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El dilema de edificar o no en el corregimiento de Navarro

El nuevo POT abre la ventana para que 400 hectáreas de esta zona se edifiquen, una vez se presenten estudios.

24 de agosto de 2014 Por: Redacción de El País

El nuevo POT abre la ventana para que 400 hectáreas de esta zona se edifiquen, una vez se presenten estudios.

Muchos son los argumentos, a favor y en contra, sobre el desarrollo urbano con construcción de vivienda de interés social en el corregimiento de Navarro.Si bien hoy esta zona es rural y en el nuevo POT que está en estudio del Concejo permanece así, sí se abre la posibilidad de que 400 hectáreas sean estudiadas con la intención de levantar ahí un ambicioso plan habitacional para la clase popular.A favor se dice que Cali tiene poca tierra para crecer y que otras ciudades como México desarrollaron vivienda (de estrato alto) en las cercanías a exbasureros. En contra, los riesgos ambientales y de salud siguen latentes, así el vertedero esté hoy sellado.Riesgos de contaminaciónFactores como el riesgo a la salud debido a la contaminación que aún genera el exbasurero de Navarro o una posible inestabilidad de los suelos son las razones por las cuales algunos expertos rechazan que esta zona de la ciudad, que hoy es rural, tenga en un futuro el carácter de expansión urbana. Fabián Méndez, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad del Valle, indicó que el desarrollo urbano de Navarro no es pertinente aún porque las razones de la contaminación todavía existen. “Es que un relleno sanitario es un reactor químico y más aún cuando en este sitio no se clasificó la basura. Allí fue a dar todo lo que botaban los hogares: pesticidas, pilas, medicamentos. Eso incrementa riesgos que aún hoy persisten porque el proceso de degradación de los residuos demora 20 o 30 años”. El investigador agrega que el hecho de que la basura esté tapada y tenga vegetación sembrada o que se vaya a poner a funcionar una planta de tratamiento de lixiviados no reduce los riesgos de salud y ambientales que produce un basurero. “Estas medidas son remediales, esta infraestructura debió estar en operación al mismo tiempo que se botaba la basura”.Méndez dice que hay estudios adicionales que muestran que el nivel freático de Navarro (agua acumulada en el subsuelo del terreno) es muy alto y que la licuefacción de esos suelos es altamente probable, es decir, son suelos que se pueden hundir en un sismo.El rechazo a la urbanización de este corregimiento también fue manifestada por los miembros del Consejo Territorial de Planeación, quienes fueron consultados por la Alcaldía sobre los cambios que tendrá el Plan de Ordenamiento Territorial, POT. “La evidencia científica y técnica señala su inconveniencia. La sensatez recomienda ser precavidos por los irreversibles daños que puede ocasionar un proyecto habitacional en esa zona, que es de alto riesgo no mitigable”, dice Ramiro Montenegro, presidente del Consejo Territorial de Planeación de Cali.Montenegro explica que en la zona se haría la reubicación de las familias que viven en el jarillón. “Al dejarlas tan lejos, las estamos excluyendo en vez de darles oportunidades”.Otra entidad que mostró reservas es la Contraloría General, que solicitó al Municipio abstenerse de construir allí por el impacto ambiental generado por el basurero.Otras ciudades han construidoPor lo menos 67 hectáreas del corregimiento de Navarro tendrán vivienda de interés prioritario (cuyo valor no supera los 70 salarios mínimos mensuales, es decir $43.120.000), luego de que la CVC le diera resolución en noviembre pasado para continuar con el macroproyecto Ciudadela CaliDA, antes Ecociudad Navarro.Sin embargo, el permiso lo condicionó a hacer nuevos estudios de vulnerabilidad de los suelos y a tener en cuenta la función de advertencia de la Contraloría General de la República sobre las posibles afectaciones a la salud de los habitantes por efecto de la contaminación del antiguo basurero de Navarro.La secretaria de Vivienda, Amparo Viveros, dice que los estudios están a punto de contratarse. “Ya fueron licitados la topografía, inventario arbóreo, control de inundaciones, normas urbanísticas y diseños urbanos bioclimáticos”, explica. Quedan pendientes el estudio de determinantes ambientales y de salud, diseños estructurales, geotecnia y cimentación y el presupuesto y planeación de la obra.Viveros asegura que Cali no tiene más espacio para construir sino en Navarro, por eso se abrió la posibilidad de que 400 hectáreas sean estudiadas para tener la certeza de si se puede o no construir vivienda y de qué tipo. Esos estudios definirán qué se puede hacer a futuro en vivienda, vías, servicios públicos, equipamiento social (colegios, centros de salud y deportivos), espacio público. El ingeniero mexicano Jorge Sánchez Gómez, experto consultor en temas de desarrollo urbano en exbasureros, cree que Navarro puede ser zona de desarrollo urbano. “Me parece que es un caso muy parecido al de Santa Fe, donde hubo basura, pero también hay sitios donde no la hubo. Donde estuvo la basura se pueden hacer áreas recreacionales y a su alrededor pueden haber vivienda”.Luis Fernando González, gerente de Ciudadela CaliDA, dice que nadie habla de construir encima de la basura, sino en la periferia y que las casas tendrán un alto componente ecológico porque se recuperarán humedales y habrá reciclaje. “Donde estuvo la montaña de residuos se convertirá en un pulmón verde”. Alberto Gaviria, presidente de la Junta Directiva de Camacol (gremio de los constructores), dice que se deben hacer los estudios y habilitar los espacios que se puedan construir porque hoy hay poca oferta de vivienda de interés prioritario.

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