Nostalgias del 2017: los líderes vallecaucanos que partieron a la eternidad

Estos son los personajes de Colombia y del mundo, en las áreas del arte, la economía, la política, el periodismo, el deporte y la farándula que partieron este año hacia la eternidad.

Sus fallecimientos causaron profundo pesar entre sus admiradores
y seguidores. Bien vale la pena recordar sus logros y legados.

La líder gremial y social Rosa Jaluf de Castro falleció el 25 de octubre a la edad de 85 años. Su vasto legado cobija eventos como el Cali Exposhow y el Centro de Eventos Valle del Pacífico.

Visionaria, empresaria incansable, líder social de una generosidad sin límite. Lo que se proponía lo sacaba adelante con tenacidad, capacidad de liderazgo, trabajo en equipo, positivismo y buen ánimo. Por eso la muerte de doña Rosa Jaluf de Castro el pasado 25 de octubre, a la edad de 85 años, causó gran pesar entre diferentes círculos sociales del Valle.

¿Pero, cómo no? Si esta empresaria caleña, hija de una madre egipcia y padre libanés, fue motor de varias de las obras, proyectos y campañas cívicas de la ciudad.

Doña Rosa, quien estuvo casada con Alfonso Castro Obyrne (q.e.p.d), presidió la Junta Directiva de Fenalco Valle por 26 años. Y a nivel nacional, en dos oportunidades (2000 a 2002 y 2002 al 2004). Ella tuvo la idea de crear uno de los eventos que le ha dado resonancia a la capital del departamento en Colombia y en el mundo: el Cali Exposhow.

Este evento ha impulsado el clúster alrededor del diseño, la moda y las confecciones. Ha tenido 17 versiones y en él han participado diseñadores internacionales como Óscar de la Renta, Roberto Cavalli, Jean Paul Gaultier.

Recibió condecoraciones entre otros, del Ministerio de Defensa, la Gobernación del Valle, la Alcaldía de Cali. En 2004 la Cámara Junior Internacional la exaltó como Ejecutiva del Año.

Viendo el éxito del Cali Exposhow, la propietaria de los almacenes de calzado Versilia, lideró la construcción del Centro de Eventos Valle del Pacífico para que acogiera grandes eventos de la ciudad, como este de moda. Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Comercio de Cali fue uno de los que la acompañó en esta titánica tarea.

Para comprar el lote en el que hoy se alza la gigantesca infraestructura ella consiguió 550 donantes y recaudó US$70 millones para su construcción.

Pero doña Rosita, como muchos la llamaban cariñosamente, mostró su gran capacidad de convocatoria y liderazgo desde muchos años atrás.

En 1997 gestionó la construcción del edificio de Fenalco y tiempo después la de la Clínica de Comfenalco en la Calle 5a. Fue impulsora de proyectos como el salvamento de las Empresas Municipales de Cali, Emcali, y le dio un espaldarazo empresarial al Sistema de Transporte Masivo, MÍO. Prestaba colaboración también a las Fuerzas Militares y de Policía, especialmente para que se les brindara rehabilitación a los soldados heridos en combate.

En su bella Hacienda de San Marino, esta amante de la gastronomía podía ser anfitriona de decenas de niños pobres que hacían su Primera Comunión o de periodistas, empresarios, líderes gremiales, así como de ministros y presidentes de la República para enterarlos de las problemáticas de Cali y abogar por sus soluciones.

Será inolvidable para varias generaciones por la larga lista de éxitos que dejó en 50 años de vida artística: Pobre Gorrión, Llorando Estoy, Amor qué Tienes Tú, Lloraré, Las Estaciones, Cuéntame, Amor Amargo...

Conocida como Vicky o Vicky de Colombia, su verdadero nombre era Esperanza Acevedo Ossa. Murió el 15 de marzo de 2017 en el Hospital Universitario San Ignacio, de Bogotá, de un cáncer de pulmón, a los 69 años.

Nacida en Ansermanuevo y criada en Palmira y Bogotá, la cantante de música romántica hizo parte de la llamada Nueva Ola (en los 60, 70 y 80), junto a artistas como Harold, Fausto, Billy Pontoni, Mariluz, Claudia de Colombia, Óscar Golden y Christopher.

Precisamente, el sanandresano Christopher comentó, una vez se conoció el deceso de la cantautora, que ella no quería que la gente supiera que estaba enferma, por eso lo ocultó, “pero sus amigos cercanos sí sabíamos y le dábamos aliento”.

Vicky se ganó un lugar especial en el corazón de los colombianos porque con sus casi 15 producciones discográficas se mantuvo vigente. En los últimos años ofreció conciertos en ciudades como Bogotá y Cali.

Consiguió que su música fuera aclamada en países como México (país donde vivió) y Estados Unidos.

Duró 4 años escribiendo su libro autobiográfico ‘Canto de gorrión’ en el que develó pasajes amargos de su vida como la vez que casi fue violada o cuando pensó en suicidarse. Jamás se sintió una celebridad. “Nunca he sido estrella, las únicas estrellas que hay están en el cielo”, solía decir.

Compositor, intérprete, productor, arreglista, realizador de jingles para diferentes productos y compañías. El caleño Harold Orozco era un hombre polifacético, que sobresalió en la llamada Nueva Ola musical de los años 60, 70 y 80. Murió a la edad de 70 años, en Medellín, de una afección cardiaca.

Hizo conocer su talento en La Voz de Cali y a mediados de los 60 se trasladó a Bogotá. En esa ciudad conoció al locutor Alfonso Lizarazo, que trabajaba en Radio 15 y que se dedicaba a impulsar a jóvenes talentos musicales.

Harold junto a Óscar Golden fueron de los primeros artistas que hicieron parte de la Nueva Ola, esa ‘revolución musical’ que Lizarazo lideró en el país.

Impuso éxitos como Destino: La Ciudad, Déjala que se Vaya, Vida Mía, Micky Mouse, Rock a la Cárcel.

Fue de los primeros artistas cuyas canciones servían de entrada en las telenovelas nacionales más populares de los años 70 y 80. El exesposo de la comediante María Auxilio Vélez hace seis años se retiró completamente de la escena musical tras sufrir un infarto.

Harold Bedoya, comandante de las Fuerzas Militares entre noviembre de 1994 y diciembre de 1996, murió a los 78 años, en Bogotá.

Este caleño fue un militar tropero, de mano fuerte, experto en operaciones de inteligencia y contrainteligencia en la lucha contra la guerrilla. Bajo su liderazgo el Ejército vivió uno de los más violentos ataques de las Farc: la emboscada a la base militar de Las Delicias, en Puerto Leguízamo, Putumayo.

Se enfrentó con Ernesto Samper porque el militar no estaba de acuerdo con que este, como Presidente, pretendiera acercamientos con las Farc para iniciar un proceso de paz. Por eso fue llamado a calificar servicios y así concluyó 42 años de vida en la milicia. Una vez vestido de civil se metió a la política: fue en dos oportunidades candidato a la Presidencia de la República y aspiró a la Alcaldía de Bogotá.

Elmo Valencia se consideraba un poeta iconoclasta que abrazó el nadaísmo en 1958, ese movimiento de intelectuales de provincia, irreverentes, que se opuso al establecimiento, entre ellos, Gonzalo Arango, Darío Lemos, Eduardo Escobar, Pablus Gallinazo, Jota Mario Arbeláez. El caleño murió a los 91, el 12 de septiembre, en el Ancianato San Miguel.

Extrovertido, risueño, de humor negro, ‘El monje loco’, como lo bautizó Gonzalo Arango, sobresalió como poeta, novelista y ensayista. Fue jurado en concursos literarios como el de ‘Casa de las Américas’, en Cuba, en 1966, junto a Mario Vargas Llosa y Camilo José Cela y participó en recitales de poesía como el de Praga.

En 1967 ganó el Premio Nadaísta de Novela por ‘Islanada’. En 2010 publicó Bodas sin Oro, Cincuenta Años del Nadaísmo.