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Invierno tiene en jaque a zona montañosa de Palmira, Florida y Pradera

La ola invernal arrancó a mediados de abril y ya afecta a algunas zonas de la parte alta de estos municipios, así como a El Cerrito. Prenden las alarmas.

15 de mayo de 2013 Por: Luz Stella Cardona Ruiz, redactora de PalmiraHoy.

La ola invernal arrancó a mediados de abril y ya afecta a algunas zonas de la parte alta de estos municipios, así como a El Cerrito. Prenden las alarmas.

La ola invernal que se ha registrado durante el último mes ha puesto una nube negra sobre cientos de familias de las zonas montañosas de Palmira, Florida, Pradera y El Cerrito.Viviendas destechadas, enseres destruidos, deslizamientos de tierras, carreteras rurales obstruidas y cultivos perdidos son algunas de las consecuencias que han dejado las precipitaciones, las cuales, según la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca, CVC, se extenderán hasta la segunda semana de junio.Aunque la entidad reconoció que las lluvias se mantendrán dentro del promedio histórico, le pidió a los consejos regionales y municipales de Gestión de Riesgo “no bajar la guardia” y seguir con los planes de vigilancia y control, así como con el monitoreo permanente de las cuencas de los ríos Bolo, Guabas y Frayle, ante el peligro de crecientes súbitas.Oscuro panoramaEn la Villa de las Palmas, los vendavales registrados entre el 22 y el 29 de abril dejaron sin techo a 112 viviendas de los corregimientos Boyacá y La Pampa, las veredas Tenjo y Calucé y los corregimientos Potrerillo y La Quisquina, además de algunas del sector urbano. Guillermo Adolfo Arango, director de la Oficina de Gestión del Riesgo de Palmira, explicó que las inundaciones presentadas en Boyacá están asociadas con el mal manejo de aguas de riego de los ingenios azucareros. “Esto genera que la vía se convierta en un río cuando hay fuertes lluvias”, señaló antes de recomendarle a la comunidad que hagan obras de descolmatación, mantenimiento y limpieza permanente de canales. Por su parte, Fabio Márquez, coordinador del mismo organismo, indicó que ya se levantó el censo de las familias damnificadas, mientras se adelanta la limpieza del alcantarillado de la población.Agregó que ya se tienen listas las Estrategias Municipales de Respuesta de Emergencias, Enre, y los protocolos para actuar en caso de emergencia, y que se hizo un recorrido por el jarillón del Frayle, desde la entrada a la Zona Franca del Pacífico hasta Haz de Occidente, en la recta Cali-Palmira, para verificar el peligro de la ocurrencia de inundaciones similares a las registradas en 2010.Al respecto, Bertha Cecilia Rojas, gerente general de la Zona Franca del Pacífico, confirmó que “las obras de protección culminaron con éxito” y que consistieron en la construcción de un dique perimetral, con una longitud de más de tres mil metros, que demandó una inversión aproximada de doce mil millones de pesos.Adicionalmente, se han radicado varios proyectos ante Colombia Humanitaria, el Fondo de Adaptación, el Fondo de Calamidades y la Unidad de Gestión de Riesgo de la Presidencia de la República. Uno de ellos, por $42.000 millones, denominado ‘Anillo 114’ y radicado por la Gobernación del Valle del Cauca, permitirá la intervención definitiva de los ríos y los canales de la zona, con el fin de alejar cualquier riesgo provocado por fenómenos como el de La Niña.Tampoco escampaEn Florida, Pradera y El Cerrito tampoco escampa. Diego Molina, director de la Oficina de Gestión del Riesgo en la primera localidad, precisó que se declaró la calamidad pública para gestionar recursos ante el Departamento y la Nación que permitan enfrentar la emergencia registrada en algunas veredas de la zona montañosa del municipio. Precisó que los deslizamientos registrados hace quince días dejaron incomunicadas varias vías de las veredas Granates, La Cumbre, La Rivera y Las Guacas.Entre tanto, en los corregimientos San Joaquín, Betania, Las Brisas y Nuevo Horizonte, las fuertes lluvias han arrasado con cultivos, generado inundaciones y dejado varias viviendas destechadas.“Se han presentado vendavales y tornados que dejan quince veredas y 190 familias afectadas. Asimismo, pérdidas de cultivos de plátano, mora, banano y maíz”, expresó el funcionario quien recalcó que esta zona es la despensa agrícola de Florida.Añadió que se están monitoreando los ríos Santa Bárbara, Frayle (donde las obras del jarillón para proteger el casco urbano quedaron inconclusas) y Desbaratado.“Estas temporadas no dejan de sorprender, puesto que ningún municipio está preparado para hacer frente a una ola invernal con tanta afectación”, dijo Molina. De otro lado, su similar en Pradera, Aldemar Molina, confirmó que las lluvias también han afectado a los habitantes de los corregimientos San Isidro, El Recreo, El Retiro, La Fría, La Carbonera, Potrerito y El Líbano.En Bolívar y El Recreo, varias viviendas perdieron parte de sus techos y se dañaron sembrados de lulo, banano, mora y café, en tanto que no se descarta que en los corregimientos El Retiro y La Carbonera se declaren en emergencia, ya que las carreteras están en muy mal estadoSin embargo, el funcionario pradereño sostuvo que aún no se tiene el dato exacto de cuántas familias y viviendas resultaron damnificadas.En cuanto al río Bolo, anotó que su cauce registra normalidad.En Candelaria, el invierno no ha causado estragos, ya que el Cauca mantiene un nivel estable, según afirmó David Useche, funcionario de la Oficina de Gestión de Riesgo, quien enfatizó que se mantienen los planes de contingencia para evitar emergencias.Otra situación se vive en El Cerrito, en cuya cabecera urbana los vendavales han dejado 97 hogares sin techo.En la zona montañosa, informó Alonso Pérez, secretario de Gobierno Municipal, ha habido problemas en la bancada de las vías a los corregimientos Tenerife, Aují y La Nevera. De acuerdo con la CVC, en mayo las precipitaciones continuarán aumentando en cantidad y frecuencia, lo que incrementará el riesgo de crecientes súbitas y deslizamientos, por lo que en la zona suroriental del Valle del Cauca no se puede bajar la guardia.Quedaron a la intemperieLuis Alfonso Mora, habitante del corregimiento La Pampa, en la Villa de Palmas, dice que el pasado 29 de abril sintió que el techo se le caía encima.Los fuertes vientos combinados con una lluvia torrencial en pocos segundos lo dejaron en la calle y con los colchones mojados.“Hasta un palo cayó sobre la casa y destruyó algunas tejas”, agregó quien sigue esperando las ayudas del Municipio.En la casa de Apolinar Díaz, el drama se repite, ya que perdió parte de los techos.Entre tanto, Jorge Eliécer Lasso cuenta que el vendaval solo le dejó tiempo de coger a sus dos pequeños entre sus brazos, mientras la mitad de su casa quedaba a la intemperie.“Hasta me tocó abrir un roto en las habitaciones de adelante para que saliera el agua, puesto que cada que llueve se empoza”, precisa.María Martínez, madre de tres niños, cuenta que su casa y la de su mamá y su hermana, resultaron afectadas por el fenómeno natural. “Ya nos censaron, pero hasta hoy martes no hemos recibido las ayudas”, añadió.En el corregimiento Boyacá la situación no es diferente. Domingo Orobio, quien vive con una sobrina, los dos hijos de ella y su hermana, fue otro de los perjudicados por la tormenta.“Estoy durmiendo en la casa de mi mamá y a mi sobrina le toca irse a quedar donde una amiga. Un conocido me prestó unas tejas mientras nos reponen las que perdimos”, sostiene.Entre tanto, Fabio Márquez, coordinador de la Oficina de Gestión del Riesgo de Palmira, informó que se entregarán cerca de mil tejas de zinc a las familias damnificadas. Sin embargo, el funcionario aclaró que la ayuda humanitaria no incluirá remesas.

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