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Cuatro muertos y 64 carros perdidos: ¿qué pasa en los talleres de Emcali?

Al interior de Emcali habría una red que en los últimos años se dedicó a vender de manera fraudulenta buena parte de los vehículos de la empresa. Informe exclusivo.

17 de abril de 2016 Por: Unidad Investigativa de El País

Al interior de Emcali habría una red que en los últimos años se dedicó a vender de manera fraudulenta buena parte de los vehículos de la empresa. Informe exclusivo.

Detrás del asesinato de cuatro personas en siete meses, relacionadas con el Departamento  de Talleres y Transporte de las Empresas Municipales de Cali, Emcali, habría una red que en los últimos años se dedicó a vender de manera fraudulenta buena parte de los vehículos de la empresa.

Aprovechando la falta de control que ha existido históricamente en Emcali sobre el parque automotor, algunos funcionarios adulteraron actos administrativos, falsificaron firmas, suplantaron identidades para sacar los carros de los talleres y llevaron a remate algunos vehículos que aún tenían vida útil para favorecer a terceros durante la subasta.

Fue solo hasta el mes de agosto pasado cuando, a raíz de las muertes, el entonces gerente Javier Mauricio Pachón ordenó un censo a los vehículos de la compañía, el primero en muchos años, donde quedó en evidencia el robo sistemático contra las Empresas Municipales de Cali.

Y es que de los 664 vehículos que conforman el parque automotor, hoy se desconoce el paradero de al menos 64 de ellos, entre maquinaria pesada, camiones, camperos y motocicletas. Es decir, el 10% de la flota de vehículos de Emcali está desaparecida.

Según el exconcejal Michel Maya, es “un secreto público” que en Emcali hay “redes mafiosas de funcionarios, contratistas y excontratistas” y que a raíz de los asesinatos, “pese a ser de público conocimiento, en la empresa impera la ley del silencio”. 

“Es urgente que los entes ajenos a la entidad hagan las investigaciones para desarticular estos grupos. Los casos más evidentes hoy se presentan con los patios y los vehículos, pero se extienden a otras áreas”, dijo Maya.

Más grave aún; el último acto administrativo firmado en Emcali para vender o dar de baja vehículos se firmó en agosto del 2013, pero El País encontró que desde entonces se han traspasado a particulares en la Secretaría de Tránsito más de 30 vehículos y el último de ellos fue hace un mes, un Montero Mitsubishi.

El modus operandi

Con base en la investigación realizada por El País y promediando los hallazgos, Emcali viene perdiendo en los últimos tres años un carro cada 24 días, sin contar motos ni maquinaria pesada.

Todos ellos traspasados a particulares a través de la Secretaría de Tránsito y aunque se suponía que muchos estaban  en el cementerio de carros de Emcali, actualmente figuran ‘activos’, con seguro obligatorio y el certificado tecnomecánico.

Algunos de esos nuevos propietarios consultados por este diario aseguraron ser compradores de buena fe y que el negocio lo hicieron dentro de la misma empresa. 

“Yo no soy un bandido ni un asesino; si tengo esa camioneta a mi nombre es porque se la compré a Emcali. Ahora, que eran funcionarios corruptos, eso no tenía yo por qué saberlo porque los documentos los firmamos en las oficinas de Emcali”, dijo uno de los propietarios quien pidió no revelar su nombre.

Sin embargo, hay varios casos en los que se evidencia la complicidad de quien vendió en nombre de Emcali y del nuevo propietario por las artimañas utilizadas para ocultarlo.

Entre ellos un camión Ford que hoy circula como grúa en la capital del país y que fue vendido por segunda vez el mismo día del traspaso. Lo mismo ocurrió con una camioneta Toyota que fue traspasada supuestamente por Emcali a un extranjero y que a los cuatro días ya figuraba a nombre de un tercer dueño.

Llama la atención que a varios de esos vehículos se les rechazó el traspaso de Emcali a un particular hasta en tres oportunidades, pero finalmente quienes estaban al frente del trámite lograron su cometido entre dos y tres semanas después.

También varios de esos vehículos que hoy figuran como desaparecidos de las Empresas Municipales, registran en sus certificados de tradición autorizaciones para ser transformados, para cambiarles de color, para regrabaciones  o para ser trasladados y registrados en otros departamentos.

Así ocurrió con una camioneta Toyota que desde agosto del 2014 figura en la Secretaría de Tránsito de Bucaramanga y que tras ser vendida en dos ocasiones hoy circula en Santa Rosa de Cabal, Risaralda.

De acuerdo con las bases de datos consultadas por El País, de esos carros que figuran como desaparecidos en las Empresas Municipales de Cali se encuentran 5 en la ciudad de Bogotá y otros 3 en Popayán, uno de ellos a nombre de un docente de la Universidad del Cauca.

Asimismo, hay 2 carros más de Emcali en Jamundí, 1 en Pereira, 1 en el municipio de Bugalagrande, 1 en Chiquinquirá (Boyacá), el de Santa Rosa de Cabal (Risaralda) y 1 en la ciudad de Armenia (Quindío).

También en el sector de Dapa, en el municipio de Yumbo, hay dos volquetas que desaparecieron de Emcali en diciembre del 2014 y que están trabajando para una empresa de materiales de construcción.

Lea aquí la entrevista con la gerente de Emcali sobre esta denuncia

Implicaciones 

De acuerdo con investigadores expertos en el tema de automotores, lo más grave en este caso no es el robo de vehículos, sino en manos de quién pueden estar estos carros con placa oficial.

No solo porque los carros con placas iniciadas en ONG, ONH, ONI u ONK, entre otras, no tienen Pico y Placa, sino porque los guardas de Tránsito o la Policía de Carreteras saben que son vehículos oficiales y casi nunca los paran en los retenes.

“Un carro de estos, que no sé por qué razón un organismo de tránsito permiten que vaya a manos de particulares portando placa oficial, puede transportar drogas, dinero, armas e incluso personas secuestradas y eludir con alta probabilidad los controles y retenes”, dijo un investigador bajo la reserva de identidad.

Casualmente, hace diez días fue detenida en Bogotá una camioneta con placas oficiales del Congreso de la República en la que fueron encontrados $613 millones que pertenecerían a estructuras criminales que aprovechaban la condición del vehículo para transportar dinero sin despertar sospechas entre Bogotá y otras ciudades del país.

A raíz de esto, la Unidad Investigativa de El País revisó los antecedentes judiciales de 35 de las personas en cuyo nombre aparecen registrados vehículos que se habrían desaparecido de los talleres de Emcali y el resultado es preocupante.

Entre esos nuevos propietarios figuran varias personas que se encuentran indiciadas o condenadas por delitos como fabricación, tráfico y porte de armas de fuego, estafa, favorecimiento de contrabando, fraude procesal y minería ilegal.

Justamente, una de las hipótesis que manejan los entes de investigación en el caso de los asesinatos de las cuatro personas relacionadas con los talleres de Emcali, es una posible negociación fallida con bandas criminales dedicadas a minería ilegal.

Tienen también claro que no todas las personas asesinadas hacían parte de la red y que al menos a tres de ellos se les ordenó la muerte porque descubrieron lo que venía ocurriendo, incluida una quinta persona que fue asesinada en el 2011, William Ángel.

No obstante, uno de los funcionarios asesinados tenía en su haber varias denuncias por estafa.

La actual gerencia de Emcali le ha dado carácter prioritario a estas investigaciones y se espera que pronto se conozcan los primeros resultados.

Otros absurdos

De los talleres de Emcali se desapareció una camioneta Jeep Cherokee blindada que utilizaba, entre otros, el exgerente Carlos Alfonso Potes y luego de algunos días fue encontrada, pero ya se le habían robado el blindaje. Hoy se encuentra en las bodegas de Empresas Municipales.

A nombre de Emcali figura la motocicleta de placas WKE59 que fue retenida tras un accidente el 26 de agosto de 1993 y durante una revisión en el 2006 todo lo que se encontró fue el chasis porque fue desvalijada. Pero debido a la falta de control y monitoreo, las Empresas Municipales le siguieron pagando seguro obligatorio al menos hasta el 2012, por lo que la Contraloría de Cali le inició una investigación.

Entre la maquinaria pesada que se encuentra desaparecida, figura desde un tractor Caterpillar y una grúa de wincher hidráulico, hasta una retroexcavadora y una camabaja para el transporte de transformadores.

La móvil de Atención al Usuario apareció luego como restaurante

[[nid:527579;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/270x/2016/04/denuncia-movil-emcali.jpg;left;{El actual propietario asegura que compró como chatarra e invirtió mucho dinero recuperándolo.Foto: Especial para El País}]]

Hasta diciembre del 2014, este turbo camión prestaba su servicio como Centro de Atención Móvil de las Empresas Municipales de Cali, Emcali, por los distintos barrios y corregimientos de la ciudad.

Tradicionalmente pernoctaba en la sede de la Telefónica en Salomia hasta que los guardas se quejaron porque por su tamaño afectaba la visibilidad en esa sede de las Empresas Municipales y dificultaba las labores de vigilancia.

Todo iba a la perfección hasta que decidieron enviarla al parqueadero de los talleres de Emcali, en la Carrera 8 con Calle 62, frente a la Base Aérea, de donde un día se desapareció sin que quedara el más mínimo registro de quién la sacó, con permiso de quién, la fecha ni la hora.

El funcionario que la tenía a su cargo iba constantemente a encender el motor y la planta eléctrica para evitar daños, hasta el día en que alguien  decidió que el vehículo, modelo 95, iba a ser rematado como chatarra porque ya  cumplió  su vida útil y se desentendió de ella.

Sin embargo en el censo ordenado en el mes de agosto pasado la camioneta apareció en el listado de vehículos perdidos de la empresa y luego de que el funcionario a su cargo buscó por toda la ciudad, la encontró en el barrio La Flora ya no como unidad móvil sino como restaurante.

La sorpresa es que cuando la Policía abordó el vehículo, este tenía la misma placa y ya la tarjeta de propiedad y todos los documentos estaban en regla y figuraban a nombre de un particular.

El País habló con el nuevo dueño, quien aseguró que el carro le fue adjudicado, que el llevó los documentos a la Secretaría de  Tránsito y que luego de varios días y de verificar la veracidad de los mismos le entregaron el vehículo que compró.

“Yo, primero que todo, no hice el negocio debajo de un palo de mangos ni le puse una pistola al de la Portería para que me entregaran el carro; el negocio se hizo en Emcali y con funcionarios de Emcali. Los papeles y las actas de adjudicación las dio Emcali”, aseguró el comerciante.

Insistió en que si hubiera sospechado algún viso de ilegalidad, no hubiera hecho ningún negocio y mucho menos hubiera puesto el carro a su nombre porque es una persona que tiene un reconocimiento en un sector del comercio de la ciudad.

Como él, varias de las personas que tienen carros a su nombre aseguraron que fueron a los mismos talleres de Emcali a ver previamente el carro que iban a comprar.

Vactor se vendió a precio de chatarra

[[nid:527581;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/04/denuncia-vactor-emcali.jpg;full;{El camión Vactor que se remató por chatarra es un vehículo similar al que aparece en esta fotografía.Foto: Archivo El País}]]

Entre los casos que han despertado sospecha sobre los conceptos entregados por funcionarios de Emcali para el remate de vehículos, aparece un camión vactor utilizado para el mantenimiento y limpieza de sistemas de alcantarillado.

Este vehículo fue rematado como chatarra a través de un banco por un valor de $11 millones, cuando en el mercado de carros usados tiene un costo superior a los $400 millones.

Lo paradójico es que luego de que este camión ya no le servía a la empresa porque supuestamente ya había cumplido con su vida útil, el vehículo siguió trabajando en la ciudad de Cali e incluso, ha prestado servicios como contratista dentro de la misma Ptar, según denunciaron funcionarios de Empresas Municipales.

Este es un caso distinto al de los vehículos hurtados porque el acta de adjudicación de este vehículo es legal y fue emitida por Emcali. Sin embargo se investiga si hubo irregularidades al momento de definir las condiciones del camión para llevarlo a remate.

 

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