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'Discotecas rodantes', el problema que trasnocha a vecinos del sur y oeste de Cali

Habitantes de diferentes sectores pierden el sueño después de la medianoche cuando se enciende la música de vehículos particulares o ‘engallados’. ¿Quién controla este problema?

26 de julio de 2015 Por: Diana Carolina Ruiz Girón | Reportera de El País

Habitantes de diferentes sectores pierden el sueño después de la medianoche cuando se enciende la música de vehículos particulares o ‘engallados’. ¿Quién controla este problema?

El sueño se le acaba a las 3:00 a.m. A esa hora comienza la tortura de cada fin de semana: soportar el bullicio de los equipos de sonido de carros con los que se busca seguir la rumba al salir de las discotecas de Juanambú, en el oeste de Cali. Es ese “pum pum” que hace retumbar las ventanas de la señora de 69 años, producto del reguetón, el vallenato y la música electrónica de eufóricos muchachos que abren el capó del vehículo para convertir las avenidas 8N, 9N y 9AN en discotecas al aire libre. Lea también: Exceso de ruido ya ha generado 18.584 quejas en Cali. “La tarea del fin de semana es llamar a la Policía. Vienen, les dicen que apaguen el equipo, que se retiren. Algunos lo hacen, otros se quedan y la bulla sigue hasta las 4 o 5 de la mañana”, comenta la mujer, que solo a esa hora logra conciliar el sueño tomando pastillas. Sucede lo mismo en el Sur, en el Gran Limonar. Sobre la Carrera 66A entre calles 11 y 13. El ruido de los carros arranca a las 2:00 a.m., cuando se cierran bares y discotecas de la Carrera 66. “Es tanto el escándalo que ni el padre de nuestra parroquia, que tiene 76 años, puede dormir. Abren el capó, las puertas, cantan, toman trago y hasta se forman peleas. Falta más control de las autoridades en las vías internas de los barrios”, dice Victoria Motoa, presidente de la JAC del sector.  Lo de hacer bulla desde los vehículos (a lo que las autoridades llaman ruido por fuentes móviles) les está quitando la paz a algunos sectores  residenciales de Cali. De acuerdo con los reportes del Dagma,  las comunas 2 (Oeste), 19 (Sur)  y 21 (en el Oriente) son las que más se quejan por este problema, que se produce por vehículos convencionales o por los “engallados” (que siguen las tendencias del Car Audio o Tunning). Lea también: Conozca cómo hacer una denuncia por exceso de ruido. “Lo que vemos es que este ruido tiene relación con la existencia de establecimientos nocturnos en estos sectores, algunos con bahías de parqueo. Lo que hacen es quedarse en estos sitios y generar la contaminación. Pasa sobre la Calle 5 con carreras 47, 44, 56 y los alrededores de la Universidad Santiago de Cali, y otros sectores como el Parque Niza (Calle 9D entre carreras 61 y 62 Bis). Vemos una  falta un control más certero”, explica Gilberto Martínez, del Comité Ambiental de la Comuna 19. Decibeles por las nubes A la oficina  de Preguntas, Quejas y Reclamos  (PQRS) de la Secretaría de Tránsito llegan cada mes, en promedio, 15 quejas por ruido emitido por fuentes móviles (se incluyen chivas, vehículos pesados, carros con publicidad, entre otros). De acuerdo con Pedro Rodríguez, coordinador del área, de las 15 quejas, 3 son específicamente por música que se pone a todo volumen en carros. “Hay una tendencia que va en aumento y es la de grupos de aficionados a modificar carros. Les adaptan plantas de amplificación y parlantes potentes y los ponen a todo volumen. Se reúnen varios y todos prenden los equipos con diferente música. Se está dando en varios sectores residenciales de Cali como El Limonar, Vallegrande y también estaciones de gasolina de Ciudad Jardín. Incluso, se presenta en el kilómetro 18, en zona rural, allá el control lo hacen los inspectores de los corregimientos”, aseguró Rodríguez. Eduardo Tascón, conocedor de Car Audio en Cali y miembro de la Asociación Internacional de Competencias de Car Audio (Iasca, por sus siglas en inglés) explica que un equipo de sonido sencillo en un carro puede desarrollar entre 80 y 85 decibeles (db), pero hay vehículos en la ciudad modificados que tienen potencias de hasta 140 o 145 db (un ruido mucho más alto al que puede generar el despegue de un avión). “Entre los aficionados tratamos de promover que las exhibiciones solo se hagan en ocasiones especiales, en sitios especiales. Creo que hay quienes se han desviado del tema, se trata de tener cultura y practicar la afición sin molestar a los demás. Yo tengo un negocio en la Autopista Sur y trato de hacer el menor ruido posible, no hacemos pruebas de sonido después de las 6:00 p.m.”, dice. Andrés Montoya, de Car Performance Colombia, club que agrupa a por lo menos 20 aficionados de Tunning, explica que “entre las reglas de nuestro grupo está no generar ruido en los sitios de reunión. Hay personas que no tienen el nivel cultural o educativo para saber  que no se debe poner el carro en un parque para sentarse a beber”. Explorando en Facebook se puede establecer que en Cali hay por lo menos 16 clubes  de aficionados al Tunning. De hecho, el fin de semana pasado se realizó una caravana que convocó a por lo menos 200.  Las  quejas de la comunidad por este tipo de fuentes de ruido no se han hecho esperar. Doris Millán, del Comité Ambiental del barrio San Fernando Viejo, explica que al ya reiterado problema de ruido por bares, estancos y motocicletas se suma el de “los muchachos que tienen carros con unos parlantes grandes y hacen bulla. Se hacen en el Parque del Perro, en los alrededores del Estadio. Incluso, hacen carreras por la Circunvalar, van a toda velocidad y con el equipo con el máximo de volumen. La gente se queja porque no puede dormir. Pasa los fines de semanas, después de las 10:00 p.m. No hay apoyo policial, nadie les hace mediciones por estar en movimiento”.¿Quién controla?En lo corrido del año, el Dagma recibió 7 quejas por fuentes móviles, entre las que se incluyeron ruido de chivas rumberas y carros vallas.Sin embargo, Camilo Saavedra, del área de impacto social de la entidad, explica que no es su competencia hacer el control de este tipo de contaminación, por lo que las quejas son remitidas a las entidades que corresponden.  “Nosotros, por ley, podemos hacerles seguimiento solo a fuentes fijas y si son establecimientos de comercio. El control a fuentes móviles le corresponde a  la Secretaría de Tránsito, muchas veces el problema incluye otros impactos, como mal parqueo o invasión del espacio público. Incluso, por alteración de orden público, la Policía puede regular ese tema”, dice el funcionario. A su turno, el intendente Eliécer Zorrilla, comandante de la Policía Ambiental de Cali, explica que “la competencia de sancionar es del Tránsito, porque son  vehículos en movimiento. Si nosotros vemos que alguien tiene el equipo a todo volumen, lo persuadimos para que lo baje y es posible que cuando nos vayamos vuelva y lo suba. Por eso son necesarios los operativos conjuntos entre Tránsito, Policía y Dagma, porque al tener los equipos de medición se puede aplicar una sanción con prueba que la respalda”. Las herramientas de sanción están consignadas en el Código de Tránsito, que establece multas por altos niveles de ruido tanto en vehículos de servicio público como particulares (ver recuadro).Durante el 2015, el Tránsito impuso entre enero y junio, cinco comparendos. Son cuatro menos que el total de sanciones emitidas en el mismo periodo del 2014 (cuando se registraron 9). “Los operativos sí se hacen, hemos hecho algunos en conjunto con las demás autoridades, aunque es difícil que todas las entidades se pongan de acuerdo en los horarios, porque hay que realizar otras labores. Lo otro, es que tienen que ser relámpago, para tener mayor efectividad”, explica Pedro Rodríguez del PQRS del Tránsito. Sin embargo, acepta que “en este momento, para hacer operativos más certeros no solo a estos carros, también a chivas rumberas o exceso de ruido de camiones y busetas, necesitamos los equipos de medición de ruido y no los tenemos. Los tiene el Dagma, por eso les pedimos apoyo”. 

Multas por  ruido El Código Nacional de Tránsito establece multas de 8 salarios mínimos diarios legales vigentes (equivalentes a $171.824)  “por utilizar equipos de sonido a volúmenes que incomoden a los  pasajeros de un vehículo de servicio público” (código B9).  El mismo valor se aplica a vehículos particulares por  “utilizar radios, equipos de sonido o de amplificación a volúmenes que superen los decibeles  máximos establecidos por las autorida- des ambientales. De igual forma, utilizar pantallas, proyectores de imagen o similares en la parte delantera de los vehículos, mientras esté en movimiento” (código B23). Por la comisión de infracciones ambientales,  incluso se establece la inmovilización del vehículo, según el Código de Tránsito.
Para tener en cuentaSegún James Gómez, experto en movilidad,  “conducir con música a alto volumen genera desatención sobre lo que pasa en la vía. Puede que no escuche el pitar de un vehículo, de una moto, y terminar provocando o siendo víctima de un accidente”. Sobre los controles, asegura que “es un tema que no es muy atendido  por las autorida- des, porque no extienden los controles más allá de las infracciones básicas. Incluso la gente cree que esta práctica es legal y permitida”. Para denunciar, puede escribir a la Secretaría de Tránsito de Cali,  al correo electrónico pablo.rodriguez@cali.gov.co. También puede llamar al 4184254 o acercarce a la Oficina de Preguntas, Quejas y Reclamos de la dependencia, en el barrio Salomia (Carrera 3 #56-90, Comuna 4).

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