aseo. Además, docentes de los cuatro Centros de Atención para la Primera Infancia, Cariños, (de los cuales uno de ellos está ubicado en la Nuevo Latir) informaron sobre falta de recursos. Esta última situación fue resuelta, según el Secretario, quien indicó que ya se giraron los recursos y que además “se abrirán 125 cupos más, para un total de 250”. El rector añadió que “el problema también tiene que ver con falta de personal docente. Y es un problema estructural del Municipio, pues no hay suficientes para las necesidades de la ciudad”. Hoy, la Nuevo Latir cuenta con cinco aseadoras y ya completó su personal de vigilancia. “Hacen falta cuatro personas en el área administrativa, que ya fueron solicitadas”, añadió.Sobre el particular, el Secretario de Educación puntualizó que “hubo problemas de mala planeación para asignar el personal de la Ciudadela. Se construyó una muy buena infraestructura, pero no se pensó en cómo se iba a poner a funcionar ni en quiénes iban a ser los docentes”.Juan Carlos Correa, docente de la institución, asegura que “también hubo una mala planificación el año pasado a la hora de asignar los cupos, pues se contaron las aulas especiales (laboratorios) como salones de clase y hubo estudiantes de más. Esas aulas se podrían utilizar mejor si se usaran sólo para lo que son”. Como positivo, destacó que “la comunidad se apropió de la institución y la ha cuidado”.