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Un muerto dejó accidente de tránsito en la doble calzada Buga-Tuluá

Alejandro Zuluaga Mesa, de 25 años, conducía al parecer con exceso de velocidad un automóvil Mazda Allegro modelo 2001 y murió tras chocar contra la baranda metálica que divide las dos calzadas de la vía. Su acompañante resultó gravemente herido.

9 de agosto de 2010 Por: Redacción de El País, Tuluá.

Alejandro Zuluaga Mesa, de 25 años, conducía al parecer con exceso de velocidad un automóvil Mazda Allegro modelo 2001 y murió tras chocar contra la baranda metálica que divide las dos calzadas de la vía. Su acompañante resultó gravemente herido.

En el accidente, que sucedió el pasado domingo 8 de agosto, también resultó una persona gravemente herida. Según los primeros indicios, las causas del siniestro se debieron al exceso de velocidad y al consumo de licor entre los ocupantes del vehículo. El percance se registró hacia las 7:00 de la mañana entre el Centro Recreacional de Comfandi y el corregimiento de Los Chancos. En ese sitio, perdió la vida Alejandro Zuluaga Mesa, de 25 años, a quien sus amigos y allegados conocían como 'Tobi' y que conducía un automóvil Mazda Allegro modelo 2001 de placas CEZ-358 de Cali, vehículo que prácticamente se partió en dos debido al fuerte impacto. En el mismo hecho resultó herido su acompañante, identificado como Gustavo Adolfo Pineda, también de 25 años, quien sufrió una herida en la cabeza, una fractura en la clavícula izquierda y un trauma cerrado en el abdomen. De acuerdo con lo informado por las autoridades, estos jóvenes habían estado departiendo toda la noche con un grupo de amigos y a primera hora del día decidieron continuar la rumba en la ciudad de Buga a donde se dirigían. Según el croquis que hizo la Policía de Carreteras, el automóvil Mazda de color azul, en donde se movilizaban las víctimas, chocó violentamente contra la baranda metálica que divide las dos calzadas, lo que hizo que el automotor diera varias vueltas de campana y se destruyera totalmente. Por el fuerte impacto, los cuerpos de Alejandro Zuluaga y su amigo Gustavo Pineda, fueron lanzados por las ventanas junto con los asientos, y quedaron tendidos sobre la cuneta de cemento que divide las dos carreteras, mientras que el vehículo, convertido en una bola de hierros retorcidos, quedó ubicado a por lo menos 20 metros de distancia. La Policía de Carreteras, que hizo el levantamiento del cadáver señaló, que por las huellas dejadas sobre el piso, el automóvil se desplazaba mínimo a 140 kilómetros por hora. A esto se suma el estado de embriaguez de Alejandro Zuluaga Mesa, quien no pudo controlar el automotor que era propiedad de un primo suyo que se lo había prestado para que ese día se divirtiera con su novia y un grupo de amigos del barrio Bello Horizonte, en donde fue la última parada que hicieron para departir en medio de unos tragos.

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