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Yecid Cruz, gerente de la Empresa Municipal de Renovación Urbana, Emru | Foto: Especial para El País

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Después de 12 años despegó Ciudad Paraíso: habla el gerente del plan de renovación del Centro de Cali

El gerente de la EMRU, Yecid Cruz, da un recuento del avance de las primeras obras habitacionales en el centro de Cali. El búnker de la Fiscalía se empezaría a construir en el segundo semestre del año.

27 de marzo de 2022 Por: Redacción El País

Después de más de 12 años al fin se dio inicio a las obras físicas de Ciudad Paraíso, que arrancaron a mediados de enero de este año en el sector de El Calvario, en el centro de Cali.

Yecid Cruz, gerente de la Empresa Municipal de Renovación Urbana, Emru, dio un repaso de otras apuestas importantes del proyecto, como una nueva estación del MÍO y el búnker de la Fiscalía.

El funcionario también defendió que hay que ampliar la razón social de la entidad para agilizar la transformación urbana de la ciudad, pese a la polémica suscitada en el Concejo.

¿Por qué los caleños tuvimos que esperar más de una década para que arrancaran obras?
Este es un proyecto de renovación urbana que no se hace de la noche a la mañana. Esto es un pasivo histórico que tenemos hoy en la ciudad, que trasciende varias generaciones. Se suponía que el punto de partida, el detonante, iba a ser la construcción del búnker de la Fiscalía, pues en 2010 se compró una manzana a la altura de la Carrera 10 con Calle 13 y se le entregó a la entidad a título de gratuidad, pero esta se tardó más de 10 años en buscar fuentes de financiación. Pero luego de lograr que la Presidencia le otorgara un cupo de crédito, se abrió una licitación y ya está contratado por $920.000 millones.

Los ingenieros a cargo de ese proyecto ya adelantan las acciones de licencias de urbanismo y diseños. Ellos nos han expresado que creen iniciar obras para el mes de junio de este año.

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Otra de las dificultades que retrasó notablemente a Ciudad Paraíso fue la gestión predial...
Así es. Todos los que trabajamos en cuestiones de infraestructura sabemos que la compra de predios no es algo fácil, pues se trata de trámites muy engorrosos. Hay que adelantar promesas de compra-venta, en algunos casos hay que hacer expropiación. Luego siguen los pagos y demoliciones. Es algo que no se hace de la noche a la mañana. Por ejemplo, en El Calvario, en donde ya iniciamos obras, compramos más de 180 predios y fue un proceso que tomó casi siete años.

Y es precisamente en El Calvario en donde ya iniciaron labores, en especial con la apuesta habitacional desde mediados de enero...

Ya estamos construyendo la primera torre que constará de 20 pisos con 331 apartamentos y que estaría finalizada para enero del próximo año. Aquí es importante aclarar que más de 300 familias ya han adquirido su apartamento en esa primera torre, por lo que dentro de poco se espera que inicie la venta de la siguiente torre. Además, ya se tiene contemplado construir otras dos torres más, cada una con la misma cantidad de apartamentos en el sector de El Calvario.

En esta zona también se desarrollará la Estación Central del MÍO sobre la Carrera 10 entre calles 13 y 15. Hoy está en Fase III de diseños y ya con un 90 % de aprobación. Una vez los diseños queden perfectos, Metrocali sacará el proceso de licitación para arrancar obras en el segundo semestre y concluir 18 meses después. Los recursos ya están aforados por $60.000 millones, de los cuales $45.000 correrán por cuenta de Metrocali, y $15.000 millones. Esta es la primera vez que un privado aporta recursos en una obra pública, dado que también se verá beneficiado con otro proyecto como lo es un centro comercial.

Otra de las intervenciones son las obras de urbanismo en una de las vías de San Pascual, ¿cuál es su avance actual?
Así es, se trata de la ampliación de la Carrera 12, que separa a San Pascual con El Calvario, en donde ya tenemos un avance del 95 % para que tenga tres carriles, ciclorruta a ambos lados y andenes de siete metros. Y vamos a arrancar otro tramo, que viene por la Calle 13 entre carreras 12 y 15.

Pese a estos logros, Ciudad Paraíso ha atravesado por múltiples riesgos, situaciones que son difíciles de prever. ¿El sector privado nunca se vio tentado a dar un paso atrás?
El proyecto ha sido estudiado y evaluado. Tiene todas las garantías, aunque ha atravesado varias dificultades. Por ejemplo, recuerdo que se retrasó dos años por una demanda de los Embera Katío, quienes vivían en un inquilinato y afirmaban que era un territorio ancestral, por lo que un juez suspendió la compra de predios por doce meses. Y a eso se suma la situación que tuvimos en 2019 con la Base Aérea, que restringió el desarrollo de proyectos de altura, un bache que nos duró más de ocho meses. Sin embargo, el sector privado entiende que esto es una apuesta rentable.

¿Y qué garantiza que no vuelva a pasar una situación como esas que retrase por más meses o años la culminación del proyecto?

Yo creo que la curva de aprendizaje ya la superamos. Los procesos de aquí en adelante serán más rápidos, eficientes y productivos, porque ya entendimos cómo se realiza la verdadera inversión. Este proyecto no sale adelante si no hay un verdadero compromiso.

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Aunque aquí ha habido una serie de iniciativas para la transformación social, ¿pero cómo se verá esto reflejado en la sensación de seguridad que tengan las más de 300 familias pasen a vivir en la primera torre?
Primero, las transformaciones de una sociedad se arrancan con los urbanismos. Desde la Alcaldía, estamos en un comité intersectorial, en donde se colocó a todas las secretarías a trabajar en función de Ciudad Paraíso, porque esto no solo lo hacemos nosotros o el privado, se trata de poner en funcionamiento todo el brazo del Municipio.

Y segundo, esto es un problema multifactorial: ambiental, por las basuras; seguridad, por el microtráfico; lo del habitante de calle como fenómeno social, y la convivencia en la zona. La comunidad nos ha venido acompañando, pues entiende la necesidad de integrar este espacio del centro que antes estaba vedado. A medida que las más de 1000 personas que compraron los apartamentos de la primera torre se instalen en la zona, ellas generarán las condiciones de seguridad mediante su apropiación del sector.

Desde el Concejo de Cali se ha denunciado que no ha habido suficientes garantías legales para pagarle a los propietarios. ¿Qué decir frente a esto?
Eso es una arista de otro proyecto, el de San Pascual, que es precisamente en donde surgen las denuncias de algunos propietarios. Recordemos que ese es el plan parcial más reciente de Ciudad Paraíso, pues inició en 2017. Comprende desde las calles 12 y 15 y entre las carreras 12 y 15, o sea es un polígono de 15 manzanas. Su primera etapa se refiere a la compra de tres manzanas para el uso de vivienda y dos para espacio público.

Ahora bien, ese proyecto se estableció con la Alianza Alianza para la Renovación Urbana de Cali, Aruc, desde el fideicomiso ‘Derivado Plan Parcial San Pascual’, en donde incluso están los gremios de la construcción Camacol, la Cámara Colombiana de la Infraestructura y la Lonja de Propiedad Raíz, por lo que consta de 25 grandes empresas y nueve que serán los inversores directos en ese sector del centro de la ciudad.

Son precisamente estos nueve los que han reconocido que tienen un pasivo (deuda) de $700.000 millones con 25 familias de San Pascual, pues argumentan que presentan un agotamiento de los recursos, pese a que lograron concretar cierta cantidad para pactar con los dueños de los predios. Pero es paradójico que Camacol haya dicho en enero de este año que el sector de la construcción en Cali reportó $4,8 billones en utilidades, algo que basta para pagar el pasivo.

Entonces yo veo que los constructores y gremios le han dado la espalda a la renovación del centro de Cali en San Pascual. Hemos invitado a esas nueve empresas a dar repuesta, pero vemos que no hay voluntad política. Es cierto que han transferido a los propietarios los intereses sobre la deuda, pero no más allá de eso.

¿Y ustedes qué mecanismos han contemplado para presionar a esas empresas a la hora de cancelar la deuda?
A través de comités de seguimiento y control, le pedimos la semana pasada a la directora de la ARUC, Sonia Amaya, que nos diera una respuesta, porque necesitamos que los constructores apoyen el centro. Ya se demostró que la renovación urbana es viable. Hemos sido pacientes y no hemos encontrado razones suficientes para el no pago de la deuda, por lo que de pronto debemos instaurar acciones legales.

El año pasado ustedes presentaron ante el Concejo de Cali la propuesta de ampliar la razón social de la EMRU para darle más competencias a esta entidad, según la explicación de ustedes. ¿En qué avanza esa propuesta?
El proyecto de acuerdo lo radicamos en 2021, pero por cuestiones de tiempo no se alcanzó a debatir, entonces planeamos presentarlo de nuevo este año. El propósito es que la entidad deje ser denominada como la Empresa Municipal de Renovación Urbana y pase a ser la Empresa de Desarrollo y Renovación Urbana con el fin de tener más herramientas para el desarrollo de Cali.

Cuando la EMRU fue creada en el 2002 se hizo en el marco del Plan de Ordenamiento Territorial, POT, de dos años atrás, cuando se concebía a Cali como una ciudad hacia dentro, pero cuando llegó el POT del 2014, vimos que la capital vallecaucana se había ampliado de forma considerable, ya tenía un área metropolitana. Eso implica que pensemos en un proceso de redensificación. Por ejemplo, ya no tendremos que atraer un privado para la compra de un terreno, sino que podremos pedir créditos para englobarlo nosotros mismos. O incluso administrar el espacio público. Al día de hoy, despachos como la Secretaría de Infraestructura no tienen la capacidad operativa para pensar la ciudad desde el desarrollo urbano y se ve colapsada. Es ahí cuando entramos nosotros.

Pero una de las críticas es que esto puede convertir a la EMRU en una especie de pulpo...

Hay que entender que la ciudad necesita respuestas. Hoy la renovación será uno de los pilares de las políticas de las principales ciudades de Colombia. Cali ya está atrapado por todos los frentes, ya no podemos crecer más hacia los lados, por lo que debemos pensar en proyectos de altura. Ampliar la razón social también implica que los proyectos se desarrollen mucho más rápido.

Cronología

-En agosto del 2009 el entonces alcalde Jorge Iván Ospina dio a conocer Ciudad Paraíso, proyecto para renovar un total de 35 manzanas.
En febrero del 2010 comenzó el proceso de compra de predios para el búnker de la Fiscalía.

-En octubre del 2014 la Emru anuncia que la obra
del centro comercial iniciaría en 2015.

-En febrero del 2015 una tutela para proteger a 217 indígenas Embera residentes de El Calvario aplazó los trabajos.

-En febrero del 2017 la Emru anunció que en julio del mismo año iniciaría la obra.

-En 2019 la Fuerza Aérea interpuso una acción popular que afectó el 62% del suelo urbano de Cali, y que determinaba las alturas a las que se podía construir, lo que afectó a Ciudad Paraíso.

-En 2020, tras la pandemia, los privados que desarrollan el proyecto se quedan sin apoyo financiero.

-En el segundo semestre del 2020 inician las obras de renovación urbana, con la ampliación de la Carrera 12.

-En diciembre del 2021 es elegido el contratista para construir el búnker de la Fiscalía.

-En enero del 2022 inician las primeras obras físicas del proyecto habitacional en El Calvario.

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