Diseñarán mapa para evitar acoso a mujeres en ciclorrutas de Cali

Para visibilizar casos de violencia verbal y física contra usuarias de la bicicleta, en Cali se implementará el Mapa Interactivo del Acoso y del Abuso (MIAA), una iniciativa que dejará entrever cuáles son los puntos de mayor riesgo para las mujeres que a diario ruedan por las ciclorrutas y otros espacios de la ciudad.

Laura Santos, coordinadora del proyecto MIAA, que se originó en La Plata, Argentina, y ya se ha implementado en Popayán por el Laboratorio Urbano Civita, explica que esta iniciativa cobra importancia en una ciudad como Cali teniendo en cuenta el despliegue que se le está dando a la cicloinfraestructura.

“Los roles de género se convierten en uno de los principales detonantes que, a través de conductas sutiles, promueven la violencia hacia las mujeres ciclistas, tanto en los espacios públicos como privados”, apunta Santos, quien destaca que las zonas en las que generalmente se registran mayor número de casos de acoso o abuso son los espacios cercanos a centros universitarios.

Ante esto, la Coordinadora del proyecto MIAA explica que este viernes se realizará un primer taller para reconocer algunos puntos iniciales de acoso, abuso u otro tipo de violencia contra las mujeres ciclistas de Cali, con el fin de empezar a referenciar los puntos de la ciudad donde más se presentan. La cita es a las 4:00 p.m., en el Centro Cultural de Cali o antigua FES (Carrera 5 # 6 - 05).

Este es, precisamente, uno de los talleres que se adelanta en el marco del Foro Nacional de la Bicicleta, que tiene lugar en la ciudad hasta este sábado, 11 de agosto.

Santos puntualiza que este primer taller servirá también como línea base para contactar a colectivos de ciclistas caleños que trabajen iniciativas pensadas en la equidad de género.

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Este Mapa del Acoso y del Abuso en Cali, según explica Santos, se consolidará en dos momentos: uno virtual en el que se recolecta la información a través de un formulario de denuncia anónima, que permite construir el mapa interactivo; y otro instante en el que se visibilizan, de manera específica, los puntos de acoso en los que han sido víctima las ciclistas.

Es importante indicar que las mujeres que aporten a la elaboración del mapa no están obligadas a entregar sus datos personales o la descripción de quienes las han violentado. En todo caso, las ciclistas podrán consultar el Mapa del Acoso y del Abuso en Cali mediante un sitio web que contendrá información específica de los puntos en la ciudad, denunciados por las ciclistas caleñas.

Santos recalca que las denuncias pueden ser atemporales y que no importa si no se recuerda con precisión los datos completos de dichas circunstancias, porque el mapeo del acoso y el abuso busca suplir una necesidad importante para las mujeres ciclistas: reconocer el acoso como una forma intimidatoria de invasión a la privacidad femenina, así como una limitación a la mujer para que haga un uso libre del espacio público.

En ese sentido, Ricardo Montezuma, director de la Fundación Ciudad Humana, una organización que promueve la participación ciudadana en la construcción de ciudades sostenibles, señala que es más común que en las grandes ciudades las mujeres desarrollen viajes cortos pero con mayor frecuencia, para realizar actividades como llevar a los niños al colegio o realizar las compras.

Al respecto, y pensando en la creación del Mapa Interactivo del Acoso y del Abuso MIAA en Cali, el Director de la Fundación Ciudad Humana considera que es necesario tener en cuenta algunas medidas para que se facilite un mayor uso de este medio de transporte por parte de las mujeres. “Se debe brindar seguridad vial y personal, acceso a formas de aprendizaje, bicicletas en calidad de préstamo, como ocurre en Ciudad de México, y se deben considerar las necesidades de viaje por parte de las mujeres ciclistas”, apunta.

Para Gabriela Valencia, estudiante universitaria y usuaria de la bicicleta, es “fundamental” que se desarrolle un mapa del acoso y del abuso en Cali, porque permite evidenciar los espacios públicos en los cuales las mujeres ciclistas han sufrido algún tipo de violencia física o verbal, dado que, según ella, existe un número importante de mujeres que no se atreven a denunciar por temor a represalias o porque creen que pueden ser agredidas o cuestionadas.

“El uso de la bicicleta para las mujeres en Cali es una herramienta para poder habitar el espacio público, para el empoderamiento y visibilizar el papel de la mujer en la sociedad”, asegura Valencia.

En este sentido, Ana Carolina Quijano, subsecretaria de Equidad de Género de Cali, informa que en su despacho no se han recibido denuncias de acoso o abuso a mujeres ciclistas en la capital del Valle.

No obstante, Quijano hace énfasis en que hay un vacío legal en relación con el acoso, pues “no está tipificado en el código penal y, aunque la ley 1257 de 2008 genera algunas acciones para judicializar el acoso, lo cierto es que no está el tipo penal y eso lleva a un tema de desconocimiento de cómo abordarlo por parte de los fiscales”.

De otro lado, Henry Martín, subsecretario de Movilidad, exalta que se están adelantando campañas para afianzar el respeto hacia los ciclistas y, al mismo tiempo, se adelanta una iniciativa conocida como ‘Transport Gender Lab’, que es apoyada por el Banco Interamericano de Desarrollo, y que hace énfasis en la igualdad de género.