El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Cali

Artículo

Expertos analizan por qué estudiantes en Colombia no tienen hábitos de lectura

Estudios en EE. UU. y Colombia confirman que la mayoría de los estudiantes no tienen hábitos de lectura, y si leen o escriben, es solo para la academia. Expertos analizan esta problemática.

1 de diciembre de 2013 Por: Redacción de El País

Estudios en EE. UU. y Colombia confirman que la mayoría de los estudiantes no tienen hábitos de lectura, y si leen o escriben, es solo para la academia. Expertos analizan esta problemática.

Leer es parte fundamental de la formación académica porque ayuda a mejorar habilidades como el pensamiento crítico, el razonamiento complejo y la escritura; sin embargo, según un estudio realizado por Richard Arum, docente de la Universidad de Nueva York, el 45 % de los estudiantes no reportan una mejoría significativa en estas habilidades durante sus dos primeros años de universidad, mientras que el 36 % no demuestran ninguna mejora significativa en aprendizaje en los cuatro años de educación superior. Este estudio fue realizado a 2300 estudiantes en 24 instituciones que tomaron la Collegiate Learning Assessment (CLA), una prueba estandarizada de logro que se administra a los estudiantes en su primer semestre y luego otra vez al final de su segundo año en Estados Unidos.Pero esta problemática no se presenta solo en las universidades estadounidenses, también se presenta en Colombia y por supuesto, en Cali. Por ejemplo, Armando Zambrano Leal, director de la Maestría en Educación de la Universidad Icesi, dice que “para nadie es un secreto que en las universidades los estudiantes leen poco o no leen . Que las instituciones de educación superior se vean enfrentadas a introducir cursos de escritura y de lectura muestra que lo clásico de la universidad se esfumó. Si los estudiantes no leen, pues sencillamente tampoco escriben y esto tiene efectos negativos en los procesos de aprendizaje y en su formación. Las universidades colombianas han tomado el asunto en serio y los esfuerzos son gigantescos. Pero el problema no reside ahí, pues este atraviesa todo el sistema escolar”.Carolina Quintero, secretaria ejecutiva de la Comisión Vallecaucana por la Educación, dice que el problema reside en cómo está concebido el sistema educativo: “es un currículo muy atomizado, con muchas áreas de estudio que no prioriza que se le dediquen más horas a asignaturas fundamentales como español y matemáticas”.Volver al rigor académicoPor otra parte, el estudio que dio a conocer Richard Arum durante el IV Seminario Internacional de Investigación en Calidad de la Educción, que organizó el Icfes, en la ciudad de Bogotá, concluye que el bajo nivel de progreso académico de los estudiantes está relacionado con el rigor, dado que los datos de las encuestas a estudiantes muestran que 32 % de ellos no toman cursos semestrales con más de 40 páginas de lectura asignadas por semana; además, la mitad no toman ningún curso que implique escribir más de 20 páginas a lo largo del semestre. Los autores también encontraron que los estudiantes dedican en promedio 12 a 14 horas semanales al estudio, de las cuales la mayoría es en grupo.Según Armando Zambrano “el problema es la expresión de múltiples factores, por ejemplo, lo mágico de la lectura desaparece con la levedad y el espectáculo de lo tecnológico. Una generación de jóvenes que no conocen, en general, el significado de ‘rumiar’ un clásico; leer les fastidia. También, el tema de la poca lecturabilidad obedece a que los currículos no han tomado, como eje central de la formación, el acto de leer”.“Esto podría explicarse, también, por que la formación práctica se ha impuesto sobre la formación humanística. Las áreas de humanidades son vistas por los estudiantes como áreas de escape, lugares del currículo donde se puede pasar el tiempo sin mayor exigencia”, agrega. El estudio de Arum también compara los programas en que los estudiantes están inscritos. Determina que quienes se inscriben en programas de artes liberales tienen mayores ganancias en pensamiento crítico, razonamiento complejo y habilidades de escritura. Además, los estudiantes que sí mejoran su aprendizaje en general son los que estudian solos y una mayor cantidad de horas semanales y los que toman cursos que exigen 40 páginas o más de lectura semanal y 20 páginas de escritura semestral.De igual modo, en la investigación interinstitucional ‘¿Para qué se lee y se escribe en la universidad colombiana? Un aporte a la consolidación de la cultura académica del país’, desarrollada entre 2009 y 2011 por varias universidades del país (entre ellas la Pontificia Universidad Javeriana de Cali y la Universidad del Valle) se confirma que al igual que en Estados Unidos en Colombia los estudiantes no tienen hábitos de lectura y solo leen y escriben para la academia. Por ejemplo, 83,68 % de los estudiantes respondió que los documentos que más leyeron fueron apuntes de clase propios; en segundo lugar, el 79,78 %, materiales elaborados por el profesor; y, en tercer lugar, el 76,82 %, páginas web y blogs. Además, solo el 9 % de los encuestados señala que la mejor experiencia académica la vivió en un curso o actividad en la que la escritura y la lectura estaban por fuera del saber disciplinar o profesional. Del mismo modo, los estudiantes escriben sobre todo apuntes de clase, resúmenes, informes y ensayos. La conclusión del estudio de Arum es que es necesario volver al rigor y dedicar más horas al estudio para mejorar el desempeño académico, sin embargo, según Zambrano, “el problema no es que se aumente el número de horas, el asunto crucial es aprender a estudiar y esto también lo ofrece el acto de leer y el acto de escribir. No olvidemos que estudiar es un acto de pensamiento y no solo de ejercicios. Los ejercicios son necesarios, pero lo fundamental está en aprender a pensar y esto no es fácil.”

AHORA EN Cali