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¿Cómo ser más asertivo a la hora de elegir qué hacer?

Según el padre Alberto Linero, la razón por la que decidir muchas veces se vuelve tan difícil es porque siempre se tiene la sensación de estar equivocándose al elegir.

22 de julio de 2014 Por: Redacción de El País

Según el padre Alberto Linero, la razón por la que decidir muchas veces se vuelve tan difícil es porque siempre se tiene la sensación de estar equivocándose al elegir.

No importa qué tanto haya estudiado, los años que haya vivido, lo espiritual, disciplinado y perfeccionista que sea, tomar decisiones no es fácil. Menos cuando un ‘Sí’ o un ‘No’ definirán un capítulo importante de su vida. Según el padre Alberto Linero, la razón por la que decidir muchas veces se vuelve tan difícil es porque siempre se tiene la sensación de estar equivocándose al elegir. “Nadie tiene la garantía de que la decisión que va a tomar es la mejor, la correcta. Siempre hay una duda latente”, dice el religioso en su libro ‘El poder de las decisiones’. Lo malo es que esa sensación es la que lleva a las personas a quedarse en una zona de confort y en ocasiones a decidir cosas importantes de su vida basados en las experiencias de otros, imitando modelos. También, dice el padre Linero, decidir se torna difícil cuando no se tiene claro qué es lo que verdaderamente se quiere en la vida. “Pero equivocarse es una decisión, y eso no hace a nadie malo e inútil, solo un ser humano”, asegura Linero, quien comparte reflexiones que todos deberían hacer ante una decisión que puede darle un giro decisivo a su vida.Tenga un ideal de vidaPara tomar una decisión tiene que saber cuál es el mundo que quiere construir. A qué le está apuntando en uno, dos o hasta diez años. Las decisiones no se toman sin la referencia al futuro, la consecución de objetivos y la realización de unos planes. Siempre hay que tener claro hacia dónde quiere ir para saber qué tipo de decisiones se necesitan para alcanzar esa meta.Compare opcionesJamás tome una decisión sin hacer un buen análisis. Es necesario revisar de abajo arriba la realidad. Luego haga un proceso de comparación entre las opciones que se le presentan y escoja la más favorable. No se deje obnubilar por las emociones, pues muchas veces le hacen perder el sentido de la realidad y no permiten tener en cuenta el futuro. Su decisión tiene que tener una razón de peso.Firmeza en el carácterBien dicen que quien no tiene carácter no llega a ninguna parte porque termina perdiéndose en el laberinto de los caminos de la vida. Además de tener claro hacia qué punto conducir su proyecto de vida debe estar firme ante los obstáculos a los que posiblemente se enfrentará. El carácter es esa solidez con la que una persona es capaz de sostener las decisiones que ha tomado, así estas en corto o largo plazo le traigan momentos difíciles. Hay decisiones que en el presente causan dolor, tristeza, y que tienen mucho sentido en el futuro, pero tomarlas exige carácter. No por evitar el dolor presente se puede comprometer el mañana.Supere los temoresSi deja que el temor se apodere de usted, sus decisiones estarán más cerca del fracaso, porque lo que verá es una realidad distorsionada por todos sus miedos. Está comprobado que a mayor generación de miedo, mayor es la posibilidad de equivocarse. La buena decisión es consecuencia de la capacidad de confianza en sí mismo, de conocerse, aceptarse y amarse.Asuma las consecuenciasToda decisión tiene una consecuencia. Es una ley de la condición antropológica, siempre habrá acción- reacción. El primer afectado es usted, el segundo su círculo más cercano (familia, amigos). Por eso hay que tener el corazón abierto para incluir a las personas más cercanas en el análisis de su decisión, pero sin olvidar que la decisión siempre es personal.Eficiencia personal Muchas veces una decisión lleva a otra, porque todo en la vida de una persona, quiéralo o no, está interrelacionado, nada está suelto en el camino. Por eso la vida no se puede construir de improvisaciones, y no se pueden tomar decisiones que satisfagan en un solo momento, porque traerá consecuencias que se deberán asumir toda la vida. Tampoco las decisiones se pueden quedar en el orden personal sin que nadie las pueda constatar y comprobar. Deben transcender en obras, empresas y acciones bien constatadas. Es necesario mostrar resultados, los cambios que se generaron a raíz de su decisión y la diferencia entre el pasado y el hoy.Siempre habrá una nueva decisión Así como siempre habrá un nuevo día para empezar de nuevo, para hacer crecer los sueños, así mismo hay decisiones a través de las cuales puede mejorar el mundo que usted se ha creado. Hay que estar en constante autoanálisis y decidir qué es lo que se puede hacer para que las cosas tengan más sentido. Algunas veces toca decir ‘Me equivoqué en mi primera decisión y no puedo continuar con ella’. Eso no lo hace fracasado ni lo convierte en alguien irresponsable, todo lo contrario, usted se conoce tan bien que sabe que ha errado.Tipos de decisionesUrgentesSon decisiones que no dan espera. Las circunstancias exigen una respuesta inmediata. Hay que tomar la decisión de manera rápida, pero con cuidado, y para eso hay que tener una buena capacidad intuitiva. ImportantesSon las que pueden ocasionar un impacto grande en la historia de su vida. Estas decisiones tienen que ser tomadas con total tranquilidad y serenidad, sabiendo todas las consecuencias que de ellas se derivan. VitalesHay algunas que sostienen al hombre en la existencia, porque a través de esas decisiones se satisfacen necesidades básicas como: dormir, comer, hablar, escuchar.... FundamentalesSon las que tienen que ver con el sentido de la vida. Tal vez no son urgentes, ni vitales en sentido concreto, pero son las que llenan de ‘combustible’ el corazón. Ejemplo, decisiones con respecto a las relaciones de pareja, casarse o no, si tener o no hijos. Pero para ello hay que alcanzar la madurez emocional, de lo contrario no se toman las decisiones más acertadas. Tenga en cuentaLas decisiones acertadas no solo vienen de una mente fría, dice el padre Linero. “Las emociones y la razón no son como el agua y el aceite, sino que están íntimamente relacionadas a la hora de tomar una decisión. Nadie toma una decisión enteramente emocional o enteramente racional”, añade. Investigaciones recientes llevadas a cabo en el campo de la neurociencia han demostrado que una persona muy inteligente, que sepa conservar la mente fría y mantenerse al margen de sus emociones, comete una sucesión continua de desaciertos en el momento de tomar una decisión.No le dé el poder a los demás de decidir por usted. No caiga en la tentación de construir la historia de su vida idealizada desde el “si yo hubiera hecho”.El verdadero proceso de decisión es también un proceso de renuncia. “En cada decisión hay algo que dejo, que abandono, sea real o virtual, en construcción o ya hecho”, dice el padre Alberto Linero en ‘El Poder de las decisiones’. Una decisión tomada a medias, es decir, sin la renuncia que implica, es un fardo pesado cuya renta llegará en algún momento de la vida a pasarle factura.

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