Oeste de Palmira se quiere independizar

Iniciativa de crear el municipio 43 con Rozo y 7 corregimientos gana adeptos. Argumentos.

Por tercera vez en la existencia de Palmira como municipio, habitantes de la zona rural del occidente manifiestan su inconformismo por el abandono al que dicen, están sometidos. Pero esta vez han llegado más lejos. Acogiéndose a las nuevas herramientas políticas, los residentes de ocho corregimientos palmiranos, habitados por 20.734 personas –según el censo del Dane del 2005- piden que mediante el mecanismo de consulta popular se les deje decidir la creación del que sería el municipio 43 del Valle del Cauca.Por eso, desde el 7 de junio del 2008 conformaron el ‘Comité Pro Rozo Municipio Número 43’, que tiene como fin agotar las diversas instancias legales y así plasmar su descontento.Entre los requisitos está el de que el territorio que se pretende escindir, cuya propuesta abarca los corregimientos de La Dolores, Palmaseca, Obando, La Herradura, Matapalo, La Torre, La Acequia y el de Rozo, esté habitado por al menos catorce mil residentes.“Sólo el corregimiento de Rozo tiene 16.000 habitantes, sostiene Enelia Sánchez, secretaria general del Comité y una de las promotoras de la iniciativa.En ese sentido, Diego Jaramillo, su presidente y representante legal -residente en Rozo hace 23 años- expone “el abandono y la desidia a través de los años” y reclama “que los impuestos se reviertan en similar proporción a lo que recauda el Municipio”.Igual se manifiesta Pedro Vicente Córdoba, coordinador de dicho comité, quien argumenta: “En los últimos 20 años la población pasó de 7.000 habitantes a 28.000, pero los servicios siguen con la misma capacidad”.Por esto, el líder enumera las necesidades: “Se requiere un plan maestro de acueducto y alcantarillado. En educación, cada año egresan 400 bachilleres que deben desplazarse a Palmira o Cali con costos entre millón y medio y dos millones de pesos por semestre, sólo en transporte, pero con la capacidad que tenemos para 200 universitarios solicitamos un convenio que involucre al Sena y a Univalle, pero no ha sido posible”.Córdoba plantea otra necesidad apremiante. “En los corregimientos el médico va una vez a la semana, además, el centro de salud no está equipado, no se puede atender un parto”.Las exigencias del comité que invoca la separación de Palmira se han extendido. Rodrigo Sarasti, un agricultor que posee una finca en Rozo, como empresario también palpó la problemática que tiene La Dolores.“El olvido por Rozo y sus áreas vecinas es total, sólo hay que mirar los estragos del invierno en la Zona Franca del Pacífico y en La Dolores. Además, los problemas fitosanitarios van a causar más daño que las mismas inundaciones, no se entiende por qué no se le presta atención a eso”, indicó Sarasti.Sin embargo, Bertha Rojas, gerente de la Zona Franca del Pacífico, advirtió que “durante la emergencia tuvimos una respuesta oportuna de Palmira”.La ejecutiva aclaró que “no veo trascendente la propuesta, a menos que fuera a mejorar la atención y los beneficios a empresas y pobladores”.Al respecto, Guillermo Arturo Lizarazo, director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Palmira, dejó en claro la inconveniencia de la iniciativa.“Conllevaría serios problemas y debilitaría la posición del municipio en la región”, precisó Lizarazo.“La decisión se va a ajustar a la ley”El gobernador del Valle, Francisco José Lourido, se mostró anoche preocupado por la situación expuesta por 20 representantes de los ocho corregimientos, luego de la reunión en la que los escuchó. Aunque el Mandatario anticipó en diálogo con El País que “la decisión que se tome se va a ajustar a la ley”, insistió en que “el Alcalde de Palmira debe actuar más” porque “son situaciones muy complejas”.Frente al estudio de la Universidad del Valle de que la propuesta cumple con los requisitos, lo que al Mandatario le preocupa es el pasivo de unos $64.000 millones que tiene la zona, según el informe que recibió. “Por eso hay que estudiar mucho más la situación”, concluyó.