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Falta de infraestructura y flota son las piedras en el camino del MÍO

El sistema le ha cambiado la cara a la ciudad, pero aún tiene $800.000 millones por invertir para completar las obras y desarrollos del proyecto.

8 de enero de 2012 Por: Luiyith Melo García

El sistema le ha cambiado la cara a la ciudad, pero aún tiene $800.000 millones por invertir para completar las obras y desarrollos del proyecto.

El sistema de transporte masivo, MÍO, aún tiene un largo trecho por recorrer. Pese a que su implementación ya supera el 60% del proyecto y se han invertido alrededor de $900.000 millones en su construcción e implementación, muchos caleños aún añoran el paso de los gusanos azules o las busetas verdes por su sector.Con la salida de la mitad de la flota antigua de buses (unos 2.600 vehículos), muchas zonas periféricas de la ciudad han quedado sin transporte. Muchos usuarios no saben qué hacer para ir de un sitio a otro de la ciudad y el MÍO, por su parte, parece encerrado en sus rutas actuales, sin más capacidad para crecer rápido y responder a la demanda.Según los técnicos, aún queda un 40% del sistema por hacer y $800.000 millones por invertir en infraestructura y desarrollos del sistema. La inversión total de Metrocali estimada en el proyecto es de $1,7 billones.Hoy, la cuarta parte de los caleños utiliza el MÍO como sistema de transporte y, en general, tienen un buen concepto sobre el mismo, según la última encuesta de percepción del Cali Cómo Vamos.Sin embargo, aún hay piedras en el camino que comprometen su desarrollo, como la falta de infraestructura, sobre todo de terminales de cabecera que están por hacer y de pretroncales para cerrar el anillo del sistema y mejorar su cobertura.También la falta de rutas alimentadoras que tiene áreas geográficas sin servicio; la competencia de los buses antiguos que además han abandonado rutas asignadas, y el mismo funcionamiento interno del MÍO que aún tiene mucho por hacer en información al usuario, seguridad y cultura ciudadana.Falta infraestructuraEn cuanto a infraestructura, al MÍO le queda por licitar una serie de obras que permitan cerrar el anillo de la movilidad para hacer más eficiente la operación, cumplir las frecuencias, ampliar la cobertura espacial y atender más pasajeros.En ese sentido debe terminar el MIO Cable, que moverá unas 30.000 personas cada día de la zona alta de Siloé. Falta completar la infraestructura e implementar las cabinas aerosuspendidas.De igual manera se requiere hacer la terminal de cabecera Sameco, los patios – taller de Aguablanca y Valle del Lili y obras de renovación de los carriles mixtos en la Calle 5. Este paquete de obras se empezó a licitar a finales del año pasado con una inversión de $160.000 millones.Están pendientes por licitar y adjudicar un nuevo paquete de obras por el orden de $175.000 millones, del cual hacen parte la construcción de la Terminal intermedia Julio Rincón y la de cabecera Aguablanca, con las cuales se cerrará el anillo de movilidad del oriente alrededor de la Troncal de Aguablanca.También está por hacer la polémica solución a desnivel de la Avenida Pasoancho con Carrera 100 (frente a Univalle) para mejorar la movilidad entre el sur y el centro de la ciudad, y las vías pretroncales sobre las autopistas Suroriental y Simón Bolívar, con lo cual se dará fluidez al tráfico entre sur y norte. Del paquete también hace parte la terminal subterránea en la glorieta de la Estación (frente a la sede de Metrocali) y la conexión vial de la Terminal Calima.Aún sin proyecto de licitacion está la estación de integración de Terrón Colorado (o Portada al Mar), el puente vehicular de la Carrera 80 con Calle 5 y dos más en la Carrera 100 a la altura de las calles 16 y 25 y las obras de acceso a las terminales de cabecera.César Vergara, presidente del operador GIT, indicó que estas obras, sobre todo las terminales de cabecera, son importantes para conectar toda la ciudad y ampliar la operación del MÍO.Más flota para operarActualmente el MÍO cuenta con 10 rutas troncales, 14 pretroncales y 33 alimentadoras, para un total de 57 rutas. La meta es llegar a 92 rutas, indicó Juan Carlos Orobio, jefe de operaciones de Metrocali.Es decir, el sistema ha implementado el 62% de las rutas en poco más de mil días de operación regular. El objetivo que se había trazado Metrocali era tener todo el sistema operando a un 100% en el primer semestre del 2013. Sin embargo, el retraso en las licitaciones para hacer las obras que faltan y el rezago en la misma implementación de la segunda fase donde los operadores deben poner el resto de la flota pendiente, hace pensar que esa meta no se cumplirá.Hoy, el MÍO opera con 557 buses y para este mes de enero se espera que GIT y ETM vinculen 83 más para completar 640. Al final del proyecto deberá haber 911 buses articulados, padrones y alimentadores operando, lo que quiere decir que aún faltan casi 300 vehículos por vincular (el 30%).Hoy se requiere abrir 20 rutas alimentadoras en el Distrito de Aguablanca y la vinculación de 109 vehículos para ampliar la operación en esa zona. Pero técnicos que estuvieron en la modelación del sistema dicen que realmente hicieron falta unos 500 buses alimentadores más, en vez de los padrones que son menos funcionales en los corredores mixtos.Chatarrización atrasadaPor otro lado, Vergara indicó que la Secretaría de Tránsito debe hacer un esfuerzo por acelerar la chatarrización de los buses antiguos. Hoy, los cuatro operadores del MÍO tienen pendiente por chatarrizar alrededor de 600 buses, lo que los coloca en causal de incumplimiento contractual con Metrocali.Al cierre del año habían sido desvinculados unos 2.600 vehículos en papeles, pero según los propios operadores persiste una sobreoferta de buses. Por eso, se requiere la cancelación de 127 rutas del viejo sistema colectivo y la chatarrización de 2.310 buses más.Incluso es necesario vincular 60 guardas de tránsito para que manejen cruces críticos del sistema. El camino que tiene por recorrer el MÍO aún es largo.Riesgos del sistemaSegún la encuesta de percepción del Cali Cómo Vamos, es evidente que tanto el impacto de los problemas de los pequeños operadores del MÍO (agrupados en Unimetro) como los limitantes que tienen frenada la entrada de todos los buses que se previeron para la segunda etapa y la salida de los buses, busetas y colectivos que todavía le siguen haciendo competencia al MÍO, están afectando seriamente la operación del sistema, al punto de poner en riesgo su viabilidad. El volumen de pasajeros movilizados aún está por debajo de las expectativas.Según los caleños, los principales problemas a los que está más expuesto el sistema masivo son: la tardanza en la construcción de estaciones (58%), el limitado número de rutas (50%), los retrasos en la frecuencia y congestión en los buses (50%), la falta de cobertura en toda la ciudad (48%), la competencia que le hacen al MÍO los viejos buses, busetas y colectivos (28%), los paros de los conductores (17%), la inseguridad al interior del sistema (12%) y los bloqueos de la vía del MÍO por protestas(6%).

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