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Cierre de establecimiento en San Antonio enciende debate sobre uso comercial del barrio

Reciente cierre de establecimiento puso de manifiesto la inconformidad de algunos vecinos frente al uso comercial que se hace del barrio San Antonio. Sector cultural está en desacuerdo y cree se debe estimular más el turismo en el barrio.

8 de febrero de 2014 Por: Elpaís.com.co

Reciente cierre de establecimiento puso de manifiesto la inconformidad de algunos vecinos frente al uso comercial que se hace del barrio San Antonio. Sector cultural está en desacuerdo y cree se debe estimular más el turismo en el barrio.

El cierre, por parte de la Alcaldía, de un establecimiento del barrio San Antonio a finales de enero puso en evidencia la disputa que mantienen vecinos y propietarios de muchos de los locales del sector frente al uso comercial que debe hacerse de este sitio emblemático de la ciudad. El ruido, la inseguridad y los cambios en la infraestructura de algunas viviendas son quejas constantes de los vecinos, que piden se respete el uso residencial de su suelo, para ellos afectado por el impacto que el desarrollo comercial ha traído consigo.Este fue el caso de Imaginaria, un restaurante y galería de arte ubicado sobre la calle 3 con carrera 6, sellado el 30 de enero por la Secretaría de Gobierno Municipal y del cual los vecinos reportaron fuertes ruidos a altas horas de la madrugada, venta de licores, olor a cigarrillo, entre otras.Motivados por estas molestias, un grupo de vecinos logró recaudar 80 firmas que fueron enviadas a la Alcaldía para sustentar la queja.Carlos Andrés Gamboa, artista y residente vitalicio de San Antonio, explicó que el restaurante del establecimiento estaba en el patio de la casa, el cual colinda con los patios de las demás viviendas de la manzana, por lo que el ruido se multiplicaba."Se escuchaba mucho ruido, movimiento de mesas, puertas, personas, música en vivo, olor a cigarrillo, a veces había un atmósfera pesada", cuenta Gamboa.Por su parte, la líder comunal Martha Scafidi, dijo que los propietarios del local instalaron en el solar de la casa un bar y construyeron un muro sin permiso de la Curaduría Urbana, lo que generó la molestia.Dijo que los vecinos se unieron e hicieron presión durante un año ante el Dagma, Secretaría de Salud Pública y hasta el Ministerio de Ambiente, porque el ruido se filtraba por las tapias, "ellos cerraban la parte exterior y continuaban con la actividad en el patio, se escuchaba música y carcajadas, vendían licor y abiertamente promocionaban eso por internet y San Antonio es un barrio residencial neto, por lo cual eso no es permitido".Explicó que enviaron a Planeación Municipal un folio con todo el seguimiento al problema hasta agotar todas las vías legales y lograr el cierre, pues los vecinos quieren evitar que el barrio sea catalogado como comercial o mixto en el próximo Plan de Ordenamiento Territorial.Este establecimiento, además de ofrecer servicios de cocina, era una vitrina para más de 20 emprendedores culturales que tenían allí sus productos, pues en el primer espacio del local funcionó una galería con diseños de moda, música, fotografías, diseños industriales, entre otras creaciones.Andrés Orozco, propietario de Imaginaria, explicó que habló con las autoridades para hacer el cierre voluntario del establecimiento, ante la imposibilidad de entablar un diálogo con la comunidad.Aclaró que el local contaba con todos los permisos autorizados, que la música se programaba a bajo volumen y que el licor que se vendía era como acompañante de las comidas y no como si fuera un bar.Incluso, añadió que la presión de algunos habitantes del sector llegó al nivel de tirar piedras contra la fachada, agua con mangueras y hasta estiércol; dijo que en una ocasión lanzaron una teja al interior del solar causándole heridas a uno de sus clientes."Nunca hubo conciliación con los vecinos pese a que tratamos de mitigar el impacto negativo lo mejor posible. Gobierno tampoco respetó el debido proceso porque no se hicieron las pruebas necesarias, y aunque podía optar a un último recurso, preferí hacer el cierre voluntario y trasladarme", explicó Orozco.Por eso decidió llevarse a Imaginaria al barrio Granada, pues este proyecto que hace parte de las Industrias Culturales de Cali, además de ser casa de muchos emprendedores, hará parte de la cuota colombiana en el Mercado de Industrias Culturales del Sur que se realizará este año en Argentina.Y es que San Antonio por ser un sector de Cali de gran atractivo turístico por la colina que lleva su nombre, sus casas coloniales, la iglesia fundada en 1744 y ofrecer una panorámica de la ciudad, cada vez es un imán más fuerte para propios y extranjeros. De hecho, hay más de 50 locales comerciales entre los que están cafeterías, restaurantes, librerías y tiendas de artesanías.Esto, según Scafidi, ha traído consigo problemas de invasión del espacio público, pues los visitantes usan los andenes de las casas para dejar sus carros porque no hay parqueaderos autorizados, inseguridad y consumo de drogas.De acuerdo al último reporte de niveles del ruido dado por el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente Dagma , la comuna 3 (a la que pertenece este barrio) registra 72 decibeles y el Ministerio de Ambiente permite 70. Sin embargo, el barrio con más afectación no es San Antonio sino El Peñón. Para María Helena Ochoa, directora de Asanantonio, la fundación que organiza la tradicional Calle del Arte y que agrupa a artistas y emprendedores, algunos vecinos tienen una lucha contra el sector cultural."La Calle del Arte es un tejido cultural que se realiza una vez al año, pero al cual le ponen trabas los vecinos, creyendo que hay un lucro detrás. Los líderes parece que detestaran al sector cultural, no concilian, no hacen mesas de trabajo. Nosotros sí las hacemos con la Policía y otros entes de control", dijo.Reiteró que hace falta un plan de educación que permita la integración entre los artistas, empresarios y vecinos, que impulse a San Antonio como un sitio a donde los caleños puedan ir y estar tranquilos.Al respecto, la líder Martha Scafidi respondió que "aquí no hay persecución, mucha gente que tiene su uso del suelo legalmente constituido funciona amigablemente con los vecinos. El problema no es con el sector cultural, pero hay una asociación que mezcla a los artistas con negocios que se están instalando de manera ilegal porque no tienen uso del suelo".Ante este panorama, el director de Planeación Municipal, León Darío Espinoza, explicó que los cierres que se efectúen en San Antonio se hacen porque los establecimientos no cumplen con los permisos que se les ha entregado. Dijo que en San Antonio hay instalados lugares con permiso para restaurantes que usan los establecimientos como bares o discotecas, lo cual no está permitido.Además añadió que el uso del suelo en el POT que se está afinando dejará el concepto de residencial para San Antonio, con la excepción de un corredor determinado donde habrá permiso para locales comerciales como restaurantes, cafeterías y nada más. "En el momento no se expiden permisos con otras características en San Antonio", confirmó.El artículo primero del decreto 411.0.20.0329 del 16 de Junio de 2010 dice que "se suspende a partir de la fecha la expedición de concepto de uso del suelo de comercio y de servicios que se localicen en el barrio San Antonio del polígono normativo PUR-PN-41-PAAU".Los líderes dijeron que seguirán en la defensa del barrio denunciando a otros establecimientos que no cumplen con la normativa.

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