Ella es Ana Lucía López, la embajadora de la salud en el Pacífico

La cofundadora del Barco Hospital San Raffaele será la cuota del Valle en el Premio Mujer Cafam.

Ya son cinco años los que cumple Ana Lucía López siendo testigo de cómo la población más pobre del pacífico colombiano se debate entre la vida y la muerte, por la precaria atención en salud que reciben.Economista y especialista en Gerencia Social, de 45 años, explica que el sentir de los habitantes de los sitios más apartados de Valle, Cauca, Nariño y Chocó es el mismo: una especie de resignación a estar enfermo de por vida. “Hay gente que dice que pasa cinco o diez años sin ver un médico o que salir de sus poblaciones, por tierra o por mar, es demasiado complicado. Lo otro, es que el sistema de salud está ‘cojo’: si hay médico, no hay medicinas, si hay odontólogo, no hay luz para que funcionen los aparatos, y así muchos casos”, explica.Ana Lucía se acuerda, por ejemplo, de aquella mujer que vivió escondida hasta los 35 años en su vivienda de una población de la costa nariñense, porque un tumor de enormes proporciones le había invadido uno de sus brazos. Gracias a los servicios médicos del Barco Hospital San Raffaele, que desde el 2009 comenzó a realizar misiones médicas por el pacífico colombiano, a esa mujer, tras ser operada, le volvió el autoestima.“No hubo ninguna EPS que le solucionara su problema. Pudimos operarla en el barco y desde entonces vimos que le cambió la vida. En las consultas del post operatorio lloraba de la emoción por esto. Son de esas historias que uno nunca podrá olvidar”, comenta Ana Lucía, la cofundadora de este proyecto.Por ayudar a curar los males en aquellas zonas a las que el Estado no llega, la señora López fue elegida para representar al Valle del Cauca en el Premio Mujer Cafam 2014. Se trata de un certamen que cada año exalta la labor de mujeres que con su trabajo social contribuyen al beneficio de poblaciones vulnerables. Se entregará el próximo 6 de marzo.“Yo soy muy tímida para estas cosas, pero creo que es una buena forma de visibilizar proyectos como este, que valen la pena ser apoyados y rescatados para que la gente del pacífico tenga unas condiciones de vida dignas”, asegura Ana Lucía. Hay algo que hoy opaca su felicidad. Desde julio del 2013, el Barco Hospital está anclado en Buenaventura, por falta de recursos para operar. Desde hace tres años, Caprecom le debe $120 millones. “Hemos pedido y rogado para que se nos cancelen los dineros y no ha sido posible. Tampoco hemos tenido eco por parte del Ministerio de Salud. Los líderes de las zonas que recorremos me escriben y me llaman clamando que llevemos la brigada de salud”.Dice Ana Lucía que $120 millones es lo que cuesta realizar una misión de doce días en la que pueden atenderse hasta 3500 personas. Es una situación dolorosa porque, dice, es la única institución itinerante que puede llevar cirujanos, odontólogos, pediatras y equipos de alta tecnología hasta esos sitios tan lejanos, donde la pobreza extrema, como ella dice, es inimaginable. “Podría decir que el 80 % del sistema de atención en salud para estas poblaciones del Pacífico no funciona. Es increíble lo que nosotros podemos hacer y que hoy estamos parados”, agrega.