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Tras anterior ola invernal, el Valle se quedó sin reconstrucción de viviendas

Colombia Humanitaria cumplió en 94% las obras de infraestructura del Departamento, con un 73% terminado. Vivienda, la deuda con los damnificados.

28 de octubre de 2012 Por: Alda Mera | Reportera de El País

Colombia Humanitaria cumplió en 94% las obras de infraestructura del Departamento, con un 73% terminado. Vivienda, la deuda con los damnificados.

Si en infraestructura vial y saneamiento básico el Valle del Cauca reparó en un 94% los daños no solo de la oleada invernal de 2010-2011, sino el deterioro de muchos inviernos pasados, en la reconstrucción de viviendas el Departamento quedó con el agua al cuello.De 15.593 viviendas inicialmente reportadas como afectadas por las inundaciones en el Valle, según informes del Departamento, solo 3551 figuran reparadas en el balance de Colombia Humanitaria, fondo creado para atender los estragos del Fenómeno de la Niña 2010 - 2011 en el país.El balance en materia de infraestructura es alentador en la medida en que, de las 184 obras aprobadas, hay terminadas 135 de ellas, es decir, el 73%. Es así como se han reparado vías, construido puentes y pontones, levantado muros de contención y taludes; se han reforzado jarillones o diques, instalado o recuperado sistemas de acueducto, alcantarillados, o sistemas de bombeo para drenar aguas lluvias y se dotó de maquinaria y hasta de combustible a algunos municipios para facilitar la ejecución de las obras.La Secretaría de Infraestructura Vial del Departamento ejecutó 37 obras de rehabitación vial, 6 de ellas de gran magnitud o mayores. Y del total, 11 están en proceso de ser terminadas. Jamundí y El Hormiguero, a puntoDe esas mayores, se destaca, la reconstrucción de la vía Jamundí - Rioclaro - Robles -Timba, “el proyecto más importante en materia vial realizado en el país por Colombia Humanitaria, porque cumple con todas las especificaciones técnicas para garantizar que no habrá inundaciones en sus 21 kilómetros y está diseñada para no ser intervenida en los próximos diez años”, dijo el ingeniero Julián Henao, subsecretario de Infraestructura Vial del Valle. La inversión sumó $32.000 millones.La vía está casi a punto, pero ha encontrado obstáculos ajenos al contratista, como un alcantarillado preexistente en Robles y Chagres que no cumple con las especificaciones que exige la vía. Falta una prueba técnica que garantice que no tiene fallas o filtraciones que echen a perder el trabajo, explicó el ingeniero Francisco Cabal, director de la interventoría.El comité técnico exigió una solución rápida a la Alcaldía de Jamundí. De lo contrario, los obligaría a dejar esos tramos sin pavimentar.Esta es una de las 49 obras que aún están en ejecución por demoras así, pero solo 10 obras menores están “críticas”. Colombia Humanitaria conminó a los alcaldes para que exijan la culminación de las mismas.Los alcaldes de El Cairo y La Victoria no están del todo satisfechos con las obras. Por ejemplo, la reparación de tres vías y construcción de muros en gaviones en El Cairo se entregaron en la fecha indicada, pero apenas volvió a llover colapsaron de nuevo “por movimientos de masas”.Tampoco se reubicaron dos instituciones educativas en riesgo. Los niños de la escuela San José todavía reciben clase en una casa y los de la escuela Guadualito van a estudiar allí a pesar de ello.“Ahí se les fueron las luces a los ingenieros porque hicieron una intervención en el lecho de las quebradas Guadualito y Miraflores, que dañó la locación escolar, que estaba en buen estado. Y la vía empeoró por lo que hace un año ocho veredas están incomunicadas”, denunció el alcalde de El Cairo, José Daniel Gómez Cruz. El caso está en revisión por la Contraloría.A La Victoria y Obando, las dos zonas que más padecieron las inundaciones, el Fondo Nacional de Adaptación les asignó $3000 millones, “pero a la hora de priorizar las obras en el Viceministerio de Aguas, nos descabezaron”, dijo el alcalde de La Victoria, Jair Monroy Rojas.Los pobladores solo están confiados en la estación de bombeo en el zanjón El Tinajón y en el cierre del boquete de 300 metros del jarillón que abrió el invierno, obras realizadas por la CVC. Sin embargo, el resto del dique, de kilómetro y medio, jamás fue terminado, denunció Monroy.“Mientras el río no se desborde, la bomba puede extraer el agua; de lo contrario, volveríamos a la misma problemática”, dijo el mandatario, que espera que la CVC revise el contrato y le dé una explicación de por qué el jarillón está inconcluso.Como solo una calle separa ese zanjón de un barrio construido al pie de la loma, el mandatario afirma que es necesario reubicar 199 familias. Pero en los censos hechos por la Red Unidos para la atención en materia de vivienda de la ola invernal, solo figuran para reubicar 17.Igual sucede en Bolívar, municipio que naufragó en el invierno. El secretario de Gobierno, Christian Meneses, dijo que se hicieron reparaciones a 115 viviendas, por $2.400.000 cada una, el tope fijado por el Gobierno para reparaciones menores.Sin embargo, el funcionario se quejó de que en el censo que la Red Unidos pasó a la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo solo figuren para reubicar 36 viviendas, cuando son 130, del total de 280 casas que faltan por reconstruir. “Esta no es la realidad del municipio” y Meneses enumera las que recuerda: “en Guare son 57, en el barrio El Naranjal, 19 – pero en el censo aparece 1–; en La Herradura son 15, en Caliche son 20, en San Fernando, 30 por reubicar por deslizamiento...”.Everardo Murillo, gerente nacional de Colombia Humanitaria, sostuvo que todas las asignaciones se hicieron según los censos que hizo cada Alcaldía en su momento, pero como ahora hay nuevos alcaldes, “han aparecido más damnificados”. Sin embargo, Meneses sostiene que el censo visitó los predios rurales alejados, cuando ya el agua había bajado, y que por lo tanto, nunca vieron esas viviendas casi sumergidas en el agua, y solo se les veía el techo.Así que la reconstrucción de vivienda está en proceso “porque no han llegado los auxilios y apenas están definiendo si asignan $39 millones por casa y si eso incluye la compra del predio”, reclamó Meneses.A esto, Murillo dice que a dos años de los estragos invernales, la reconstrucción y/o reubicación de viviendas se hace en la última fase, la de reconstrucción, en la que ya está Colombia Humanitaria. Reubicar, ¿dónde?Para el capitán Eduard Fierro Peña, subsecretario de Prevención y Atención de Desastres del Departamento, “muchas viviendas no se han reconstruido porque deben ser reubicadas por estar en zonas de alto riesgo y al invertir recursos a pesar de ello, se podría incurrir en detrimento patrimonial”. El obstáculo son los predios para hacerlo y/o el presupuesto para adquirirlos. La falta de gestión adecuada de algunos funcionarios dejó perder fondos asignados por Colombia Humanitaria a través de las alcaldías, las gobernaciones y los ministerios, que contrataban la ejecución de las obras. “Los auxilios de millón y medio asignados para reparación de viviendas de 1200 familias se perdieron porque la anterior administración no presentó la documentación a tiempo”, dice el actual alcalde de Bugalagrande, Carlos Alberto Taguado. Igual demanda que dos puentes y varios acueductos rurales que desaparecieron, no figuran reportados ante la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo.Para que los derechos de los damnificados no naufraguen en ese mar de negligencia, Taguado retomó el proyecto de mejoramiento de 280 casas y 252 soluciones de vivienda en el área rural para ejecutar con la Federación Nacional de Cafeteros. Algo así como que del ahogado, aunque el sombrero.Un lío similar heredó el alcalde de Andalucía, Gustavo Adolfo Girón, de su antecesor, Albeiro Sepúlveda, quien contrató con una firma de Barranquilla la construcción de viviendas para los damnificados. El contratista entregó 56, pero suspendió las 25 restantes, reclamando más dinero. Así que los beneficiarios deberán pasar el nuevo invierno en albergues mientras se dirime el lío jurídico. Pero el factor que más afectó la realización de los proyectos, dicen funcionarios, fue la inestabilidad política e interinidad del Departamento desde 2010 a la fecha. En ese lapso, el Valle tuvo cinco gobernadores, lo que aumentó la tramitomanía y demoró la ejecución de las obras.

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