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Así es la mafia que maneja el transporte 'pirata' en las vías de Cali

Transportadores informales actúan en conjunto, tienen avanteles y hasta cobran cupo por ingresar al grupo.

22 de enero de 2012 Por: Luiyith Melo García | Reportero de El País

Transportadores informales actúan en conjunto, tienen avanteles y hasta cobran cupo por ingresar al grupo.

Jhon Jader Palacios era nuevo en el negocio y por eso lo ‘pescaron’ rápido. Apenas tenía ocho días llevando y trayendo pasajeros en un viejo mazda 626 LX, entre Cuatro Esquinas (Avenida Ciudad de Cali con Carrera 27) y Galerías (Avenida Simón Bolívar con Carrera 56). Pero el miércoles pasado fue ‘devorado por los tiburones’.Así le llaman en el mundo de la informalidad del transporte a los agentes de tránsito. Jhon Jader no tenía avantel y por eso no escuchó la alerta de los ‘campaneros’, gente que está en las vías alertando por ese medio de comunicación sobre la presencia de la autoridad. “Ojo, hay tiburones en la simoncho con 56”, habría advertido uno de los campaneros.En ese operativo cayó Jhon Jader. Llevaba cuatro pasajeros y dos bultos de naranja en el baúl. Una carretilla que pasaba por el lugar se encargó después de la carga y su dueño.“Rebuscándome el diario, pana, son dos familias que comemos de este carro, no hay empleo... Yo estoy prestando un servicio al pueblo porque los buses no dan abasto, los taxis están cobrando a $2.000 y $2.500 por pasajero, yo cobro a $1.500”, confesó el transportador informal.Mientras le entregaba el comparendo, Álex, el guarda, le advirtió que el carro quedaba inmovilizado durante cinco días, pero que si reincidía, lo dejaban 20 días en los patios y 40 días si era sorprendido ‘pirateando’ por tercera vez. “La cuarta vez le chatarrizamos el carro”, le indicó.A pocos metros de allí, otros diez carros piratas cayeron en el operativo montado ese miércoles por los guardas de Tránsito. Entre ellos había un microbús de una marca china, modelo reciente, que recogía pasajeros para Villa Rica y Puerto Tejada. “De esos han caído como 18, parece que alguien los compró, no los pudo matricular como transporte escolar ni público y los puso a ‘piratear’...”, dijo Uriel, el agente encargado del operativo.Muchos de los otros vehículos son antiguos taxis, (‘jubilados’, como los llaman los guardas). Tenían placas comenzadas por V, la nomenclatura que identifica ese servicio. Hacen la ruta más demandada, desde el sector de Cuatro Esquinas (Calle 73 con Carrera 27) por toda la Avenida Ciudad de Cali, Carrera 50, Avenida Simón Bolívar, Galerías y Jardín Plaza. De hecho, Jonny Rangel, líder del gremio de taxistas en Cali, indicó que de los 1.900 taxis que han salido de circulación en los últimos meses, 1.800 están ‘pirateando’ en las calles de la ciudad.Piratería desbordadaMientras eso ocurre en el oriente de la ciudad, en el occidente, a la entrada de Meléndez, decenas de mototaxistas se disputan los pasajeros que se bajan del MÍO en esa estación de la Calle 5 con Carrera 94. Allí les quitan los pasajeros a los alimentadores del MÍO y a las rutas del sistema colectivo por $1.000 o $1.200. Cuando intervienen los agentes de tránsito los agreden y los amenazan de muerte. Por ello hay cuatro denuncias en la Fiscalía. En el Sur, motorratones, autos particulares y microbuses piratas aparecen a la entrada de la Buitrera (frente a Holguines Trade Center), y en la Carrera 100 con Calle 16, frente a Jardín Plaza. En el noroeste ‘piratean’ al lado de los taxis de servicio particular en la Portada al mar, recogiendo pasajeros que llegan de Buenaventura para llevarlos hasta el Centro. El año pasado fueron inmovilizados 75 taxis en ese lugar por esa infracción, señaló Adalbert Clavijo, jefe de guardas de Tránsito. Pero hay muchos más.En el Norte, entre tanto, los motorratones ya aparecen junto a la estación de Chiminangos, otra vez para competirle a la deficiente alimentación del MÍO. Y hay buses y carros piratas en Sameco, a la salida hacia Yumbo, aprovechando que al otro lado de la Calle 70 ya no es Cali y el Tránsito local no los puede abordar. También están antes del Paso del Comercio, en la salida a Palmira; en la salida a Candelaria y a la entrada de Floralia ‘pescando’ en río revuelto. En realidad en cualquier calle de Cali es posible encontrar un carro pirata o un motorratón aprovechando el vacío que hoy deja el MÍO, por falta de alimentación.Por otro lado, Adalbert Clavijo, jefe de Guardas, indicó que tiene una lista de 300 buses del viejo colectivo que salieron de circulación, pero no aparecen chatarrizados y no se sabe dónde están. El Tránsito está detrás de ellos porque se teme que muchos anden ahora ‘pirateando’.El secretario de Tránsito, Alberto Hadad reconoció que esa piratería en las vías está afectando al nuevo sistema de transporte y anunció mano dura contra los responsables de este problema.Hasta ahora, lo que las autoridades han podido establecer de ese mundo oscuro del transporte pirata en Cali es que funciona como una mafia. Pueden ser mil o dos mil carros-no se sabe a ciencia cierta-, los que están organizados en cuatro grupos grandes, numerados del uno al cuatro. Cada grupo es manejado en una frecuencia de radio o avantel. Para pertenecer a ellos hay que pagar un cupo y una especie de administración diaria (como una empresa formal), con lo que se ganan un ‘derecho’ a trabajar y a acceder a sus servicios de radiocomunicación, campaneros, despachadores, playeros y hasta asesoría en caso de ser aprehendidos por la autoridad.Algunos cuestionan, ¿qué más puede hacer una estructura ‘delictiva’ con ese nivel de organización? Cada grupo puede facturar seis millones de pesos diarios por administración. Pero la tajada que los piratas le quitan diariamente al transporte formal puede superar los $300 millones, cerca de un 30% de lo que mueve esta industria cada día en Cali.

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