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“El MÍO se está deteriorando”: Luis Ricardo Gutiérrez

Luis Ricardo Gutiérrez, vocero de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Integrados y BRT (que agrupa a 24 modelos como el MÍO), dice que la Nación debe subsidiar el funcionamiento del sistema.

27 de julio de 2014 Por: Luz Jenny Aguirre Tobón | Editora de Entorno

Luis Ricardo Gutiérrez, vocero de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Integrados y BRT (que agrupa a 24 modelos como el MÍO), dice que la Nación debe subsidiar el funcionamiento del sistema.

Desde hace más de quince años, el ingeniero peruano Luis Ricardo Gutiérrez se dedica a estudiar la movilidad en las ciudades y los sistemas de transporte masivo. Actualmente es el vocero de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Integrados y BRT (Sibrt), que agrupa a sistemas de 24 ciudades de ocho países de la región. Y le sigue muy especialmente la pista a uno de ellos: el MÍO. Este experto dice que la crisis que hoy toca al masivo caleño comparte sus razones con las de sus modelos hermanos en toda Colombia. Explica, por ejemplo, que el Gobierno nacional tiene que meterse la mano al bolsillo para subsidiar su funcionamiento. ¿Qué está pasando con los sistemas de transporte masivo de Colombia, entre ellos el MÍO, que están sumidos en la crisis? Vemos esto con mucha preocupación, porque los sistemas colombianos han sido un ejemplo para muchas ciudades en el mundo y ahora pasan por serios problemas. Con el senador Eugenio Prieto y con los sistemas asociados a Sibrt del país entregamos una propuesta a la Ministra de Transporte. Esta busca sacar adelante una política de movilidad y financiamiento del transporte público de las ciudades de Colombia. ¿Cuáles son las causas de esa crisis?Una réplica del modelo Transmilenio sin adecuada adaptación a las particularidades de cada ciudad, con una rígida camisa de fuerza: el concepto de autofinanciamiento. Ese es un crimen social, contra la posibilidad de tener sistemas de calidad que cubran toda la ciudad. La experiencia internacional señala que no es viable ni posible un sistema integrado de transporte, con soluciones para todas las personas y con estaciones a no más de 400 metros, que se base exclusivamente en la tarifa. ¿Esto significa que en sistemas como el MÍO, operado por privados, al Estado le toca meterse la mano al bolsillo para subsidiar la operación?Es fundamental, como lo hace Europa, donde no hay sistema que no tenga subsidios (Londres, París, Amsterdam, Estocolmo, Bruselas, Roma, etc). Se demuestra que los subsidios tienen un porcentaje del 47 % al 68 % del costo total del servicio del transporte público. Los europeos han entendido que si tú elevas la tarifa a un nivel para cubrir todos tus costos (que tienen que incluir elementos de calidad, que son caros) tendrían tarifas muy altas y por lo tanto no serían competitivas frente a los otros modos de transporte, como el automóvil o la moto. En América Latina, el país que ha demostrado más claridad sobre esto es Chile. Allá hubo un voto unánime del Congreso en poner un subsidio de US$700 millones anuales hasta el 2022 que están vigentes las concesiones, para permitir que la tarifa no supere el 50 % de los costos. ¿Entonces el modelo económico de sistemas como el MÍO está mal planteado desde su origen?Definitivamente. Lo que hay de fondo es que no hay un enfoque de asumir la responsabilidad total de lo que corresponde a un sistema de calidad para todos. Pero una segunda causa de la crisis es la falta de una autoridad con injerencia y eficiencia para encarar los problemas de movilidad de manera integral en la ciudad. O sea, tienen entes gestores (como Metrocali) débiles, sin capacidad financiera, sin acceso a las decisiones políticas, tienen que rogarle a la Ministra para que los reciba…Esa propuesta que usted cuenta que se presentó al Ministerio habla de subsidios a los sistemas de transporte y fortalecer las autoridades locales. ¿Cómo fue recibida por el Gobierno Nacional?Sé que contrataron con el Banco Mundial una consultoría para elaborar una propuesta de política. Sin embargo he tenido la oportunidad de mirarla y lo que no deja suficientemente claro es cómo hacer la implementación en términos del presupuesto y la responsabilidad del Gobierno Nacional. En segundo lugar, no se encara suficientemente el término de autoridad. Los entes gestores continúan con un enfoque de debilidad, se les deja a ellos a que respondan por los problemas, pero no se les dan todas las atribuciones, no manejan tarifas ni prioridades. Otro problema penoso que han presentado los sistemas de Colombia es que tienen demandas de pasajeros no alcanzadas y eso ha generado serios problemas de financiamiento en los operadores, que compran buses, pero la demanda real no va más allá de un 60% o 70%. Los operadores entonces lo que hacen es reducir costos y eso afecta el servicio. La calidad baja, la gente tiene que esperar en las estaciones y como pasa en Cali, el usuario en algún momento se pasa al transporte ilegal (pirata) o taxi colectivo. Entonces el sistema se va deteriorando crecientemente y es como un círculo vicioso.¿Cuánto tiempo más puede aguantar el MÍO sin esas decisiones estructurales?Una crisis como esta exige medidas de emergencia inmediatas para impedir que todo se deteriore más. Lo que hemos sugerido es que inmediatamente el Gobierno Nacional implemente el Fondo de Contingencia como el que tiene Bogotá y que compense responsablemente las pérdidas que vienen teniendo los operadores para que se preste un mejor servicio.He visto a los operadores muy molestos con las autoridades locales diciéndoles que no están honrando los contratos, pero no podemos pedir peras al olmo, porque esas autoridades no tienen espalda financiera, la responsabilidad está en el Gobierno Nacional, que diseñó mal esas autoridades y que tiene que proveer el fondo de contingencia para cubrir primero esta situación de emergencia. Es importante que los operadores tengan una propuesta de estructuración integral para que no aparezca como que ustedes están pidiendo prevendas para enriquecerse más porque la población tiene la idea de que son ricos, que están explotando una mina de oro.¿Cómo explicar que el Gobierno tenga que entrar a auxiliar a los privados que operan el MÍO, con el subsidio que plantea?Es que el Estado no los auxilia a ellos, sino que entra a honrar un derecho social que es la movilidad de las personas. Aquí no hay un regalo para los operadores, a ellos se les da una razonable utilidad en la medida en que cumplan con los objetivos de calidad que tienen incorporados en los contratos. Este es un tema crítico que tiene que ver con la debilidad de los sistemas de transporte masivo de Colombia. Las remuneraciones que se hacen a los operadores son por kilómetros servidos, entonces el operador no tiene ningún incentivo: cargar gente. No hay vinculación suficiente con calidad, con satisfacción del usuario. Cuando se incorpora el concepto del subsidio hay que incorporar indicadores claros de calidad, cobertura y oportunidad que tienen que cumplir. ¿Cuánto de oxígeno le queda al MÍO?Lo que ocurre es que estos sistemas en algunos casos están colapsando, como en Bucaramanga, pero en general lo que está ocurriendo es un deterior estructural, una pérdida del brillo de un sistema que debió ser excelente y que va perdiendo un posicionamiento y que por lo tanto va perdiendo la partida de su competencia frente al carro particular y la moto. Lo que vas a ver es insatisfacción de usuarios y operadores y ganancia de carros y motos. Lo que se ve es un deterioro del sistema y una caída en su competitividad.¿Qué tan difícil es recuperar a esos usuarios que se están perdiendo y que prefieren comprar moto o subirse al transporte informal?El empresario sabe que cuando pierde un cliente, en este caso un viajero, es mucho más difícil reconquistarlo que conquistar uno nuevo.En Cali se está dando el proceso de salida del transporte tradicional. De los 5000 buses colectivo faltan cerca de mil por salir de las calles, proceso que ha sido muy complicado porque incluso no hay cómo garantizarle el servicio a la ciudad. ¿Pueden convivir ambos sistemas?En Cali la demanda del MÍO solo alcanza el 65 % por la presencia de ese remanente de buses tradicionales, algo muy duro. No se ha logrado cerrar el círculo desde el punto de vista de autoridad y financiamiento. No hay una consistencia en todos los elementos que permitan decir, aquí mando yo. Entonces, el MÍO, como usted lo ve, es hoy uno muy distinto al de sus inicios, cuando era ejemplo…Ciertamente. El trabajo de base que se viene haciendo con el alcalde Guerrero y los presidentes no ha podido resolver el problema porque no tienen todos los instrumentos, son buenas personas o excelentes técnicos, pero tienen que refinanciar todo una y otra vez, los bancos ya no sustentan o estructuran el sistema porque le han perdido confianza debido a que no les pagan.¿Qué tan viables son para Cali opciones como un tren ligero o metro? No hay alternativa que mudar hacia sistemas multimodales, pero es algo que no solo tiene que ver con la voluntad de la ciudad. Se necesita una política Nacional y un financiamiento desde el Gobierno central.PerfilNombre: Luis Ricardo Gutiérrez.Cargo actual: Secretario General de la Asociación Latinoamericana de Sistemas Integrados y BRT –SIBRT.Formación: Ingeniero Economista graduado en la Universidad de Ingeniería de Lima. Master en Economía y estudios de PhD en Ciencias Políticas en la Universidad de Boston.Trayectoria: Fue Viceministro de Transporte del Perú (2001). Consultor de organismos y bancos multilaterales. Asistió técnicamente a una gran cantidad de proyectos de movilidad urbana, y construyó alianzas estratégicas con la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), entre otros.

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