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Investigación: ¿Dónde quedó la plata para sacar de las ruinas al Concejo de Cali?

Plata que se debía invertir en el edificio se gastó en actividades suntuarias o menos prioritarias.

22 de enero de 2012 Por: Unidad Investigativa | El País

Plata que se debía invertir en el edificio se gastó en actividades suntuarias o menos prioritarias.

Hace 15 días el dirigente sindical Nelson Polanía hizo públicas sus dudas por el destino de los $1.979 millones que gastó el Municipio para apoyar el funcionamiento del Concejo de Cali durante el 2011, cuando Jaime Gasca presidía la entidad.La denuncia señala que $300 millones solicitados a la Alcaldía para reparaciones locativas en el Concejo, habrían sido desviados por influencia de Gasca, para gastos de personal, plan de medios, capacitaciones y hasta un grupo musical.Debido a ese presunto desvío, el edificio donde sesiona la junta directiva de la ciudad, está al borde de la ruina con cuatro oficinas y un baño para mujeres sellados por ser un peligro para la salud de los trabajadores.Tras la denuncia, El País indagó por los montos ejecutados por el Municipio durante el 2011 a favor del Concejo.Se trata de cinco rubros: Eventos de formación para la participación ciudadana, por un valor de $370 millones; divulgación de mecanismos de participación ciudadana, $561 millones; asistencia técnica para el mejoramiento de la gestión, $657 millones; actividades de bienestar social, $217 millones, y capacitación del recurso humano, $174 millones más.Bajo estos conceptos pomposos parecen esconderse gastos que, presuntamente, no han sido justificados o que no son prioritarios frente a las necesidades urgentes en el Cabildo.Por ejemplo, el Concejo se gastó $50 millones en el diseño y la producción de cien pergaminos, otros $120 millones en programas de televisión, $156 millones más en un plan de medios, $46 millones le pagó a dos personas para auditar la gestión de calidad, $15 millones le costó el soporte técnico del portal web y otros $14 millones la carnetización de los funcionarios y la señalización de la entidad.Estos pagos son sólo una pequeña muestra del total que aparece en el listado entregado por la Secretaría de Desarrollo Administrativo a este diario. Pero al contrastarlos con los testimonios de empleados del propio Concejo, algo no cuadra.Duván Guerrero, jefe de comunicaciones y relaciones corporativas, dijo no tener idea de los pergaminos, los programas de televisión y el plan de medios, “en la oficina de comunicaciones no participamos ni conocemos de ningún plan de medios y menos de programas de televisión emitidos por la Corporación, tampoco sé nada sobre pergaminos”.Otro punto álgido que la Contraloría de Cali está revisando tiene que ver con los $46 millones que se le pagó a dos personas para la gestión de calidad, pues este gasto no surtió el efecto requerido, ya que el Concejo no fue certificado por el Icontec en 2011 debido, entre otras cosas, a la grave situación que afrontan sus instalaciones y a la falta de carnés y señalización.Ese último es otro rubro por el que se cancelaron $14 millones, pero nadie se explica qué se hizo la plata, pues los implementos de identificación nunca aparecieron.El País también se comunicó con Nexura, empresa que desarrolló el portal del Concejo y presta el soporte técnico del mismo, para saber si a ellos les hicieron el pago de $15 millones por el mantenimiento de la página web durante el 2011, como aparece en el reporte de gastos, pero ni John Cortés en la sede principal en Bogotá, ni Patricia, la responsable de la sede en Cali, pudieron certificar dicho ingreso. Finalmente, en el informe también aparece reportado un pago anual por $1,2 millones, supuestamente realizado al aprendiz del Sena, quien declaró que jamás ha recibido pago por sus labores.El País habló con Jaime Gasca, presidente del Concejo cuando se efectuaron los gastos cuestionados, quien negó ser responsable o haber influido en la contratación, “había unas necesidades y se las expuse al Municipio, pero allá son autónomos para decidir en qué se gastan los recursos de apoyo, pregunten a los ordenadores del gasto, yo no lo era”.El País ubicó a Arturo Barco, quien dirigió el despacho desde donde se aprobaron los gastos para el Concejo en 2011, “seguimos las directrices del presidente Gasca sobre qué debíamos contratar, si ahora hay ruina en sus instalaciones, no es nuestra responsabilidad, además, cumplimos con designar los interventores y confiamos de buena fe en sus informes”. Ante las dudas por el presuntos despilfarro, el alcalde Rodrigo Guerrero, pese a tener $2.000 millones en el presupuesto de 2012 para el Concejo, decidió cambiar la forma en que apoya a la entidad.“Nos haremos cargo de impermeabilizar el piso del CAM y de las reparaciones locativas, luego veremos qué estrategia usamos para el apoyo al funcionamiento”, señaló Alfonso Otoya, actual titular de la cartera de Desarrollo Administrativo.

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