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Cuentista argentino, invitado de honor en la Feria del Pacífico

Federico Falco es uno de los 22 mejores narradores de habla hispana menores de 35 años.

23 de octubre de 2010 Por: Redacción de El País

Federico Falco es uno de los 22 mejores narradores de habla hispana menores de 35 años.

El país invitado de honor a la 16ª Feria del libro Pacífico es Argentina y entre los escritores argentinos invitados está el cuentista, poeta y ensayista Federico Falco, de 33 años de edad, quien además participó en el Simposio Internacional ‘Jorge Isaacs’. Con él hablamos de la feria, de literatura y de su oficio en Argentina:¿Le sorprendió encontrar una Feria del Libro, como la del Pacífico, si no cerrada, sí encerrada en una universidad?Sí, porque nunca había visto una feria tan ligada a la vida universitaria. Es un modelo inteligente, pues permite que la universidad se proyecte a la comunidad y que los libros entren a la academia.¿Encontró lectores suyos?Sí. Aunque mis libros no circulan en Colombia, pero encontré gente que se tomó el trabajo de buscar textos en la red. ¿Ha conocido de literatura colombiana?Yo llegué a Colombia habiendo leído ya algo de su literatura. Estos días he descubierto a autores que no conocía o conocía de oídas. Estoy leyendo con mucho placer ‘Los ejércitos’ de Evelio Rosero y acabo de comprar ‘La ceiba de la memoria’ de Roberto Burgos Cantor. Por las pocas páginas que he leído, me parece excelente.Hablemos de su literatura. ¿Cómo es la Provincia de Córdoba en ese aspecto?Tiene larga trayectoria de narradores y sobre todo de cuentistas. Siempre estuvo bastante ligada con la poesía, hasta el advenimiento de la democracia. Después comenzaron a surgir narradores y no sé el porqué de esa predilección por el cuento y no por la novela. Me parece que está relacionada con una generación de escritores de los años 50 y 60, que trabajaron a partir de un nuevo concepto del regionalismo, como Daniel Moyano, Juan José Sáer o Héctor Tizón, quienes tenían una influencia grande de la literatura del sur, el gótico sureño de Estados Unidos.¿Y en el caso suyo, porqué esa predilección por el cuento?Principalmente, porque la mayoría de las historias que se me ocurren se cierran en el formato del cuento. Algunas veces intenté escribir novelas que después quedaron en cuentos o en relatos largos. ¿Entonces, no pasará del intento?De hecho, ahora estoy escribiendo dos novelas, pero es la primera vez que lo hago, porque ante todo soy cuentista. También escribo poesía, he hecho dramaturgia y guiones audiovisuales.¿Cómo se titulan?Todavía no tienen. Siempre titulo al final. Por lo pronto tienen nombre de archivo.¿Qué tipo de poesía cultiva?En este momento no estoy escribiendo poesía, pero cuando lo hago tiendo hacia la prosa poética, sin rima.¿Cuál es su libro de cuentos predilecto?Los quiero a todos por igual. ‘00’ es una obra juvenil, en algunos aspectos inmaduro, con cosas fallidas, pues no había encontrado mi propia voz, pero lo quiero porque me permitió comenzar. ‘222 patitos’ me ha dado muchas satisfacciones y supo abrirse camino él solo. Y ‘La hora de los monos’ en este momento es mi preferido, por ser el más reciente y porque no terminé de despegarme del todo, pues me permitió llegar a cierta madurez.¿Es difícil escribir cuentos en Argentina, a la sombra de Borges y de Cortázar?La tradición literaria argentina tiene grandes cuentistas. Borges y Cortázar son los que descollan, y eso puede llegar a ser intimidante. En general, todas las generaciones literarias necesitan ‘matar al padre’. Pero los escritores que tenemos entre 25 y 35 años de edad pertenecemos a una generación que no tuvo qué hacerlo, porque no reconocemos padres, pues en la post dictadura hubo una especie de vacío, y por eso escribimos con libertad, sin tener qué pensar en autores tutelares.¿Por qué Argentina, a pesar de tener intelectuales brillantes, tiene tan mala clase política?(ríe y duda) Argentina no ha sabido encontrar el camino de la democracia y parte de la responsabilidad la tenemos los que no participamos en política.¿La ida para Nueva York le vino bien en esas circunstancias?Es un viaje temporal, no un exilio. Apenas termine la maestría en escritura creativa en español, en la Universidad de Nueva York, regresaré a Argentina.

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