39 bibliotecas del Valle del Cauca cuentan con la mejor tecnología

La dotación consiste en video proyectores, sistemas de audio, impresoras, kits de conectores, tabletas, routers, telones para video proyectores y diademas de audio para que los bibliotecarios desarrollen iniciativas innovadoras de promoción de lectura.

En Marsella, Risaralda, los niños creían que el río era la muerte. Se lo repetían a Adriana María Grisales, la bibliotecaria del pueblo. Y  quizás ellos tenían razón: justo a la altura de ese municipio el río Cauca forma una especie de ‘bahía’ en la que terminaban los cuerpos de gente que era arrojada sin vida a sus aguas.    ¿Cómo lograr que los pequeños cambiaran su aterradora percepción? ¿Cómo lograr que entendieran que el río era en realidad un espacio vital? Las preguntas se las planteó  a sí misma Adriana  muchas veces. Y solo encontró una respuesta: la lectura. Así que armada de tabletas llegó hasta Beltrán, el punto donde el río había instalado su recodo de la muerte, y a través de estos aparatos comenzó a leerles a los niños historias y cuentos que ayudaron a sanar ese pasado. Ideas como esta son el resultado de un proyecto liderado por el Ministerio de Cultura y la Biblioteca Nacional que promueve en las bibliotecas públicas el uso y la apropiación de las TIC.  Quien lo explica es Diego Merizalde, coordinador de esta iniciativa. “La meta es mejorar la dotación tecnológica de 1200 de las 1414 bibliotecas públicas que tiene el país y capacitar a los bibliotecarios para que pongan esa tecnología al servicio de las necesidades de sus comunidades”.  La dotación consiste en video proyectores, sistemas de audio, impresoras, kits de conectores, tabletas, routers, telones para video proyectores y diademas de audio para que los bibliotecarios  desarrollen iniciativas innovadoras de promoción de lectura. “Y no solo dentro de la biblioteca, pues hay usuarios que viven en veredas apartadas y no les resulta fácil desplazarse hasta el casco urbano”, explica Henry García, especialista en promoción de lectura de Mincultura.  Y cuenta la experiencia de Víctor Solís, bibliotecario de Cúcuta, que ante la situación social generada tras la expulsión de colombianos (entre ellos decenas de menores) de la frontera venezolana, ideó Lunadas Literarias y  noches de cine para los niños.  La formación de los bibliotecarios en nuevas tecnologías se realiza en 25 bibliotecas públicas de toda Colombia. En el Valle este proceso se cumplió en Tuluá y el Centro Cultural de Cali.  En total, 16 bibliotecas del departamento y 23 de Cali han recibido las dotaciones tecnológicas y se han beneficiado con la capacitación para sus bibliotecarios.    La idea, asegura Henry García,  es que el bibliotecario deje de ser solo el que conoce en qué anaquel se encuentran los libros, aunque aclara “que no se trata de reemplazar un formato por el otro. Ni que en vez de papel se lea en formato digital”, dice.  Lo que se busca “es resignficar su labor. Y que él mismo encuentre nuevas formas de promoción de lectura y escritura”, quien agrega que la formación consta de 56 horas presenciales.  “Hay una formación complementaria que suma en total 120 horas y que le otorga al bibliotecario un diplomado de la Universidad Javeriana en apropiación de tecnologías”. En el ValleLas bibliotecas públicas del Valle  beneficiadas con el proyecto han sido las de Ansermanuevo, Caicedonia, Cali, Florida, Calima, San Pedro, Buga, Ginebra,  Tuluá, Jamundí, La Unión, Pradera, Riofrío, Vijes, Yotoco y Sevilla. En Cali, hasta ahora,  se han capacitado bibliotecarios de 16 bibliotecas públicas, entre ellas la Departamental y la Centenario.