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"Autoridades no hicieron nada para evitar destrucción de escultura en la Avenida Sexta"

El Monumento de la Infancia, en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, quedó reducido a una pila de escombros sin que la Policía ni la Alcaldía actuaran, dicen los vecinos. La ciudadanía dice que había denunciado el robo.

25 de octubre de 2016 Por: Elpaís.com.co

El Monumento de la Infancia, en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, quedó reducido a una pila de escombros sin que la Policía ni la Alcaldía actuaran, dicen los vecinos. La ciudadanía dice que había denunciado el robo.

[[nid:587988;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/10/ep001193935.jpg;full;{Este monumento, construido en 1996 por el escultor cartagenero Héctor Lombana Piñeres, fue desmantelado por desconocidos para retirar su estructura metálica. Los vecinos afirman que desde hace varios días habitantes de la calle venían vandalizando esta obra.Video: El País}]]

No sucedió de la noche a la mañana. No fue una acción espontánea. No se hizo a escondidas. La destrucción del Monumento de la Infancia, que en la madrugada del pasado sábado amaneció reducido a escombros, fue el resultado de un robo sistemático que se planeó y ejecutó de forma continua durante al menos dos semanas, a los ojos de toda la ciudad y sin que ninguna autoridad hiciera nada para detenerlo.

Así lo evidenciaron los vecinos de esa zona emblemática de Cali, quienes se cansaron de llamar insistentemente a la Policía para alertar sobre los ataques que grupos de indigentes y habitantes de la calle cometían contra la emblemática obra que adornaba desde hace 20 años uno de los costados de la Avenida Sexta.

La obra estaba ubicada en la Avenida 6A con Calle 20N y también se le conoce como Parque de Las Tortugas, por tener varias de estas figuras, además de la representación de cinco niños. 

El monumento había sido entregado a Cali en 1996 por el escultor Héctor Lombana Piñeres, fallecido el 19 de octubre de 2008 en Santa Marta. 

Según dijo a El País la administradora de un edificio cercano a la obra, los ataques se cometían desde hace ya un tiempo, y durante las últimas dos semanas se intensificaron en las horas de la noche. 

Relató la señora, quien pidió reserva de su identidad, que estas personas poco a poco fueron abriendo huecos, con ayuda de diversos elementos, en los costados de las piedras que hacían las veces de base del monumento.

 

"Yo recuerdo que por lo menos dos habitantes de la calle iban todos los días y se metían en los huecos que ya habían abierto de darle y darle a las piedras. Ya estando adentro empezaron a sacar los hierros día a día; eso no fue que de un momento a otro dañaron el monumento", dijo la fuente.

Incluso, contó la mujer, los vigilantes del edificio que administra se quedaron esperando muchas veces la presencia de la Policía cuando estas personas en altas horas de la noche dañaban el monumento.

"El espacio estaba en el abandono, olía feo y era lugar de encuentro de consumidores de droga. Personas de la calle lo habían tomado como dormitorio", dijo la vecina. 

Según los vecinos, durante casi ocho años el Municipio dejó el monumento abandonado a su suerte, y fue la comunidad la que se ocupó de cuidarlo.

"Hasta el año pasado y durante casi ocho años fuimos nosotros, junto a otros vecinos, los que pagábamos para el mantenimiento de la fuente de agua y las labores de jardinería. El municipio por acá no se aparecía", añadió.

¿Cómo pudo ser posible que una obra que embellecía a Cali fuera literalmente desmantelada y destruída por manos inescrupulosas para extraer materiales que podían revenderse? ¿Por qué ni la Alcaldía de Cali ni la Policía hicieron nada al respecto a pesar de las denuncias de la comunidad y el deterioro progresivo que se notaba en la fuente a plena luz del día?

Esas, entre otras, son las preguntas que se hacen los vecinos hoy, cuando de la fuente no queda más que montones de desperdicios.

¿Y qué dice la Alcaldía?

[[nid:588515;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/10/monumentoinfanciaantes.jpg;full;{Así se veía el Monumento de la Infancia en el año 2011, cuando sus piezas aún no habían sido vandalizadas. Los residentes esperan que sea restaurado pronto. Foto: Elpais.com.co | Archivo}]]

Frente al hecho, María de las Mercedes Romero Agudelo, directora de Planeación Municipal, entidad encargada de cuidar las 28 fuentes y 44 monumentos que hay en Cali, dijo que ya está en trámite la contratación de un restaurador para la obra. 

"Ya se recogieron los escombros que dejaron estas personas y las pequeñas estatuas, las cuales no sufrieron daños mayores. Solo nos quedó pendiente la figura más grande y pesada, la del niño con la sombrilla, por eso le pedimos el favor a la comunidad, temporalmente, que nos la guardara", agregó Romero Agudelo, quien explicó que luego de una visita técnica al lugar se constató que la base de piedra fue la más afectada. 

La arquitecta reconoció que al estar el monumento fuera de servicio (porque se había suspendido el suministro de agua para la fuente) estaba vulnerable a que desconocidos lo destruyeran para posiblemente vender sus partes, como finalmente sucedió. 

El costo total de los trabajos de recuperación, según dijo la Directora de Planeación Municipal, se conocerá en el transcurso de la semana cuando avance el proceso de búsqueda y contratación de la persona que restaurará la obra del maestro Lombana Piñeres. 

El País intentó comunicarse insistentemente con la Policía para conocer una respuesta al caso pero hasta ahora esa institución no ha dado una respuesta sobre lo ocurrido.

Piden plan para salvar monumentos en deterioroUna de las organizaciones que ha sentado su voz de protesta ante este hecho, ocurrido el sábado pasado,  es la Academia de Historia del Valle, que plantea la necesidad de desarrollar planes integrales para salvar  monumentos que estén  en estado avanzado de deterioro. “Estamos viviendo  una etapa donde muy pocos tienen conciencia histórica de lo que significan estos monumentos. Necesitamos programas de cultura ciudadana porque lo que está pasando es inexplicable; son varias las estructuras que están en mal estado y esto es gracias al desconocimiento”, explicó Luis Antonio Cuéllar, presidente de la Academia de Historia del Valle.  Este colectivo de historiadores insiste en la importancia de trasladar algunos monumentos de la ciudad para protegerlos, porque en el sitio donde están no reciben los cuidados necesarios.  “Así como el Monumento de la Infancia hay muchos en Cali, y yo me pregunto, ¿qué estamos esperando para hacer algo por ellos? por qué vamos a esperar que se caigan o sean destruidos para, ahora sí, darles la importancia necesaria”, agregó Cuéllar.  Entre las sugerencias de esta colectividad para evitar más casos de vandalismo en este tipo de  infraestructura está la creación de una política pública para preservar los hitos históricos de la ciudad y cambios en la enseñanza de historia en los colegios, para que los niños conozcan la importancia de los monumentos y crezcan con el interés de cuidar de ellos.  Carlos Giraldo, quien ha investigado sobre  los monumentos de Cali, señaló  que “en la ciudad hay un vacío cultural enorme. Aquí no hay dolientes de estas estructuras y nadie hace nada cuando están siendo vandalizadas porque a nadie le importa eso. Hay estatuas como Efraín y María, que tienen un sustento histórico muy importante y hoy están en un completo olvido. Vandalizar estas estos monumentos es atacar la historia de la ciudad”.

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