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Cinco años delirando con la salsa

La ecuación Salsa+Circo+Orquesta cumple cinco años con 157 shows a cuestas y más de 188.000 espectadores. Detrás de las luces hay una industria cultural que se alista para llegar al cine.

29 de mayo de 2011 Por: Redacción de El País

La ecuación Salsa+Circo+Orquesta cumple cinco años con 157 shows a cuestas y más de 188.000 espectadores. Detrás de las luces hay una industria cultural que se alista para llegar al cine.

Delirio, el espectáculo visual y sonoro donde la salsa es la reina, cumple cinco años con la nada despreciable cifra acumulada de 188.000 espectadores. Todo empezó “como un deuda que teníamos con Cali”, expresa Andrea Buenaventura, quien junto a Eleonora Barberena, Ángela Gallo y Liliana Ocampo se dio a la tarea de poner en escena el talento que había en los barrios de Cali, “lo mezclamos con la orquesta y el circo para hacer un show más universal, más mágico”, señala Buenaventura. Delirio empezó un viernes de mayo de 2006, en la Carpa de la Escuela Circo Para Todos. Con la banda propia, con las acrobacias de los artistas del circo, con la estrechez del lugar y la magia de Swing Latino y de El Mulato, vestimentas fabricadas por ellos mismos, con los sonidos de Harold Ordóñez y los discos de Richard Yori, con las coreografías y la dirección escénica de Carlos Trujillo.Empezó tímidamente, como un show de corta temporada, pero su éxito fue tal que se institucionalizó como el programa del último viernes de cada mes en la Sultana del Valle. Inicialmente las compañías salseras de la ciudad presentaban sus coreografías, acompañadas de la música de la orquesta y al tiempo los artistas de circo hacían sus acrobacias. Luego empezó a verse la necesidad de crear historias y así llegaron ‘De 33 a 45 R.PM.’, ‘Pasos de libertad’, ‘Orula’ y ahora, para la celebración de las bodas de madera: ‘Bombo’. Este último show “es una exaltación Pacífico que empieza a través del sueño de un joven, quien guiado por una Diosa de la Danza, nos va mostrando la danza y costumbres de los pueblos del Pacífico hasta llegar a Cali con su rumba en Juanchito”, explica Victoria Jaramillo, bailarina de la compañía Rucafé y coordinadora de este montaje donde también interpreta a la llamada ‘Diosa de la danza’. Y así, como un sueño de cuatro mujeres, empezó este show detrás del cual se mueven 450 personas entre artistas y personal de logística y producción, que vincula a 33 empresas y que cada seis meses muestra un nueva historia en escena. Detrás de las luces y los aplausos el espectáculo guarda una misión social a través de la Fundación Delirio, creada en 2007 para “hacer del arte del baile una profesión y que cada escuela se convierta en industria cultural, solo que Delirio es un trampolín”, explica Buenaventura. Además del reconocimiento que el show ha tenido a través de publicaciones como The New York Times y sus giras por el continente europeo, Delirio se prepara para dar un paso en su crecimiento: tener su propia película. Esto gracias a una coproducción colombo-española, bajo la dirección de Chus Gutiérrez, quien viajó desde España para conocer el show. “Es imposible ser de Cali y desconocer lo que es Delirio para la ciudad. Significa identidad, industria, es la cúspide que reune muchos deseos en términos de la cultura de la región. Y Delirio es un matrimonio perfecto entre música y cine”, explica Diego Fernando Ramírez, quien tuvo la idea de la película y que hará parte de ella con su productora 64-A Films. La película se hará en las entrañas de Delirio, en su carpa, con sus bailarines, y servirá para ambientar la historia de amor entre Javier, un médico español, y Angie, una bailarina, personificados por los actores Alberto San Juan y Carolina Ramírez. Ahí el amor deberá enfrentar pruebas como la distancia y el reto de una mujer, que es la coreógrafa de un espectáculo, el cual será de película a partir de febrero de 2012, cuando se inicie el rodaje.Artistas integralesSi hay algo que tienen claro los artistas que llegan a Delirio es que ese no es final del camino. Que a pesar de haber ganado una audición para hacer parte de la nómina de bailarines, acróbatas o músicos del espectáculo de salsa más grande de Surámerica, ninguno es un producto terminado.Pisar el escenario de esa carpa de circo se ha convertido en el mayor incentivo para reinventarse constantemente como artistas. En Delirio el músico quiere ser bailarín; el bailarín desea ser artista de circo, e incluso se ha presentado el caso de malabaristas que terminan moviendo sus pies al toque del timbal con mucha destreza. Fabián Hoyos es el mejor ejemplo de esto. Él, experto en volar sobre el escenario enredado entre lazos de tela y en caminar sobre zancos, se dejó contagiar por la magia de la salsa y se inscribió en una de las escuelas de baile. Hoy es el protagonista de uno de los actos más aplaudidos de Delirio: el zanquero que hace bailar a un muñeco salsero en el número de ‘El títere’. “Nunca me sonó descabellado la fusión de circo, salsa y orquesta, porque el circo tiene todos los elementos mágicos del aire, de las acrobacias, de los equilibrios y con ese otro elemento mágico de los bailarines, pensamos que era una buena ecuación, una buena mezcla y día tras día el público lo fue ratificando”, asegura Fabián, quien lleva vinculado a Delirio desde su fundación y hace parte también de Circo para Todos. La campeona mundial de la salsa Viviana Vargas es otra prueba fehaciente de que a Delirio se viene aprender. Al swing de su cintura y sus piernas, admirado por extranjeros en las competencias mundiales de baile, le sumó flexibilidad a su cuerpo para ascender por lazos de tela y quedar sostenida en estos a metros de altura del escenario. Lo mejor de todo es que de esas ansias permanentes de los artistas por perfeccionar su talento o explorar alguno nuevo, la Fundación Delirio es cómplice. Por eso no dudaron en capacitar a la orquesta en percusión folclórica para el nuevo espectáculo ‘Bombo, una oda al Pacífico’. “Aprendimos a tocar instrumentos nativos del floclor pacífico colombiano, como el bombo, los cununos, los guasá, la marimba”, cuenta Alex Torres, vocalista de la orquesta Cali Show, quien para esta nueva producción escénica también recibió clases de actuación, para lograr un mejor ensamble con los bailarines.Darle rienda suelta a la imaginación es otra de las cosas por las que los 300 artistas de Delirio viven agradecidos. “Antes los bailarines hacíamos era colchitas de retazo, creábamos coreografías unas tras otras, pero aquí en Delirio le hemos podido dar un hilo conductor y desarrollar no sólo coreografías sino obras enteras con toda una historia y explorar nuestra creatividad”, sostiene Victoria Jaramillo, la Diosa de la Danza en el nuevo montaje (foto central).Los pies de ‘el resortes’ colombiano, Carlos Paz, afirman esto. Con cada uno de sus números, primero ‘El Fantasma’ y luego la competencia generacional que hace junto a Santiago Ayala, el bailarín solista de tan sólo 10 años, da cátedra de que la innovación es ingrediente indispensable en la carrera de un artista.Y Santiaguito lo aplica. En los cuatro años que lleva hipnotizando al público con sus pasos, ya tiene algunos de su autoría, convirtiéndose así en una promesa de la salsa.Exportación caleñaLa ecuación Salsa+Circo+Orquesta se ha convertido en la más innovadora de las fórmulas para exaltar el papel del bailarín caleño. “Sin Delirio los bailarines estaríamos presentándonos de un sitio a otro, pero en cambio hemos viajado por todo el mundo: Panamá, España, Francia, Holanda y Londres”, comenta Carlos Paz.Después de giras por Europa, Quito, China y presentaciones en Bogotá, Manizales, Pereira y Cartagena, el espectáculo se ha convertido en el mejor embajador de la cultura caleña. Por algo, a comienzos de este año, el periodista del New York Times Lionel Beehner manifestó que Cali era uno de los 41 destinos que deberían visitarse en este 2011 y dentro de los planes en la ciudad, acudir a un show de Delirio era parte del disfrute en la Sultana del Valle. Ese artículo dio lugar para que la BBC de Londres le dedicara un espacio en su portal web al artículo ‘Colombian dance group Delirio spreads Cali-style salsa’ (El grupo Delirio expande la salsa caleña), en el que destaca las bondades de este espectáculo, que refleja la pasión de Cali por este género musical.Y es que además de su carpa, ubicada junto al Parque del Amor, Delirio se ha dado el lujo de presentarse en exclusivos escenarios del mundo como la Plaza de San Francisco en Quito y la Embajada de Colombia, en Ecuador; así como en la Embajada de Colombia en China. Pero además de volver a centrar la mirada del caleño en su cultura musical, Delirio ha sido responsable de que cada último viernes de mes la venta de tiquetes aéreos con destino a la ciudad incrementen. Es así como las agencias de viaje ya incluyen entre sus paquetes turísticos a Cali, la entrada al show de salsa. Adicionalmente, el espectáculo se ha dado el lujo de tener durante una semana, en los días de la Feria de Cali, a artistas de la talla de Henry Fiol, Adalberto Santiago o Yuri Buenaventura. Sin embargo, los organizadores son conscientes que el público quiere ver bailarines y por eso para fechas como octubre o fin de año, se varían algunos de los cuadros escénicos.Pese a su proyección y calidad que lo hacen un producto digno de exportación, no todo es color de rosa para este show, la carga tributaria que tiene la industria cultural en el país, 27 por ciento más que otros sectores de la economía, no es una noticia alentadora para el espectáculo de Delirio. “No reclamamos del Estado un apoyo económico porque somos una fundación sin ánimo de lucro, lo que pedimos es que fortalezca el insumo, que son los artistas, en protección social, así como lo tiene el deportista, y que la legislación pueda cambiar un poco para favorecer a las industrias culturales”, solicita Buenaventura.

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