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Finanzas de la Licorera del Valle siguen en entredicho

La empresa aún no ha definido qué pasará con la comercializadora de los licores. Aún así, la competencia por el mercado del Valle aumenta.

27 de mayo de 2012 Por: Redacción de El País

La empresa aún no ha definido qué pasará con la comercializadora de los licores. Aún así, la competencia por el mercado del Valle aumenta.

En el presupuesto de la Industria de Licores del Valle, ILV, se mantiene como meta para este año la venta de 12.300.000 botellas de aguardiente y ron; es decir, 1.000.000 más que lo alcanzando en el 2011.Con estas cifras, las transferencias para el Departamento sumarían $125.000 millones al finalizar el 2012 y las utilidades de la empresa podrían superar los $10.000 millones. El año pasado fueron de $1.000 millones.Hasta aquí, las perspectivas de la compañía parecen ser alentadoras y de recuperación. Sin embargo, sobre la empresa recaen algunos riesgos provenientes de las demandas en curso, de los problemas con la Comercializadora Integral -que distribuye los productos de la licorera- y de la apertura de fronteras que se hizo recientemente. William Rodríguez, gerente de la ILV, afirma que la empresa tiene dos opciones: permitir que la comercializadora ceda el contrato o liquidarlo y comenzar un nuevo proceso. Para el directivo, la primera opción sería la menos traumática, pues se continuaría con la meta de vender las 12.300.000 unidades. Mientras que buscar un nuevo comercializador a mitad de año podría afectar los resultados de la compañía y del Departamento.“Estamos mirando si jurídicamente esto es posible. Integral cedería sus activos y toda su infraestructura. Si se cumplen los términos comercial, financiero y jurídico se llevará el tema de nuevo a Junta Directiva y esperamos, a más tardar el 2 de junio, tomar una decisión”, explica.El contrato entre la ILV y la Comercializadora Integral fue el causante de la sanción contra el gobernador Héctor Fabio Useche, pues la Contraloría General encontró un detrimento patrimonial. El ente de control no ha señalado aún a los representantes de Integral como deudores en este proceso, pero la misma comercializadora conoce que tiene una inhabilidad sobreviniente, por lo que solicitó ceder dicho contrato. La propuesta es que lo ejecute la firma Invergranco SAS, una compañía con sede en Norte de Santander que tiene experiencia en la distribución de licores y alimentos, pero en ese territorio.El diputado Antonio Ospina dice que este tema contractual hay que abordarlo desde el punto de vista jurídico, para blindar a la industria de problemas futuros. “Si no resolvemos pronto esto no se podrá comercializar el licor. Es una situación delicada, pues vienen los meses que tradicionalmente son más fuertes en ventas”, señala.Los temores de los diputados son que la cesión de este contrato termine en una demanda, lo cual generaría otro riesgo para la Industria de Licores. Actualmente las pretensiones judiciales que existen contra la empresa suman más de $70.000 millones. La más preocupante es la de Dimerco, el antiguo comercializador. “Con Dana Wine, que distribuía en Estados Unidos, estamos cerca de una conciliación. La demanda más grande es la de Dimerco, pero se está atendiendo técnicamente”, afirma William Rodríguez.Para el diputado Mario Germán Fernández de Soto este tema se constituye en la espada de Damocles para la empresa, que en cualquier momento puede caer. “Además, no tener claro la distribución de los licores en este momento, cuando arranca la mejor época para la ILV, es un riesgo para la empresa”, dice.Víctor Manuel Escobar, presidente del sindicato de la licorera, considera que la interinidad en que ha estado el Valle también ha afectado las decisiones sobre la compañía, dejándola en una situación compleja. Pero afirma que con un plan comercial fuerte, abriendo mercados en otras regiones y controlando el contrabando, la industria puede presentar un mejor panorama y dar mayores recursos al Departamento. Apertura de fronterasEl pasado viernes, en la Asamblea del Valle, el diputado Rubiel Muñoz denunció que la Gobernación permitirá el ingreso de otro aguardiente al Valle. Se trata de la marca Puro Colombia, que será maquilada por Casa Grajales.Pero la mayor inquietud, aparte de la competencia para el producto local, es que este convenio firmado por el gobernador Aurelio Iragorri, se hizo con el señor Francisco Aristizabal Gómez, quien fue representante de Dimerco, entidad que mantiene una millonaria demanda contra la ILV, lo que parece contradictorio.Adicionalmente, en los últimos meses se han firmado convenios para el ingreso de productos de San Andrés, del Cauca y de Antioquia. William Rodríguez asegura que esas ventas también son ingresos para el Valle, pues pagan $8.500 por botella que se venda en la región. “Veo la decisión de la Gobernación como una opción para frenar el contrabando, porque este fenómeno existe y cuando esto pasa la región no recibe nada. Además, la empresa debe competir en un mercado al que seguirán llegando muchos productos importados”, dice.Sobre el aguardiente Puro Colombia, afirma que lo que ha conocido es que se maquilará en la región y que se vendería fuera del Departamento. Pero otros, como los trabajadores, tienen dudas sobre si es lo correcto permitir esa competencia, mientras los licores del Valle no tienen presencia en todo el territorio nacional.Por ahora, la ILV apunta a solucionar el problema de la comercialización y tiene en marcha un plan para posicionar los nuevos licores con los que aspiran a ganar mercado. Si todo se da, la gerencia cree que este año la empresa podría sanear sus pasivos. Si no, el camino por recorrer será más difícil.

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