Gestionan creación de puestos de control policial en los Farallones

Ministerio del Medio Ambiente anunció que se buscará instalar dos puestos de control de la Dirección de Carabineros de la Policía para combatir la minería ilegal.

El ministro de Medio Ambiente  y Desarrollo Sostenible, Gabriel Vallejo, anunció que gestionará la instalación de dos puestos de control de la Dirección de Carabineros en el parque Nacional Natural Farallones, con el fin de ponerle freno a la minería ilegal que ha afectado 622 hectáreas de sus bosques.

La iniciativa fue presentada por el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente, Dagma, y consiste en instalar un puesto de control en el sector de Venteaderos, en la vía al corregimiento de Pichindé, y otro en Felidia. Para concretar la propuesta, la directora de la autoridad ambiental, María del Mar Mozo, indicó que cuenta con un presupuesto de $1000 millones.

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“Con estos puestos de control podríamos lograr en un corto plazo la erradicación de la minería ilegal en el Parque Nacional los Farallones”, afirmó Mozo.

 Por esto, el ministro del Medio Ambiente aseguró que  impulsará los trámites necesarios  ante el Ministerio de Defensa y la Dirección de Carabineros, organismo que deberá disponer  uniformados en los puestos de control.

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Uno de los ecosistemas más diezmados en este Parque Nacional Natural es el bosque alto andino, donde abundan especies exóticas y todo tipo de aves que ven amenazado su hábitat. Hay 506 hectáreas afectadas de este ecosistema, 387 más que en el 2014.

Durante la última visita técnica realizada por el equipo de Parques Nacionales Naturales, la Policía Nacional y el Batallón de Alta Montaña No. 3 Rodrigo Lloreda Caicedo, se encontraron 148 socavones, 87 más que el año pasado; 65 campamentos y zonas de trabajo minero, así como maquinaria, guayas y manguera negra para desarrollar la actividad minera ilegal.

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Durante esa inspección las entidades constataron un cambio en el cauce de la quebrada del Socorro, una microcuenca ubicada en el corregimiento de Los Andes y que es un afluente de la cuenca del río Cali, donde los mineros construyeron un túnel artesanal que permite el paso de las aguas de esa quebrada a la vertiente Pacífico, donde está la cuenca del río Anchicayá.