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El abecé para entender mejor el Fenómeno de 'El Niño'

Expertos aseguran que el calor y la escasez de lluvia en Cali no se deben a la llegada del Fenómeno del Niño. ¿En qué consiste entonces esta variación?

27 de agosto de 2015 Por: Redacción de El País

Expertos aseguran que el calor y la escasez de lluvia en Cali no se deben a la llegada del Fenómeno del Niño. ¿En qué consiste entonces esta variación?

Las altas temperaturas y la sequía que se están viviendo en Cali son comúnmente relacionadas con el Fenómeno del Niño.

No obstante, expertos aseguran que los efectos de esta oscilación del clima  aún no han llegado al Valle del Cauca y que por el momento están golpeando fuertemente a otras poblaciones de la región Andina, el Caribe y la zona norte de la Orinoquía. 

Doctor en oceanografía y experto en zoología, Alan Giraldo explica que el clima de cada localidad depende de muchas variables que no están siempre relacionadas a un mismo fenómeno.

En el caso de ‘El Niño’ puede suceder que una de sus consecuencias sea el aumento de lluvias en determinadas regiones. El experto explicó, a manera de  abecé en qué consiste este fenómeno, cuyas consecuencias se sentirán prontamente en Cali. 

¿Cuándo y cómo surge el Fenómeno del Niño?

Este fenómeno está relacionado únicamente con la temperatura de la superficie del Océano Pacífico. Cuando hay un incremento superior a los 0,5 °C en la temperatura promedio  durante tres meses consecutivos se dice que estamos entrando en un periodo de ‘El Niño’. Esas mediciones en Colombia las hace el Ideam, que es la entidad encargada de medir frecuentemente la temperatura del mar. A nivel mundial, hay otras entidades que están pendientes de estas temperaturas, pues sus variaciones implican múltiples cambios en la economía. 

¿Por qué se calientan las aguas del Océano Pacífico?

Existen unas dinámicas propias del planeta en cuanto a las condiciones del clima. Con base en eso se determina la circulación del viento. Hay unos vientos que normalmente soplan hacia la zona occidental del Océano Pacífico y retienen las aguas cálidas en la costa australiana, pero cuando estos vientos se hacen menos fuertes, el calor del agua se traslada hacia el oriente, o sea hasta nuestra costa pacífica, donde generalmente el agua es más fría.  

¿Y qué pasa entonces cuando esa superficie del océano se calienta?

Gracias a las mediciones hechas durante muchos años se ha establecido que la temperatura ordinaria de las aguas del pacífico colombiano es de unos 28 °C. Cuando las aguas están muy cálidas y se declara la llegada del Fenómeno del Niño, la diferencia entre la temperatura del agua y la de la atmósfera disminuye y hay menos evaporación de agua. Esto genera menos carga de humedad en las nubes.  Como se le suma el debilitamiento de los vientos, esas nubes no pueden ser llevadas a distancias muy lejanas y por eso en varias zonas no llueve… las nubes cargadas de agua no alcanzan a llegar.  

Y en este momento ¿en qué zonas se está sintiendo el  fenómeno?

‘El Niño’ está presente, se detectó hace unos cuatro meses y se está desarrollando en el pacífico colombiano. La temperatura del océano ha alcanzado hasta los 2 °C por encima del nivel normal. Aparentemente 2 °C es muy poco, pero hay que pensar en todo lo que se requiere para que una zona muy amplia del océano se caliente. Otra cosa son los efectos, que ya dependen de cuando llegue la onda de alta temperatura a las costas.

Pero así suceda solamente en el Pacífico, ‘El Niño’ tiene efectos a nivel mundial…

Este fenómeno relaciona procesos oceánicos y atmosféricos que pueden afectar los patrones normales del clima de cada localidad. A gran escala, ‘El Niño’ se desarrolla en el sector central del Océano Pacífico, pero afecta el clima de todo el mundo porque el planeta está interconectado, lo que pasa en una parte irremediablemente repercute en otra. 

¿A ese calentamiento del Océano Pacífico se le puede atribuir el calor que está haciendo en Cali?

No. El clima de cada localidad depende de muchas variables porque es algo a pequeña escala. El de Cali, por ejemplo, se ve afectado por la forma como llega el viento a la cordillera occidental. 

Aunque esas condiciones locales están relacionadas con lo que pasa en zonas más amplias del planeta, no es preciso decir que el excesivo calor que estamos teniendo acá se deba a la llegada del Fenómeno del Niño. Es más, todavía no nos han llegado las consecuencias de este fenómeno. Yo creería que lo vamos a empezar a sentir de verdad en noviembre o diciembre. 

¿Qué actividades se afectan por este fenómeno?

Una de las principales actividades afectadas es la pesca, pues los peces ya no van a estar en la superficie cálida del agua sino que se hunden buscando la temperatura que necesitan, entonces no son fáciles de capturar y colapsan las pesquerías. Por otro lado, las aves que se alimentan de estos peces ya no los van a encontrar y eso hace que se alejen de sus nidos para buscar alimentos. Durante este desplazamiento dejan a sus crías solas y pueden morir.

Otro de sus efectos a gran escala son las sequías que afectan la agricultura. Como ya dije, el fenómeno tiene distintas repercusiones dependiendo de la zona.

En la zona costera del pacífico colombiano, en los municipios del Chocó, las lluvias tienden a incrementar porque las nubes cargadas de agua solo alcanzan a llegar hasta ahí debido a la debilidad de los vientos. En zonas más centrales aparece la sequía, pues deja de llover por largas temporadas. En la Guajira, por ejemplo, no llueve hace varios años. 

Usted ahora habló de varios cambios en la economía, ¿hay  más?

La producción de energía es otra actividad que se ve afectada. En las zonas en las que hay sequías, los caudales de los ríos disminuyen significativamente y las centrales hidroeléctricas no pueden producir la energía necesaria para abastecer a toda la población.

Esto les obliga a utilizar otras fuentes de generación de energía, lo que incrementa los costos finales que se le cobran al usuario por el servicio.

Medidas a tomarDe acuerdo con Angélica Mejía Fajardo, miembro de la Comisión Colombiana del Océano (CCO), el Fenómeno del Niño sucede con una periodicidad que oscila entre los tres y siete años. Esta frecuencia hace que ya no se considere como un fenómeno sino más bien como una variabilidad climática. El anterior a este, por ejemplo, se registró en el 2010. “En la mayoría de países, el Fenómeno del Niño tiene solamente un efecto que puede ser la disminución de posibilidades de pesca, la sequía, entre otros. En Colombia tenemos algo muy curioso y es que por estar cerca al Atlántico y tener cordilleras que atraviesan el país vivimos múltiples efectos cuando llega un fenómeno como el del niño”, asegura Mejía Fajardo.  En este sentido, el déficit de lluvias puede estar relacionado con la barrera que establecen las cordilleras, algo que impide que los vientos débiles arrastren las nubes cargadas de agua a zonas centrales. Entre los años 1997 y 1998 sucedió algo parecido. Se identificó un aumento significativo y prolongado del calor en las superficies del océano  que hizo encender las alarmas ante la llegada del Fenómeno del niño.   Actualmente, aunque ‘El niño’ no ha llegado a Cali, en varios municipios se ha tenido que racionar el agua, pues el intenso verano ha disminuido las cuencas de los ríos y el líquido vital escasea.  ¿Qué medidas tomar? Al tratarse de un evento de la naturaleza, los esfuerzos humanos deben estar enfocados a mitigar los efectos y no a modificar las causas.  Las altas temperaturas en las zonas afectadas por este fenómeno favorecen la proliferación y la cría de insectos que pueden transmitir infecciones. Por esto se recomienda no tener aguas estancadas y usar repelente a diario.  Por otro lado, el uso de protector solar es indispensable para evitar enfermedades causadas por el sol.  Por último, el ahorro de agua en las actividades cotidianas se convierte en un gran aporte para afrontar las temporadas de sequía y evitar medidas de emergencia como el racionamiento.

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