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Escasea el agua en zona rural de Cartago

Pese a que no hay declarada calamidad pública, en la zona rural de Cartago ya se ven los estragos por el fenómeno de El Niño. Habitantes hacen lo posible para conseguir el agua y ya hay quebradas secas.

1 de marzo de 2016 Por: Redacción de El País Cartago

Pese a que no hay declarada calamidad pública, en la zona rural de Cartago ya se ven los estragos por el fenómeno de El Niño. Habitantes hacen lo posible para conseguir el agua y ya hay quebradas secas.

Alrededor de 38 mil litros ha llevado el cuerpo de Bomberos de Cartago a los corregimientos de Modín y Coloradas, dos de los más impactados por la sequía producto del fenómeno de El Niño.

Esta agua ha servido en su mayoría para llenar los tanques de las escuelas en las veredas, donde si bien la situación no es precaria y por fortuna llovió hace unos días, ya comienza a escasear el líquido y eso preocupa a la comunidad.

Rafael Higuita, líder de la zona rural de Cartago y quien ha sido testigo de cómo se vienen secando las fuentes de agua en la zona rural, cuenta que los nacimientos están reducidos y las quebradas secas, como es el caso de Gualanday, “de donde llega el agua para Coloradas”.

Precisamente allí, en la escuela Nueva Granada, durante dos meses estuvieron sin agua; por fortuna era época de vacaciones, pero cuando regresaron los 41 estudiantes volvió la preocupación.

Diana Tovar, profesora de la sede Nueva Granda de Coloradas dice que ante la escasez de agua, les tocó pagarle a un señor para que les bombeara el líquido de un lago, “pero esa agua no es para el consumo humano, solo para uso de baños y limpieza”.

La misma situación acontece en la sede Nueva Granada del corregimiento de Modín, donde los más de 80 estudiantes para tomar agua deben llevarla hervida desde su casa y guardarla en una nevera.

“En este momento no está llegando el agua, la poca que tenemos almacenada es porque llovió el pasado fin de semana y lo que trajo Bomberos, la tenemos ahí, la cloramos para que no vaya a producir infecciones”, dice el profesor de español, Eduard Argüelles.

Estudiantes, lo más afectados

Al escasear el agua la preocupación es general pero el problema podría ser mayor en las escuelas,  donde se concentran cientos de niños y adolescentes.

Por ejemplo en la sede Nueva Granada de Modín hay un tanque de 2 mil litros que se llena cuando caen lluvias o se bombea agua de un nacimiento, pero es agua que comparte toda la comunidad y cada vez es más poco lo que pueden captar, de ahí la necesidad constante de que envíen carrotanque.

En este mismo corregimiento, pero en la escuela de la vereda Oriente, el agua es bombeada desde la finca La Orquídea, de donde también surten  para el puesto de salud.

Allí se permiten este ‘lujo’ porque aún hay agua que llega a un tanque proveniente de un nacimiento  y permite almacenar  1.000 litros; sin embargo, no todos corren con la misma suerte.

“También nos dimos cuenta de que en la Institución Educativa de Piedras de Moler tienen unos tanques pero nunca se les hizo el debido mantenimiento, por lo que se ha obstruido varias veces”, dice el secretario de Educación, Juan David Piedrahíta, quien  manifiesta  no tener la competencia de llevarle agua a toda la comunidad “pero sí estoy procurando resolver poco a poco las necesidades de las instituciones educativas, entre ellas las de limpiar los tanques que surten el agua para las escuelas”.

¿Por qué la sequía?

La mayoría de los habitantes en la zona rural se abastecen de quebradas o nacimientos, que han disminuido por el intenso verano, pero hay quienes creen, como el agricultor de Modín, Leonardo Osorio, que la sequía también se debe a que no hay reforestación.

“Se carece de nacimientos, que haya más protección a las fuentes de agua, que haya arborización, cercas vivas amplias y  capacitación para la gente, porque no la creíamos y mire cómo estamos viendo las consecuencias de la falta de agua”, cuenta el agricultor.

Y es que hoy en día más del 60 % de las tierras en Coloradas, Modín y Piedras de Moler son usadas para el ganado, lo cual, según el líder de la zona rural, Rafael Higuita, “es preocupante porque aparte de que se le ha restado espacio al cultivo de café ha hecho falta sembrar lo que produce agua como anisillo, platanilla, cidra y guineo. A eso le tiene que apostar la administración municipal  porque sino más adelante va a ser peor la sequía”.

Sin embargo, para Alfonso Peláez Palomo, director regional DAR Norte de la CVC, el agotamiento de algunas fuentes hídricas se debe en gran medida al fenómeno de El Niño que ha impactado dramáticamente.

“Las aguas superficiales se depositan en el suelo por la cobertura vegetal pero al no haber recambio de agua debido a El Niño, esta se agota. Eso sumado a que hay unos nacimientos que son muy pequeños es lo que ha generado el agotamiento del agua en la zona rural” explica Peláez.

El director de la DAR Norte también es consciente de que para comenzar a recuperar agua en las quebradas y nacimientos, “tendrían que caer tres o cuatro lluvias bien fuertes como la del fin de semana pasado”.

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