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Piden acabar contrato con distribuidor de la Licorera del Valle

Sindicatos dicen que comercializador ha incumplido el contrato, pero este se defiende. Sí hay licor.

8 de octubre de 2015 Por: Redacción de El País.

Sindicatos dicen que comercializador ha incumplido el contrato, pero este se defiende. Sí hay licor.

La situación que atraviesa la Industria de Licores del Valle (ILV) en este momento no parece ser la mejor. Los trabajadores se encuentran en asamblea permanente desde julio pasado y no dejan retirar licor de la fábrica si el comercializador (consorcio Suprema) no paga en efectivo. Según miembros de los sindicatos de la empresa (Sintrabecólicas y Sinaltralic), la gerencia debe tomar la decisión de cancelar el contrato de distribución por incumplimiento del mismo, pues no se ha  comprado la cuota de aguardiente y ron prevista en el documento y además el comercializador tiene una deuda con la ILV que al mes de agosto del 2015 ascendía a los $47.000 millones. Lea también: ¿Por qué hay escasez de aguardiente en las discotecas de Cali? Estas razones, además del detrimento patrimonial para el Valle, han llevado a los trabajadores a exigir al Gobierno regional y a las directivas de la Licorera que se tomen las decisiones para recuperar la empresa, que esta semana volvió a generar polémica por un supuesto desabastecimiento del licor en los diferentes canales de ventas, hecho que negó el comercializador. ¿Qué pasa con el contrato?A finales del año 2012 la ILV  firmó el contrato de comercialización de los licores del Valle con el consorcio Suprema y dos de sus puntos claves eran las metas de ventas al año y  el pago de contado, puntos que no se han cumplido. Según explicó Sebastián Bonilla, representante del consorcio Suprema, al asumir el contrato recibieron un inventario de 2.115.925  y cada año dicho stock se fue incrementando, de manera que al cierre del 2014 este ascendió a 3.953.033 unidades. “La acumulación es producto del desequilibrio entre las cuotas fijadas -en el contrato- y  la realidad del mercado en consumo”, explicó en un documento para El País. Por esta situación el consorcio solicitó a la empresa acudir a un Tribunal de Arbitramento para discutir puntos como la meta de ventas, el concepto del pago de contado y una devolución de licor que hizo Suprema por temas de calidad.  El problema es que además de la cartera pendiente de pago,  al mes de septiembre de este año el comercializador de licores solo había comprado a la empresa  455.000 unidades, de las 11,9 millones de botellas que indica el contrato debe adquirir este año, eso es menos del 5 %. El mercado hasta esta fecha se ha  venido abasteciendo con inventarios y además dice el consorcio Suprema que hasta el mes de agosto recibieron de la Licorera  3.380.496 unidades que se compraron y facturaron en el 2014, pero que se fueron entregando a lo largo de este año. Una fuente cercana a Suprema dijo que el mercado no se ha desabastecido y que como la ILV está exigiendo un pago anticipado por el producto, el consorcio tuvo que ajustarse a esta condición, pero que ellos están atendiendo los diferentes canales de ventas. “Estamos entre hoy y mañana despachando a clientes”, dijo. Por su parte, los trabajadores de la  Industria de Licores del Valle aseguraron que en la planta hay alrededor de 1 millón de botellas para el despacho, es decir, que hay producto suficiente para surtir el mercado.  Sobre la deuda del consorcio con la Industria  Licorera, Sebastián Bonilla dijo en un documento  que se ha pagado el 55 % de la cartera causada en el 2014 y que en el Tribunal de Arbitramento se discute un monto que equivale al 30 % de la deuda restante y por lo tanto “tenemos que el saldo neto es del orden del 15 % de la cartera del 2014”, manifestó. “La operación comercial no se puede detener”El gerente de la Industria de Licores del Valle, Luis Fernando Martínez, considera que la mejor solución  para la empresa no es terminar el contrato de comercialización, aunque haya causales, pues sería dar espacio a una nueva demanda contra la compañía que ya tiene dos procesos judiciales en marcha  con comercializadores anteriores. Su propuesta, dijo, es tratar de normalizar el negocio para que no haya problemas ni de cartera ni de inventario y por eso aceptaron el Tribunal de Arbitramento para buscar una salida.  “Como Gerente estoy a favor de lo que piden los trabajadores y es que las compras de Suprema se  paguen de contado como se estableció en el contrato. Eso no se ha cumplido, pero  nos informaron que están  buscando un  crédito  de $20.000 millones”, dijo. El directivo reconoció que hay dificultades, pero que si la empresa recupera la cartera estimada en unos $47.000 millones, superaría los problemas financieros. Los trabajadores de la ILV también cuestionaron el nivel de contratación que se ha hecho este año por $7000 millones, cuando la empresa atraviesa un mal momento. Al respecto, Martínez aseguró que las labores de mercadeo no se pueden detener y que por el contrario, esa cifra de gastos se ha reducido ya que en años anteriores esta contratación ascendía a $20.000 millones. “Estamos haciendo un gasto focalizado y no podemos parar la operación comercial”. Destacó que la gerencia ha ejecutado un plan de choque que incluye la racionalización del gasto, reducción de la nómina de jubilados y la búsqueda de nuevos ingresos con otro tipo de licores como aguardientes saborizados, entre otras cosas. Sin embargo, según Luz Stella Gutiérrez, presidenta de Sintrabecólicas, estrategias como los nuevos licores no han funcionado, pues este año prácticamente no se ha vendido aguardiente Origen ni  el ron que se lanzó el año pasado. Una de las salidas planteadas para la ILV,  que se le ha planteado al Gobernador del Valle, es que se retome la comercialización directa de los licores mientras  se toman decisiones en el Tribunal de Arbitramento. 

 

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