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El peligroso ‘déficit’ de semillas en los bancos del mundo

Urge recolectar muestras del 70 % de los ‘parientes silvestres’ de frutas y vegetales para garantizar la supervivencia humana, dice estudio del Ciat Palmira. De ellas, se derivan los alimentos que consumimos.

11 de abril de 2016 Por: Redacción de El País

Urge recolectar muestras del 70 % de los ‘parientes silvestres’ de frutas y vegetales para garantizar la supervivencia humana, dice estudio del Ciat Palmira. De ellas, se derivan los alimentos que consumimos.

La historia es más o menos así: en el mundo existen unas plantas que los científicos llaman ‘parientes silvestres’. Es decir que no han sido manipuladas por el hombre. De ellas, sin embargo, surgieron las especies   con los que nos alimentamos hoy: arroz, papa, maíz, trigo... Lea también: ¿Cómo es por dentro un banco de semillas?

Esto hace que las plantas silvestres terminen siendo ‘familia’,  ‘antepasados’, de lo que cultivamos. Por ello los científicos las llaman ‘parientes’. También  ‘primas de los cultivos’.

Su historia en la Tierra es antiquísima. Son plantas que  tienen entre 500 mil y un millón de años. Y pese a todo – sequías, inviernos, un clima cada vez más impredecible, extraño – han sobrevivido.  

Así que los científicos están seguros de que en ellas se ocultan secretos útiles para enfrentar el cambio climático. 

Esta doble condición -  la de ser la ‘memoria’ de los cultivos que  consume la humanidad y ‘aliado’ contra el calentamiento global – hace que estas plantas sean muy importantes para garantizar el equilibro natural en  el mundo, desde luego.

Sin embargo en su contra hay diversas amenazas. Hace unos días apenas se publicó un estudio que dice: 

 “Muchas de las plantas silvestres que serán las bases para el suministro mundial de alimentos a futuro no están siendo salvaguardadas en los bancos de germoplasma del planeta, según nuevas investigaciones realizadas por el Centro Internacional de Agricultura Tropical (Ciat), en coordinación con el Fondo Mundial para la Diversidad de Cultivos y el Real Jardín Botánico (RBG) de Kew.

Estas plantas, denominadas ‘parientes silvestres’ (CWR, por sus siglas en inglés) – ‘primas’ de cultivos alimenticios bien conocidos como arroz, papa, maíz y trigo – son ampliamente reconocidas como uno de los recursos más importantes disponibles para los fitomejoradores en la lucha contra el cambio climático. No obstante, muchas no han sido colectadas y conservadas en bancos de germoplasma, lo que significa que los mejoradores no pueden hacer uso de ellas. Adicionalmente, muchos de sus hábitats se encuentran bajo amenaza a causa de la urbanización, contaminación, deforestación, cambio climático y guerras”.

Vamos por partes. Alrededor del mundo hay inmensas y frías bóvedas donde se conservan las semilllas de las plantas para que, en caso de una tragedia, la humanidad tenga la manera de rehacer la vida. 

En el Ciat, ubicado en el municipio de   Palmira, para no ir muy lejos, está uno de esos bancos. Conserva, entre otras cosas, 37 mil muestras de variedades de fríjol,  seis mil de yuca.

 Cuando ocurrió  el terremoto de Haití, en 2012, y todo se destruyó, del banco del Ciat precisamente  enviaron semillas de   las especies originarias de ese país para que sus habitantes garantizaran su seguridad alimentaria.   

 El problema, según el reciente estudio,  entonces,  es que en estos   bancos no se están conservando completamente  las    parientes silvestres, o por lo menos no como se debería. Los autores descubrieron que a los parientes silvestres de cultivos casi imprescindibles para la humanidad como banano y plátano, yuca, sorgo y batata les urge ser colectados y conservados, junto con los de piña, zanahoria, espinaca y muchas otras frutas y verduras.

“En el caso de Colombia encontramos 27 especies de parientes silvestres calificadas de alta urgencia para conservación (de las 765 priorizadas por el estudio). El banco de germoplasma del Ciat conserva semillas de parientes silvestres de fríjol y yuca, dos cultivos importantes para la seguridad alimentaria.  Sin embargo, algunas otras especies necesitan esfuerzos adicionales de colecta si queremos contar con  estos recursos para el futuro”, dijo Nora Castañeda, una de las autoras de la investigación.

El Ciat es  la organización líder responsable de llevar a cabo el análisis de los vacíos en la conservación de los parientes silvestres de 81 cultivos importantes a nivel mundial.

Lo anterior es grave para los científicos si se tiene en cuenta que estos   parientes silvestres  los necesitamos, también, para mejorar los cultivos. 

Ahí entra esa palabra extraña que menciona el estudio: ‘fitomejoradores’. En realidad son personas que se dedican a mejorar los cultivos, modificar su genética, para que sean resistentes a las sequías, por citar un caso, a determinadas plagas, a exceso de lluvias. En otras palabras,  soporten  el cambio climático que está experimentado el planeta.  Y si no cuentan con las  parientes silvestres en los bancos de semillas,  se ven limitados para  desarrollar su trabajo.

Pero además no conservar estas plantas   es arriesgarse demasiado, caminar por una cuerda   muy frágil, dicen los expertos.  Podrían  extinguirse.

“Todos los animales y plantas silvestres  hoy se enfrentan – con poco éxito – a un problema de espacio: necesitan de espacios grandes no intervenidos para tener poblaciones estables y a la vez genéticamente diversas. Y esos espacios cada vez más los ocupamos con cemento. En el ordenamiento territorial de las ciudades del mundo debemos integrar los espacios naturales, porque es la condición para la sobrevivencia de todos los seres vivos, humanos incluidos.

 El Valle del Cauca lo ilustra bien :  en el departamento quedan pocos ecosistemas originales. La recién restauración en la Laguna de Sonso, en Buga,  es una señal positiva de una toma de conciencia: desarrollo no puede ser sinónimo de destrucción del patrimonio”, dice Daniel Debouck, investigador del Ciat.

Ahora bien, ¿qué hacer entonces? El estudio del Centro Internacional de Agricultura Tropical  advierte  que urge recolectar más del 70 % de las especies de parientes silvestres alrededor del mundo. Aquello ya se inició, pero solo en 19 países.

Para los parientes silvestres de alimentos básicos vitales como arroz, trigo, papa y maíz – que, por lo general, están mejor representados en los bancos de germoplasma – existen todavía vacíos significativos en las colecciones.

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