Sigue el drama de los desplazados del Litoral San Juan en Buenaventura

Dos grupos de comunidades se encuentran en el coliseo cubierto del barrio El Cristal de Buenaventura, luego de que fueran desplazados por grupos guerrilleros.

Más de 108 indígenas de la comunidad indígena Nonam, procedentes del resguardo de Unión Balsalito, en el municipio del Litoral del San Juan, se encuentran desplazados en el coliseo cubierto del barrio El Cristal de Buenaventura.Otras 200 indígenas del resguardo Unión Aguasclaras, en la parte del Valle en el río San Juan, también se encuentran refugiados en ese coliseo por temor a las intimidaciones que vienen padeciendo de actores armados en la zona, guerrilla y paramilitares.Desde el pasado 26 de noviembre, cuando llegaron a Buenaventura, se encuentran en el escenario deportivo a la espera que las autoridades tanto del Litoral como del puerto les brinden garantías para poder retornar."Hasta el momento hemos recibido un solo mercado y ya los alimentos están escaseando", dijo Ignacio Moña, gobernador del resguardo Unión Balsalito.Sin embargo, el alcalde del vecino municipio del Litoral del San Juan, en el San Juan chocoano, Óscar Rosero, aseguró que no le ve justificación a ese desplazamiento."Esto nos tomó de sorpresa, pues ya habíamos estado estado allí con la Armada Nacional, garantizándoles tranquilidad, no le vemos razón a esta decisión", dijo Roser, quien aclaró que la cabecera municipal del Litoral, Docordó, se encuentra al frente de Unión Balsalito."Allí no se han presentado enfrentamientos con los grupos armados en las últimas semanas", dijo Rosero, quien se reunirá con su homólogo de Buenaventura Bartolo Valencia, este viernes, en la tarde, en un comité de urgencia, para buscarle salida a esta crisis humanitaria que se ha creado.Dijo que "desde su llegada activamos la ruta de atención y esperamos la reunión del comité de justicia transicional de este viernes para evaluar esta situación y buscar desde ya el proceso de retorno de estas familias".Según Moña, desde hace dos o tres meses se encuentran confinados en sus territorios, pues no pueden salir ni a pescar ni cazar por las intimidaciones de los actores violentos.