El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Cali

Artículo

Estudian restringir el acceso al Parque Nacional Natural Farallones

El Alcalde de Cali manifestó su preocupación por el constante acceso de personas al parque natural y por la explotación minera en la parte alta.

15 de abril de 2016 Por: Elpaís.com.co

El Alcalde de Cali manifestó su preocupación por el constante acceso de personas al parque natural y por la explotación minera en la parte alta.

El alcalde de Cali, Maurice Armitage, manifestó su preocupación por la explotación minera en el Parque Nacional Natural Farallones y propuso restringir al máximo el acceso a esta reserva natural.

"Los problemas que tenemos de minería en los Farallones se nos están saliendo de las manos", dijo Armitage, al finalizar un consejo de seguridad sobre las afectaciones causadas en el parque.

Según el mandatario, el parque necesita de medidas más fuertes para su protección.

"Estamos muy preocupados porque cada vez hay más población en los Farallones, tenemos que tomar otras determinaciones, no sólo policivas, sino cerrarlo por seguridad y protección", dijo el Alcalde.

Aunque en el Parque se contempla la construcción de tres puestos de control del Ejército, Armitage indica que el problema es tan grave que es necesario "crear una legislación para que a la zona no puedan ir ni siquiera los turistas, porque tenemos que proteger los Farallones".

Este planteamiento fue respaldado por el jefe del Parque Nacional Natural Farallones, Jaime Celis, quien dijo que a pesar de los operativos que realizan las autoridades, sigue notando una gran cantidad de personas subiendo al parque.

"Me parece importante definir hasta qué altura se va a permitir el acceso de personas, porque hay zonas donde no debería haber presencia humana", añadió.

La minería sigue siendo el otro tema de preocupación. Aunque en trabajos de años pasados, las autoridades cerraron 74 minas en el sector de Peñas Blancas, parte alta de los Farallones, la secretaria de Gobierno de Cali, Laura Lugo, indica que hay que realizar más operativos para frenar la explotación del parque.

“Estamos buscando la estrategia que permita el cierre definitivo para que en este cerro y después de determinada cota no se pueda construir, ni acceder. Hemos controlado en parte y hemos destruido material, pero vamos a reforzar para alcanzar el cierre definitivo”, recalcó.

Y es que según cifras de Parques Nacionales, en los Farallones todavía hay 177 bocas de mina abiertas, ejercicio que está contaminado la reserva natural y contaminando afluentes que caen posteriormente en el río Cali, el cual abastece de agua al 30% de los caleños.

"Hay mucha represión policiva, pero con la minería cada vez se nos vuelve más inmanejable la situación, tenemos que tomar otro tipo de actitudes. Si no tomamos iniciativas de fondo para salvar los Farallones, nuestros hijos y nietos van a tener muchos problemas de agua, problemas ambientales gravísimos para la ciudad en los próximos años", enfatizó el alcalde Armitage.

Por ahora, las autoridades avanzan en el proceso de construcción de tres puestos de control en la zona, dos en la parte baja del parque y uno en el sector de Peñas Blancas, donde se concentra la actividad minera.

Además de la contaminación por minería, la visita de turistas al parque genera  basuras, erosión de los senderos y riesgo de incendios por fogatas, todo esto afecta directamente a las más de 300 especies de aves y por lo menos 108 especies de plantas en riesgo de extinción.

Aunque el acceso de visitantes al parque está prohibido, aproximadante tres mil personas acceden cada año para realizar deporte y caminatas. Por ello, la institución tiene dos puestos de control en los sectores El Topacio y El Pato, donde se entregan recomendaciones, pues la zona no es adecuada para el ecoturismo.

Vea aquí el especial de El País: Minería ilegal, el cáncer de los Farallones

Según la Personería, la tala de bosques alcanza una afectación de 6726 hectáreas, lo que equivale al 3,40 % del área de los Farallones. Los daños se han registrado principalmente en los corregimientos de Pichindé y La Leonera, en el sector del Alto del Buey.  De otra parte, un informe de la Personería señala que la intervención minera en los Farallones ha impactado “la cuenca del río Cali; las Minas del Pato o La Leonera; la cuenca del río Felidia; Minas de San Pablo en la parte alta del corregimiento de Pance, afectando la cuenca del río Pance y las Minas de la Candelaria, en el corregimiento de Villa Carmelo, afectando la cuenca del río Meléndez”. El jefe del Parque Natural Nacional Farallones de Cali, Jaime Celis, remarcó que el ascenso de particulares sigue presentándose, “no como antes, pero sigue subiendo gente, por eso hay que generar política entre autoridades locales y nacionales para un cierre definitivo y evitar tanto impacto negativo para Cali y el país”, añadió. Celis se mostró a favor de la iniciativa de restringir el acceso de particulares al cerro y dijo que “lo que anuncia el Alcalde es la salida más plausible y la única que permitiría proteger a la ciudad de un desabastecimiento de agua desde la cuenca del río Cali y que no se degrade el ecosistema de los Farallones”. Cabe anotar que en marzo de este año el Gobierno Nacional delimitó un área de 2070 hectáreas de los Farallones como zona protegida de páramos, con el fin de erradicar la explotación minera y proteger las fuentes hídricas.  El 92 % del área total de reserva pertenece a Buenaventura, el 7,3 % a Cali y el 0,72 % a Dagua.  Una de las estrategias municipales para ponerle coto a la minería y que está en el tintero  hace un año, es la construcción de dos puestos de control militar, que limiten el ingreso de materiales y personal  minero a los Farallones.  Al respecto, el director del Dagma, Luis Alfonso Rodríguez, dijo  que el proyecto cursa trámites jurídicos y que “la meta es que en este primer semestre inicie construcción de un puesto de control en Venteaderos, que tendrá un costo de  $1500 millones. La segunda base, que estará en Peñas Blancas, podría estar lista finalizando el 2016.  “En ambos puntos estaremos con personal del Ejército, la Dirección de Carabineros, Parque Nacionales Naturales y CVC, defendiendo la matriz de agua y los nacimientos que hay en el parque”, añadió el Director de la entidad ambiental. 
Impactos mineros Uno de los ecosistemas más diezmados en los Farallones  por minería es el bosque alto andino, donde abundan especies exóticas y todo tipo de aves que ven amenazado su hábitat. Hay 506 hectáreas afectadas de este ecosistema, 387 más que en el 2014. Para lavar oro,  los mineros desviaron la quebrada La Mina, que surte de agua al río Felidia. El Ejército restableció el curso del afluente el año pasado.

 

AHORA EN Cali