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Circunvalar, vía al despilfarro

Antes de que se derrumbara la primera piedra sobre la Avenida Circunvalación, esta vía parecía predestinada a recorrer un tortuoso camino de obstáculos que le cierran el paso casi una década después de estar en servicio.

25 de julio de 2010 Por: Alda Mera | Redacción de El País

Antes de que se derrumbara la primera piedra sobre la Avenida Circunvalación, esta vía parecía predestinada a recorrer un tortuoso camino de obstáculos que le cierran el paso casi una década después de estar en servicio.

Antes de que se derrumbara la primera piedra sobre la Avenida Circunvalación, esta vía parecía predestinada a recorrer un tortuoso camino de obstáculos que le cierran el paso casi una década después de estar en servicio.En un tramo que no sobrepasa los cuatro kilómetros, entre Cristales, Tejares y El Mortiñal, la Avenida ha tenido problemas no sólo por lo complejo de su topografía, que ha derivado en deslizamientos, derrumbes, cierres y obras de mitigación, lo que le ha generado sobrecostos desde que se inició su construcción en 1998. Hasta la fecha la vía ha costado más de 21.000 millones de pesos, sin contar la compra de predios y el nuevo muro por construir.Entre las causas de los sobrecostos están los contratos adicionales que las firmas ejecutoras solicitaron para solucionar las dificultades encontradas sobre la marcha de la construcción y el dinero perdido por líos jurídicos (recuadro). El geólogo Samuel Almeira sostiene que la Avenida Circunvalar está construida sobre “una geología compleja de rocas sedimentarias dispuestas en capas una sobre otras, estructura que es susceptible de deslizamientos, y combinadas con fracturamientos o diaclasas, que originan desprendimientos de material rocoso”.Alejandro Palacios, quien fue asesor de Valorización en la licitación, explica que el problema se debe a que “la obra nunca tuvo estudios geológicos, nunca hubo previsión para construir zanjas de coronación, drenajes ni provisión para comprar los predios y poder hacer los taludes”.Palacios, actual ingeniero consultor, fue quien en ese entonces debió hacer los estudios “sobre la marcha de la construcción”, ante la necesidad de solucionar los imprevistos y “se avanzó a medida que se iban consiguiendo los recursos”. O a medida que se presentaban los problemas. Aunque Almeira admite que el trazado de la vía es “un tanto forzado” para tratar de adaptarlo a las condiciones del terreno, aclara también que “en ingeniería no es que no se puedan hacer las obras, sino que hay que hacerlas completas y aquí faltaron obras de mitigación y protección como el terraceo, drenajes de agua, muros y mallas de contención”.Fuentes del equipo técnico actual de la Secretaría de Infraestructura y Mantenimiento Vial afirman que los estudios previos de la obra “no es que hayan estado mal hechos, pero sí fueron insuficientes”. Por eso, durante la construcción empezaron los primeros derrumbes, por lo cual fue necesario rediseñar taludes, terraceos, canaletas y otras obras complementarias, que aumentaron los costos porque no fueron contempladas en su diseño inicial. “Se pensó en replantear el trazado para mejorar la estabilidad de la vía, pero los habitantes de Los Cristales y Tejares se opusieron a que la Avenida pasara por ahí y habría sido necesario hacer cortes más altos”, recuerda Palacios, refiriéndose al primer cierre de la obra por siete meses antes de ser terminada y dada al servicio.Fue cuando se declaró la urgencia manifiesta y se contrató a la firma de Eduardo Calderón para realizar el muro de contención frente al Edificio El Alcaraván, con un costo de $1.500 millones. Sin embargo, ese muro ahora ha cedido a los derrumbes y algunas de sus estructuras de drenaje han sido arrastradas por los derrumbes. Clara Inés Ospina, residente de Los Cristales hace quince años, dice que ve “con preocupación que toda esa montaña se va a derrumbar y nadie hace nada para solucionar ese problema. Desde que la inauguraron la obra estuvo meses paralizada y cerrada unas ocho veces”.Los ingenieros consultados coinciden en que la vía es vital para la ciudad. Y lo ratifica el subsecretario de Infraestructura y Mantenimiento Vial, Néstor Martínez. “Esta es una vía indispensable y ha sido una opción a la movilidad de la ciudad y la administración que tomó la decisión de construirla hizo lo correcto, sólo vamos a solucionarle su punto vulnerable”.Sobrecostos jurídicosAdemás del dinero invertido por la Secretaría de Infraestructura y Mantenimiento Vial desde hace 12 años en la construcción y solución de los problemas técnicos de la vía, el Municipio ha debido pagar sobrecostos en razón de las demandas y reclamaciones de las demoras derivadas de las acciones legales interpuestas por la comunidad y durante la compra de predios.La firma constructora Equipos Universal, ejecutante del primer tramo, demandó reclamando sobrecostos por las obras adicionales que debían hacer, mientras Valorización alegaba incumplimiento del contrato. El proceso llegó a un Tribunal de Arbitramento, que falló siete meses después en favor de Equipos Universal, que luego cedió su contrato a Edgardo Navarro Vives, que la terminó con un sobrecosto de 6.000 millones de pesos, tanto por las obras adicionales de mitigación de derrumbes como por la paralización de la obra. Además, los habitantes de El Mortiñal no aceptaron las obras de revegetalización propuestas para estabilizar la vía y reclamaron muros de cemento en el corte junto a sus casas.Los sobrecostos del segundo tramo se debieron a la crisis económica del Municipio en 2000, que no tuvo cómo pagar a la firma constructora a tiempo y la obra sufrió cuatro suspensiones para una demora de nueve meses, lo que subió los costos. Así la Avenida Circunvalación ha costado 21.000 millones de pesos. Y todavía falta.

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