Médico tulueño hace 'magia' con la microcirugía

Francisco Villegas Alzate es uno de los microcirujanos más reconocidos del país. Ha implantado miembros amputados como dedos, orejas, manos y hasta penes.

Más que el dinero y la fama, lo que realmente le llena la vida al cirujano Francisco Villegas Alzate es el afecto y el agradecimiento de sus pacientes una vez se recuperan de sus intervenciones quirúrgicas.Eso, para este profesional de la medicina, tiene más importancia que irse para una capital, a trabajar a una clínica privada, como se lo han propuesto en varias oportunidades, a ganarse millonarios honorarios.Esas manifestaciones de cariño hicieron que este profesional se haya enamorado de Tuluá y de su gente. En esta localidad del centro del Valle ha desarrollado casi toda su carrera desde hace 18 años.Allí nacieron sus hijos y goza del aprecio, admiración y respeto de mucha gente que reconoce como "mágico" el trabajo que realiza este profesional egresado de la Universidad Nacional de Colombia.Para los tulueños, especialmente los pacientes más pobres que acuden al Hospital Tomás Uribe Uribe, tener a una eminencia como lo es el doctor Villegas es una bendición de Dios.Por sus manos han pasado cientos de pacientes que han sufrido amputaciones en sus extremidades, que han perdido sus dedos, sus orejas, su nariz y hasta su pene.Las 'lipos' no le quitan el sueño al médico Villegas. Para él, su gran logro fue 'pegarle' la mano a un campesino que la había perdido de un machetazo en una riña. "Esos son los retos profesionales que me gustan, que me producen satisfacción personal", manifiesta el galeno.Cirugía históricaLa semana pasada, un hombre de 28 años, a quien le cercenaron la mano izquierda en una pelea en el barrio Santa Isabel de Tuluá, tuvo la fortuna de que este especialista le reimplantara el miembro superior y se lo dejara como nuevo.Fueron ocho largas horas en las que con mística, técnica impecable y un gran esfuerzo, el doctor Villegas, utilizando un microscopio especial,empezó a unir en el quirófano, uno a uno, nervios, tendones, arterias, venas y huesos del hombre que llegó a pensar que iba a quedar incompleto de por vida.“Gracias a Dios y al doctor Villegas, hoy podemos decir que la vida nos dio una segunda oportunidad”, manifestó Luz Piedad Cortés, madre de Alexánder Andrade, quien fue atacado por un energúmeno, mientras se dirigía a su trabajo.Aunque parezca extraordinario para los medios de comunicación, esta clase de procedimientos se hacen en el hospital Tomás Uribe de Tuluá con más frecuencia de lo que la gente cree. Lo que poco de conoce, es que muchas cirugías se realizan con sentido social pues la mayoría de los pacientes son gente pobre que carece de recursos para pagar los costos.“Se podría pensar que el Hospital pierde dinero haciendo esta clase de operaciones y no es así, porque la gente gana mucho en salud”, indicó el doctor Francisco Villegas, quien la próxima semana estará en Vancouver, Canadá, haciendo una exposición en un congreso Mundial de Cirugía Plástica, en donde dará a conocer los avances que se han desarrollado durante los últimos años en una pequeña ciudad de Colombia sobre una técnica que lleva como nombre 'Tuluá' y tiene que ver con la corrección de deformidades del abdomen.“Esta técnica la desarrollamos completamente en Tuluá y se experimentó en 42 pacientes, es más segura para moldear la piel, para que no se note la cicatriz y para que el ombligo quede mejor ubicado, estoy convencido que va a ser aceptada por la comunidad científica mundial”, indicó el médico.Precisamente esos conocimientos los comparte hoy como docente con los estudiantes de Medicina de las universidades del Valle y la Uceva, una experiencia difícil de repetir en una institución de salud pública, pues en el Valle del Cauca, solamente en el Hospital Evaristo García y en el Tomás Uribe Uribe se realizan esta clase de procedimientos de cirugía reconstructiva.Así son las manos 'milagrosas' del doctor Francisco Villegas, un tulueño por adopción que está convencido que de esta manera también está haciendo patria y lo más importante sirviéndole a la comunidad de manera desinteresada."La microcirugía es la parte más especializada de la cirugía reconstructiva, con la cual se hacen procedimientos de fantasía, como pegar una parte del cuerpo que ha sido amputada, por ejemplo, un dedo, una mano, un pie, una oreja o un pene. Prácticamente eso es magia", concluyó Villegas.