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Juan Carlos Abadía: una carrera marcada por polémica y los escándalos

16 de febrero de 2011 Por: Elpais.com.co

La decisión en primera instancia de la Procuraduría General de la Nación, de destituir al gobernador del Valle del Cauca, Juan Carlos Abadía, e inhabilitarlo durante diez años para ejercer cargos públicos, parece truncar una frenética carrera política que el propio Mandatario planeaba terminar en la Presidencia de la República.Su corta y polémica vida pública se inició el 2 de enero del 2001, cumplidos los 21 años, cuando de la mano de su padre, Carlos Herney Abadía, fue instalado en uno de los asientos de la Asamblea del Valle del Cauca.Pese a su magro aporte en materia de proyectos y ordenanzas, como consta en las actas de la corporación, Abadía, aún siendo un estudiante universitario, logró hacerse elegir mediante un acuerdo interpartidista como Presidente de la Asamblea el 1 de julio del 2002. Para entonces su mayor orgullo era autoproclamarse ante los medios como el diputado más joven del país.En esa época no sólo nacía Abadía Campo como dirigente, sino que empezaba a hacer carrera en el Valle del Cauca la ‘política del Nokia’. El Black- berry era aún un sueño inalcanzable.“Cada que se iba a decidir un proyecto, el hoy Gobernador del Valle tomaba su celular y llamaba a su padre para que le indicara la manera en la que debía votar”, recuerda uno de sus ex compañeros diputados.Madurado políticamente en el Movimiento Popular Unido, MPU, que fundara su progenitor y con el cual llegó a la Asamblea, lo que conoció el Gobernador de la política, dicen algunos analistas, “es que todo se mueve en el mundo de los acuerdos y las maquinarias”.Se hizo sentir en el Concejo En julio del 2003 Abadía renunció a su investidura de diputado para aspirar al Concejo de Cali, donde la entonces joven promesa de la política regional protagonizó con su estilo varios sonados escándalos.Su estancia en el Concejo no fue más productiva que sus años en la Asamblea. Pero su gran reconocimiento público lo obtuvo a finales del 2005, cuando una decisión judicial dejó por fuera del cabildo a Luis Mario Cuervo y Mauricio Mejía, quien debía ser el próximo presidente de la corporación.El hoy destituido Gobernador manifestó su deseo de presidir el Concejo, pero hacía parte de una coalición minoritaria que, luego de polarizar la corporación, quedó en desventaja 11 contra 10. Finalmente, y por razones que muchos conocen, pero de la que pocos hablan, uno de los concejales conservadores termino depositando el voto que le entregó la Presidencia del Concejo de Cali.Una estrategia similar impulsó en la promoción de Miguel Erick Piedrahíta para la Contraloría Municipal, pese a las advertencias de los entes de control de que este se encontraba inhabilitado para el cargo. Situación que tiene en investigación y a la espera de un fallo a doce de los concejales de entonces.En abril del 2007 anunció el nuevo paso que habría de dar en su meteórica carrera política: la Alcaldía de Cali. Sin embargo, algunos de sus cercanos consejeros, entre ellos el ex senador Juan Carlos Martínez, advirtieron una competencia fuerte, y entendieron que su aspiración debería encaminarse a la Gobernación del Valle del Cauca.El Valle, en el ojo de la polémicaCon la misma consigna de ser el gobernador más joven del país, Abadía Campo no logró pasar un día al frente del Valle del Cauca sin que protagonizará algún hecho polémico.El primero de ellos por la forma como hizo que la Asamblea del Departamento le aprobara su proyecto de vigencias futuras excepcionales que compromete recursos por $650.000 millones y que amarran a, por lo menos, los gobiernos de los próximos doce años.Un nuevo récord le agregó a su palmarés al hacer que la Duma le sancionara en primer debate la iniciativa el 12 de noviembre del 2008, 24 horas después tuvo el segundo y al día siguiente, pasada la medianoche, fueron ratificadas en tercer y último debate. Como “la actitud de un monarca”, calificaron diversos gremios y organizaciones políticas y sociales la manera “poco ética” como la Asamblea accedió sin mayor sustento a ceder a las pretensiones del Gobernador del Valle.No menos escandalosa fue la estrategia publicitaria centrada en su imagen personas para la realización en el departamento de los Juegos Nacionales y los gastos que se hicieron en esas justas.La propia Contraloría del Valle reveló las cifras según las cuales la Gobernación “desbordó” los gastos de publicidad, al invertir entre enero del 2008 y junio del 2009, $9.683 millones.El 2010 marcó el despertar de un sueño para el hoy destituido Gobernador. Decisiones judiciales y disciplinarias que llevaron a la caída del partido ADN y el hundimiento de la licitación de noticieros y programas de opinión en el canal Telepacífico le mostraron a Abadía que el poder tiene límites. Lección dura pero quizás tardía para quien fue criado para convertirse en la nueva estrella de la política regional.

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