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Enseñar a los moteros a actuar con responsabilidad al compartir la vía con otros actores, es el reto de las autoridades viales. | Foto: Foto: Archivo de El País

MOVILIDAD

Este es el plan para educar a los motociclistas de Cali, ¿funcionará?

culturizar a los ‘moteros’ Los motociclistas son de los actores más caóticos de las vías. El año pasado les impusieron 92. 472 partes. ¿Pueden educarse?

7 de mayo de 2017 Por: Alda Mera / Reportera de El País 

Sabía que en 2016, 18.859 motociclistas fueron sorprendidos en las vías de Cali circulando con la revisión técnomecánica vencida y casi el mismo número no acató las señales de tránsito? ¿Que 11.850 tenían el Soat vencido y 10.514 fueron multados por exceso de velocidad? ¿Y 800 no tenían (distinto a no portarla) licencia de conducción?

Esos y otros indicadores de mal comportamiento en la vía, que derivan en altos índices de siniestralidad, mortalidad y lesionados por accidentes en moto, reflejan que mientras el número de motociclistas crece a gran velocidad (en 2016 se matricularon 51.690 motos en Cali según Fenalco), la cultura ciudadana de los conductores va a paso de tortuga.

Los números no mienten: de las 88 muertes ocurridas en accidentes de tránsito este 2017 hasta el pasado 23 de abril, el 49 % fueron motociclistas y/o parrillero. Es decir, de estos, fallecieron 43 personas, frente a 2 o 3 conductores de carros. El resto fueron peatones y ciclistas, que junto con los motociclistas, son los más vulnerables, a decir del subsecretario de movilidad de la Alcaldía de Cali, William Vallejo.

Le puede interesar: Ya van casi 23 mil motociclistas sancionados este 2017 en Cali.

Más estremecedoras resultan las cifras de muertes por la accidentalidad en moto. De 119 en 2015, creció a 151 en 2016 y al 23 de abril de este año ya sumaban 47 vidas perdidas. Un promedio de una víctima mortal cada dos días.

El subsecretario Vallejo resalta que este 2017 se han perdido 9 vidas menos que las registradas en el mismo lapso de 2016. Parecerían pocas, pero muy significativas considerando que concientizar a los ciudadanos en el respeto a las normas de tránsito y a la vida propia y a la de los demás, es una tarea titánica.

Ese no comprender que la infraestructura vial es compartida por distintos actores, léase conductores de carros y de motos, peatones, ciclistas y otros, es para Vallejo, la causa primaria de que de 3480 siniestros ocurridos en este primer trimestre de 2017, el 45,7 % los aportaron las motos con 1592 accidentes.

Cada mes no bajó de 500 incidentes, en el que hay una moto involucrada. A distintas causas, (mirar tabla), ahora se suma una nueva imprudencia: chequear el celular y hasta chatear teniendo la moto en movimiento.

De ahí que la recién creada subsecretaría de la Movilidad de la Alcaldía de Cali realiza de dos a tres aulas móviles por semana, con el apoyo de 56 clubes de moteros para hacerles observaciones pedagógicas a estos, tratando de concientizarlos de la responsabilidad al subirse a conducir una moto.

Fernando Taborda, instructor del área de educación y seguridad vial de la Secretaría de Tránsito, atribuye esta problemática a que “en Cali se volvió cultura no realizar la revisión técnicomecánica o no portar los documentos, por ejemplo, por pura negligencia y físico descuido”.

Andrea Echeverry, gerente de Potenza, una firma distribuidora de motos, y representante de 56 clubes de moteros de la ciudad, sostiene que no hay que mirar solo a los motociclistas como los causantes de los indicadores negativos, sino el contexto, desde el estado de las vías, hasta la falta de conciencia y cultura de todos los actores de la vía como peatones, ciclistas, taxistas, conductores de carros. Lo comprobó por sí misma.

El pasado 25 de abril, Andrea dejó su cómoda oficina de gerente y se vistió de agente de tránsito. Hizo el turno de 5:00 a.m. a 1:00 de la tarde en uno de los sitios de mayor accidentalidad: el cruce de la Carrera 100 con Calle 16, en la entrada a Ciudad Jardín y Pance.

Fue la locura: vio cómo motociclistas y conductores de carros les tiraban el vehículo encima a los guardas, los insultaban y los agredían ante la más mínima recomendación. El momento tenso fue cuando un conductor de una ambulancia insultó a los guardas y les tiró el vehículo encima cuando lo requirieron por invadir el carril del MÍO, lo que está prohibido, y por no tener papeles en regla.

Igual hizo el motero Robert Hernán Romero, quien padeció la incomodidad del pesado y sofocante uniforme, con chaleco y botas. Se plantó en la Carrera 15 con Calle 21. Allí hubo un accidente con un carro cuyo conductor no portaba licencia de tránsito y la gente se arremolinó a defenderlo del “supuesto abuso de autoridad”. Robert y los agentes debieron explicar que el señor atentaba contra su vida y la de los demás y al fin permitieron que los agentes actuaran. Situaciones parecidas vivió en el cruce de la portada al Mar.

“Hemos querido ponernos en los zapatos de los guardas de tránsito, fue una experiencia que me impactó muchísimo, se ve el mal comportamiento vial de distintos actores, no solo de los motociclistas”, argumenta Andrea.

La líder motera admite que por la facilidad de adquirir una moto, muchas personas no son conscientes de la responsabilidad al conducirla e incluso, muchos la manejan sin saberla conducir. “Son personas que no hacen un curso de técnicas de conducción para conocer bien este vehículo, ser responsables y no hacer maniobras que pongan en riesgo su vida y la de terceros”, señala.

Por ello, la Alcaldía y Potenza le han puesto el acelerador a la campaña #Soy moteroejemplar con la que dictan charlas educativas teórico-prácticas para que aprendan a manejar la moto, material didáctico para concientizar a la gente sobre la responsabilidad de ir sobre una motocicleta y participan en las charlas educativas que hacen la Secretaría de Tránsito y la Subsecretaría de Movilidad.

A manera de puestos de control en vías con alta afluencia de motociclistas, llaman a los conductores imprudentes para sensibilizarlos. “Les enseñamos a cumplir la normatividad, técnicas de manejo para ganar pericia, experticia y dominio de la máquina y el uso de un casco adecuado”, indica Andrea.

Y ven paradojas como que muchos de ellos tienen celulares de entre 1 y $2 millones, pero portan casco de $20.000, que no les da garantía ni seguridad en un choque. No es un chiste. Les destruyen esos cascos de mentiras ante sus ojos para demostrarles que con un leve impacto se desbaratan y, gracias a los patrocinadores, les dan cascos seguros, que sí cumplen la norma y los protegen.

John Freddy García, líder del Club Riders Team Cali, también vinculado a esta campaña pedagógica, admite que la principal infracción que cometen muchos motociclistas es el zigzagueo entre los carros, no parquearse bien y transitar por los andenes, espacio de uso exclusivo para los peatones.

“La misión de los clubes es fomentar el civismo, la buena conducción y cuando vemos a un motociclista haciendo una de estas contravenciones, se lo hacemos saber de forma prudente, como una observación, no como un regaño”, relata García.

De allí que él destaca las campañas de cultura vial, que realizan con la Alcaldía de Cali, #soymoteroejemplar y #meveobienenlavía,meveobienenlavida.

“Potenza nos apoya, nos presta las motos y lleva pilotos profesionales para enseñarnos desde lecciones de tránsito hasta cómo actuar en la vía, porque todos no saben cómo esquivar un hueco, cómo hacer un frenado, la importancia de tener bien los espejos, las llantas, el mantenimiento de la moto”, dice García.

Los clubes de la ciudad nos hemos unido y creamos la campaña #soymoteroejemplar, con la Secretaría de Tránsito y la Alcaldía de Cali, para concientizar al motociclista y demás actores, llevándola a empresas, en especial a las de mensajería, pizzerías y restaurantes, a las universidades, y este mes iniciaron en los colegios, donde está el semillero.

“Turnamos a los miembros de los 56 clubes de moteros en los puntos de mayor accidentalidad y mayor tráfico de motos para mostrar el pendón que les recuerda la importancia de respetar su vida y la de los demás”, dice Andrea.

Como insiste Andrea, enfatizan en enseñarles la diferencia entre motociclista y motero: el primero es alguien que tiene una moto solo para transportarse de un sitio a otro. El segundo es una persona que ama y respeta la vida suya y la de los demás, usa su moto con fines utilitarios, pero también recreativos.

El instructor Taborda encuentra que algunos acatan de buena manera el llamado para recibir ese microcurso instructivo exprés de las aulas móviles en la vía, pero que otros se molestan y no quieren admitir su actitud contravencional. “Pero al final, el 99,9 % sale renovado, más conscientes de su responsabilidad al conducir una moto”.

Para tener en cuenta 

Con 94.792 comparendos en 2016, los motociclistas lideran el top de infractores.

Este año, con corte al 16 de abril, ya llevan 35.542 infracciones.
Una de las contravenciones más riesgosas, la de pasar el semáforo en rojo, lleva 1080 sancionados este año. En 2016 sumaron 6152.

Más de cien motociclistas participaron en el ‘test driver’, prueba de destreza que realizó la Secretaría de Movilidad, en abril, mes del motociclista. El 75 % sacó 6 puntos sobre 10. Solo 14 personas obtuvieron 8 puntos.

El test tiene cinco pruebas: condiciones de seguridad vial, vuelta en ocho, frenado y acelerado en espacios cortos y largos y zigzag zag.

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