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¿Cuál es la situación real del MÍO? Presidenta de Metrocali habla antes de dejar el cargo

Los días de María del Pilar Rodríguez en Metrocali están contados. Dice que se siente agotada y que ya es hora de un relevo. Habla de sus logros y pendientes.

21 de julio de 2013 Por: Margarita Rosa Silva, reportera de El País

Los días de María del Pilar Rodríguez en Metrocali están contados. Dice que se siente agotada y que ya es hora de un relevo. Habla de sus logros y pendientes.

La renuncia de María del Pilar Rodríguez, presidenta de Metrocali, no es negociable. Aunque el pasado lunes, cuando pasó la carta, el alcalde Rodrigo Guerrero le pidió que se quede unos días más, lo cierto es que Rodríguez se siente “agotada” y piensa que ya es necesario dedicarle tiempo a sus tres hijos.Quizás porque se va, se arriesgó a admitir varias cosas: como por ejemplo, que es necesario revisar el contrato con la Unión Temporal de Recaudo y Tecnología UTR&T, que se encarga de recaudar el dinero que le entra a Metrocali: es hora de que la empresa retome el manejo de su dinero, asegura.¿Cuál es el balance de Metrocali hoy?Es un balance positivo. Creo que hemos avanzado. Hay mucho por mejorar, pero creo que hay una ruta clara para cada cosa. Y eso es importante. Es decir, por ejemplo está en construcción la terminal de Valle del Lili: cuando yo llegué no se sabía dónde se iba a hacer, no habían diseños, no había nada. Hoy ya hay un supervisor que tiene claro dónde se va a construir, qué tiene qué hacer, en qué fecha va a contratar los diseños, cuándo empieza la edificación. Es decir, cada cosa tiene un cronograma y una salida. En operación, tenemos identificadas las cosas que para nosotros son más complejas, como la regularidad. Hay un diagnóstico de por qué no somos capaces de tener una buena regularidad y en eso están involucrados operadores, contratistas, capacidad en el centro de control, tecnología. Entonces yo diría que por lo menos tenemos un buen diagnóstico, conocemos nuestros problemas, sabemos qué hay que hacer por mejorar. Unas soluciones son rápidas y otras se demoran, pero estamos trabajando. ¿Al fin cuándo se va?Estaré aquí hasta que el Alcalde lo considere pertinente, pero él sabe que yo quiero irme a descansar. No tengo una fecha clara: si la tuviera se la daría. El Alcalde tampoco la tiene. Cuando sepamos cuándo sale el Conpes, tal vez ahí podré dar una fecha. Yo renuncié y sé que me voy, no va a pasar mucho tiempo, porque no es bueno para el sistema esta incertidumbre.El MÍO tiene muchos problemas. ¿Por qué irse justo ahora que el masivo tiene una situación financiera crítica? Yo sé que no es el mejor momento de irse para el sistema ni para la empresa, pero sí es el momento personal.¿Cuál es la razón de su renuncia?Pienso que es hora de hacer un relevo. Estar en Metrocali es un sacrificio personal muy grande. Es una excelente oportunidad profesional para una persona como yo a quien le encanta el transporte público, con el grupo de gente que me rodea, con el Alcalde que tengo como jefe. Pero personalmente es muy duro. Llega un momento en que uno se agota. Sobre todo por mi familia, por mis hijos. Los periodistas nunca entendieron que yo no podía salir a las 6:30 a.m. a hablar en radio y ellos creen que yo tengo la obligación de hacerlo justo a esa hora. Todavía me critican por eso, pero yo trataba de sacarle un tiempo a mis hijos. No es fácil, porque si uno está tan comprometido con este trabajo como lo estoy yo, esto es siete días a la semana, 24 horas.Muchas veces le pregunté por problemas puntuales del sistema y usted decía que tenía limitaciones jurídicas o de otro tipo. ¿Se sintió muy atada de manos durante su gestión?Sí, hay muchas cosas en las que uno sabe cuál es la solución, pero no puede aplicarla por razones jurídicas, por contratos que ya fueron firmados o por cosas que se hicieron mal en el pasado. Pero eso no es excusa, hay mucho que uno sí puede hacer y estamos haciendo.¿Cuáles deben ser las prioridades de quien llega a reemplazarla?Lo principal es llegar al punto de equilibrio financiero de los operadores, es decir, aumentar la demanda de pasajeros. Otro es la integración con los municipios vecinos y otro más, la integración con las gualas (transporte de ladera). Obviamente esto va en compañía de la reestructuración del colectivo (sacar los buses tradicionales de las calles) y terminar lo que hace falta en materia de infraestructura, como la terminal Valle del Lili, la de Aguablanca y la de Calima, y las estaciones intermedias del Centro y la de Guadalupe. A mediano plazo, hay que revaluar el modelo financiero de la concesión con los operadores y con la UTR&T y probablemente hacer una renegociación de los contratos. También hay que trabajarle duro a la cultura ciudadana.Si usted tuviera que señalar sus mayores logros, ¿cuáles destacaría?Lo más importante es haber convertido a Metrocali en una empresa preparada técnicamente y reconocida desde afuera como una entidad que tiene credibilidad. Hoy los contratistas, proveedores y el Gobierno Nacional así lo reconocen. Eso nos garantiza que podemos seguir haciendo las cosas bien a futuro, y eso es un logro que no ven los usuarios. Muchos de ellos –como nos escriben todo el tiempo en el Twitter– piensan que acá no sabemos lo que estamos haciendo, pero estoy tranquila porque hay un buen equipo que trabaja coordinado y tiene una meta clara. Eso anteriormente no era así.Otro logro es la coordinación con las otras dependencias. Antes, el presidente de Metrocali no hablaba con el Secretario de Tránsito. No había coordinación con Planeación, con Infraestructura, con Gobierno. Entonces lograr coordinarnos ha sido importante.Están también los logros del sistema como tal. Por ejemplo, en aumento de demanda: comenzamos con 340.000 pasajeros y hoy hemos llegado a 530.000, eso es un aumento como del 60 %. Teníamos 540 buses y hoy tenemos 868, a pesar de que salen a operar 700. Tenemos una cobertura del 90 %, cuando antes teníamos el 70 %. Eso habla del avance en la implementación. Hoy a nadie le queda duda de que el MÍO llegó para quedarse en Cali.Hay quienes critican que Metrocali no ha multado a los operadores (dueños de los buses) por sus incumplimientos. Dicen que tienen un acuerdo de “hagámonos pasito”…Yo no creo eso. La mano dura más fuerte que han tenido los operadores ha sido con esta administración. Además, pasito no nos estamos haciendo (risas). Varios de ellos nos tienen demandados y nosotros estamos tratando de modificar el contrato para poderles imponer multas. Es una relación de respeto. Pero usted lo decía, yo estoy maniatada porque la ley no me permite ajustarlos, pero no estamos quietos. Estamos tratando de modificar el contrato de mutuo acuerdo y poderlos multar. El contrato con la UTR&T ha sido muy polémico y en varias ocasiones se ha dicho que es más el daño que le hace a Metrocali que el bien… ¿Cree que revisar ese contrato es una de las prioridades para el presidente nuevo?Sí. El recaudo es la caja del sistema. Ningún tendero entrega la caja registradora de su tienda. Así como el Municipio recobró su caja al disolver el contrato con Sicali, yo creo que en los sistemas de transporte masivo el ente gestor debe ser quien defina el control de los gastos y del recaudo. Eso implica una revaluación grande, que no se hace de un día para otro, pero hay que empezar a pensar en eso. Uno de los operadores se acogió a la Ley de Insolvencia. ¿Cuál es la real situación financiera del MÍO hoy?Metrocali como empresa está muy bien. Cuando yo llegué tenía $2000 millones de déficit. Hoy no nos gastamos un peso más del que tenemos y a medida que van aumentando los pasajeros, obviamente a Metrocali le entran más recursos. Somos una empresa estable, con un buen balance. Otra cosa son los operadores. Ellos están en una situación difícil: en cuidados intermedios, pero estables y con buen pronóstico.Para aliviar la crisis de los operadores se está adelantando un documento Conpes con la Nación por $90.000 millones. ¿En qué va eso?Espero que esté listo a mediados de agosto. En unas dos semanas deberían estar haciendo una reunión de aval fiscal para definir un cronograma de aportes de la Nación. El Conpes tiene una ruta clara y mi salida para nada debe impactarla. Su aprobación depende de la voluntad política del Gobierno Nacional y esa voluntad existe, independientemente de que yo esté.La construcción del Miocable está suspendida desde el año pasado. Usted se muestra optimista y dice que en diciembre han retomado las obras, pero otros no lo ven tan sencillo...Lo que retrasaría el proceso es que alguna de las partes objetara el peritaje, que sale esta semana. Pero lo que realmente atrasa estas cosas son las ganas de pelear. Y hoy ambas partes tenemos ganas de resolver el conflicto. Hay buena voluntad. Vamos por buen camino. La negociación entre los operadores y los pequeños transportadores es otro pendiente. La Personería le hizo un llamado para que usted medie el diálogo. ¿Se va a retomar? La Personería me llamó a que me sentara con ellos y así lo haré, o en tal caso, el nuevo presidente lo hará. Pero yo siento que es una charla poco fructífera. Sin embargo nunca me he cerrado a hablar. De hecho la vez que lo hicimos salieron cosas buenas.Entiendo que a veces piden imposibles. Pero también se quejan de injusticias, como que los operadores no les pagan los buses...Es cierto. Cuando conversamos con ellos nos dimos cuenta de que no los estaban contratando si no tenían menos de 40 años y cambiamos eso. Decían que uno de los problemas para conseguir trabajo eran las multas sin pagar, entonces les ayudamos. Pero hoy es un problema de plata, entonces hago más adelantando el Conpes para conseguir recursos para comprarles los buses, que sentándome a discutir un millón de cosas. ¿En qué quedó la integración del MÍO con otros municipios?Esa es una de las frustraciones que tengo porque avanzamos mucho rápidamente y luego el Ministerio de Transporte nos envió una directriz de que paráramos todos los convenios intermunicipales, porque ellos van a sacar un decreto al respecto. Estaban preocupados por que no se fuera a impactar negativamente a los transportadores intermunicipales. Ya íbamos muy avanzados con Yumbo y creo que ese caso se podría destrabar. Actualmente la percepción que los usuarios tienen del MÍO es bastante negativa, especialmente por el mal servicio...Lo que teníamos antes con los buses del colectivo tradicional era una cosa terrible desde el punto de vista de contaminación y de informalidad del sector. Pero en otros aspectos tenía un excelente servicio, porque uno tenía una ruta que lo llevaba rápido a todas partes. Cuando el MÍO se diseñó era una red de transportes muy bonita, pero con una reducción en el nivel de servicio en términos de tiempos de viaje. A eso se suma que tenemos problemas con la flota. Hay que mejorar el servicio del MÍO, pues si la percepción sigue siendo tan mala, la gente no se monta en el sistema y compra carro o moto, o se monta en el pirata. Los transportadores pequeños que aún circulan le han propuesto reorganizarse en el Oriente...Esa es una de esas cosas en las que uno tiene las manos atadas. Esa posibilidad implica renegociar los contratos con los cuatro operadores porque no va a salir más plata: es la misma bolsa que voy a recoger, pero ahora no solo la tengo que repartir entre los cuatro operadores sino además entre los del colectivo. La demanda aumentaría, pero los operadores tendrían que aceptar que entraran unos operadores nuevos. No es tan fácil: nos gastaríamos al menos un año cambiando el contrato y contratando gente que los pueda controlar. Prefiero buscar soluciones definitivas.¿Cuándo va a tener el MÍO su flota completa?Los 911 buses del sistema deberían haber estado antes de que yo llegara a Metrocali. Hoy el único que tiene todos los vehículos comprados es Blanco y Negro. Los que deben buses no los van a tener inmediatamente. Hay uno que ya tiene la orden de compra, así que llegarán en unos nueve meses. Esa capacidad transportadora la estamos supliendo con los buses naranja (buses del colectivo adecuados para alimentar al MÍO). La idea es llegar a 240 de ellos: hoy tenemos 19 circulando con cuatro rutas y 38 en trámite. Hay quienes dicen que su salida se debe a que tiene una investigación en la Procuraduría porque no tenía la tarjeta profesional cuando se posesionó... Sí tengo esa investigación, pero no tiene nada que ver con mi salida. De hecho tengo muchas investigaciones. Yo había pedido ya la tarjeta profesional cuando me posesioné y en marzo, dos meses después, me la dieron. Pero eso es una cosa absurda: en el 2003 salió una ley que decía que la experiencia profesional se acreditaba a partir del momento en que uno sacaba la tarjeta profesional. Yo me gradué en el 98, ¿entonces esos cinco años de experiencia dónde quedan si no tenía tarjeta profesional? Nunca la saqué porque para lo que yo hago no se necesita. No quiero ser pretenciosa, pero no creo que haya en Cali una persona que tenga la experiencia y la educación que yo tengo para asumir este puesto. Y que digan que porque no tenía esa tarjeta no tenía las capacidades, no tiene sentido. ¿Qué perfil de persona debería reemplazarla cuando se vaya?Creo que se necesita alguien comprometido con la ciudad. Pero específicamente, alguien con muy buenas capacidades gerenciales, especialmente en lo financiero, porque los problemas más graves que tiene hoy Metrocali son de esa índole. Que sepa sobre mecanismos de financiación, créditos, renegociaciones de contrato. Así que puede ser un buen financiero, o un buen abogado. Creo que no es necesario una persona con amplio conocimiento en transporte. ¿Cree que hay personas que pueden quedar defraudadas con su renuncia?Puede ser. Pero yo pienso que he dado el 100 %, creo que logré mucho. Pero es distinto cuando uno está aquí sentado, tal vez desde afuera se ve mucho más sencillo.

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