Caballos carretilleros que saldrán de las calles de Cali se darán en adopción

Los 600 equinos censados entrarán en el programa que está diseñando la Alcaldía para darlos en adopción luego de que sustituyan los vehículos de tracción animal por automotores.

Relámpago se jubiló hace doce años. A sus 25 años es ya un caballo anciano que se dedica a vivir la vida de forma tranquila: sin trabajo, sin fatiga. Es quizás por eso que, pese a la edad, su pelaje sigue siendo de un color castaño brillante y sin canas. Se ve gordo, como en sus primeros tiempos cuando trabajaba con su dueño halando una carretilla. Trece años duró en el oficio, hasta que ya el cansancio fue notorio. El caso de Relámpago es excepcional, porque su dueño le dio un buen trato y cuando cumplió su ciclo, decidió dejarlo descansar en la casa como su mascota.Ahora que se avecina por fin la sustitución de vehículos de tracción animal por automotores, después de ser aplazada dos veces, ya se piensa en un plan para que los 600 caballos censados que son utilizados para halar escombros descansen, así como Relámpago. La alternativa es la adopción. Se trata de un proyecto en el que trabajan la Alcaldía con los carretilleros y las Umata del Valle (Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria), para crear una red de adoptantes y así darle un lugar digno para descansar a cada uno de ellos.Es que no todos los caballos han contado con la suerte de Relámpago. De hecho, cuenta Lida Yaneth Ramírez, de la fundación Sentir Animal, muchos sufren maltratos tan aberrantes que parecen de película de horror y por eso se merecen descansar en sus últimos días.Palos con una puntilla al final para pegarles en el ano y que anden más rápido, causándoles infecciones; lesiones en el lomo que se vuelven crónicas, causadas por cuerdas mal puestas; fatiga extrema por la sobrecarga a la que están expuestos a diario; balas y cuchilladas en los glúteos... En 2012 fueron 79 equinos los que la Policía Ambiental incautó por maltrato. Un proceso rigurosoAunque el proyecto de adopción está en etapa de propuesta y se está estructurando el protocolo, hay algo seguro: el objetivo es velar por el bienestar de los caballos y escoger los mejores adoptantes. El proceso se llevaría a cabo dentro de ocho meses, cuando se realice la sustitución. Wilmer Caicedo, director del Centro de Zoonosis de Cali, explica que el objetivo es ser muy rigurosos en la escogencia. “Los que estén en buen estado de salud serán asignados a personas en zonas rurales que puedan tenerlos en las mejores condiciones”, señaló. Por esta razón, a través de entrevistas y formularios se pedirá a los adoptantes que sustenten el lugar donde tendrán al equino y den certificados de solvencia económica. Para el proceso, además, las fundaciones defensoras de animales darían su concepto. “Es muy importante que nosotros podamos evaluar a los postulantes porque los caballos no son trastos viejos que se pueden ir repartiendo para que los pongan a trabajar más”, dijo Liliana Ossa, de Paz Animal.“No queremos que terminen sirviendo para cabalgatas de borrachos o vayan a parar en mataderos para el consumo humano”, complementó Ramírez, de Sentir Animal.Gloria Hidalgo, representante de los carretilleros, dijo que la adopción es definitivamente la mejor opción para estos, que han sido sus compañeros de toda la vida: “así se ha hecho en Medellín y Bogotá. Nos parece muy bien”.