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Las mayores afectaciones podrían estar en los cultivos de ciclos transitorios como maíz y arroz y en cultivos de ciclos permanentes como caña de azúcar y aceite de palma.

CULTIVADORES

"Cultivadores de caña deben trabajar más unidos", sugiere gremio internacional

Jean Pierre Dubray, presidente de la Asociación Mundial de Cultivadores de Caña y Remolacha, confía en que precios externos seguirán estables.

21 de abril de 2017 Por: Redacción de El País 

La agroindustria azucarera vallecaucana es muy competitiva y reconocida a escala internacional, dijo en Cali, Jean Pierre Dubray, presidente mundial de la Asociación de Cultivadores de Caña y Remolacha, pero requiere que ingenios y cultivadores coordinen mayores esfuerzos para fortalecer la sostenibilidad del sector.

El dirigente francés, quien habló en la asamblea anual de Procaña, planteó ante la volatilidad de los precios que “debe haber una herramienta para prepararnos para cualquier riesgo porque dependiendo que el precio suba o baje, e igual la producción, pueden sufrir tanto ingenios como proveedores”.

Por eso, anotó Dubray, “debe haber mucha más coordinación entre el agricultor y los ingenios azucareros colombianos para mitigar esos riesgos hacia el futuro”. 

Recalcó, por ejemplo, que este año habrá un consumo de 175 millones de toneladas de azúcar en el mundo, pero faltarán entre 6 y 8 millones de toneladas, y atender ese faltante dependerá del comportamiento de las cotizaciones externas y el clima.

Cuatro millones de toneladas de ese déficit serían de remolacha y cuatro de azúcar de caña. Hoy, la libra de azúcar crudo se vende en promedio a US$0,17 por libra (tras haber subido a casi US$0,23) debido a ese faltante.

Sin embargo, la volatilidad de esas cotizaciones del granulado, recordó el dirigente, ha sido del 30% en lo corrido del 2017 ante la posibilidad de un superávit de producción luego de dos años de déficit.

Pese a ello, recalcó que es optimista para el 2017 y el 2018, aunque la producción podría llegar a 183 millones de toneladas.

Dubray, quien representa a 5 millones de productores de 35 países, subrayó que con el cambio climático puede haber más problemas con caídas de producción en el campo, por lo que “hay que tener herramientas para enfrentar esas coyunturas”.

“Si al final al proveedor se le cae la producción el ingenio muele más caña independientemente de lo que suceda con el cultivador, porque no tiene ese riesgo tan grande”, anotó.

Por tal circunstancia, hoy muchos cultivadores han optado por otras alternativas dentro del negocio, mientras los ingenios le están apostando a la generación de energías alternativas.

“Problema de ricos”

Frente a las diferentes campañas internacionales que hay contra el consumo de azúcar, Dubray sostuvo que “ese un problema de los países ricos porque son los mayores consumidores de dulces, confites y otras golosinas, pero en África la gente no sufre si quiere perder 10 kilogramos, sino que antes necesitan más calorías. Este un problema de competencia entre las naciones ricas”.

Recordó el dirigente que aunque al endulzante de caña le hacen la guerra, en Estados Unidos porque es supuestamente daniño, “ellos utilizan más glucosa —sobre todo de jarabe de maíz— que es más dañina que la sacarosa de caña”.

Cabe recordar, que de la caña de obtienen tres componentes: fructuosa, glucosa y sacarosa. La más endulzante es la glucosa que lleva a la obesidad. La otra no. Depende de cuánto consuma la persona en su dieta alimenticia diaria, recalcó Dubray durante su exposición ante la Asamblea Anual de Procaña.

“No al centralismo público”

El presidente de Procaña, Carlos Hernando Molina, insistió en la necesidad de que el Gobierno siga promoviendo la descentralización, fortaleciendo a su vez la autonomía de las regiones sobre en el tema agrícola.

“Vemos con preocupación la tendencia del gobierno en incluir proyectos de ley, como la reforma al Sistema Nacional Ambiental SINA, que en esencia persigue reducir la autonomía de las corporaciones regionales”, señaló.

En esta misma línea, anotó, “otro ejemplo tiene que ver con el interés del Gobierno en tomar el manejo de los recursos de la parafiscalidad recaudado por varios sectores de la producción agropecuaria, con el pretexto de manejar desde los Ministerios recursos para la asistencia técnica y transferencia de tecnología en el postconflicto”.

Según Molina “pretender manejar las finanzas y decisiones desde los Ministerios y la Presidencia de la República en aspectos específicos y diversos de la ruralidad en Colombia, es hacer que los procesos sean inoperantes, que los recursos se dispersen y que el resultado sobre los productores sea bajo. El centralismo, es el mejor camino para fortalecer la corrupción”.

Durante el evento se rindió un homenaje a las Fuerzas Militares por su abnegada labor y sacrificio durante tantos años de conflicto armado.

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