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El licor que tiene en riesgo el monopolio de la Industria de Licores del Valle

El País reconstruye la historia tras el permiso para que una empresa, cuyo dueño tiene demandada a la Industria de Licores del Valle, fabrique, venda y compita con sus productos en la región. Señalan falta de sellos de seguridad.

9 de julio de 2012 Por: Unidad Investigativa | El País

El País reconstruye la historia tras el permiso para que una empresa, cuyo dueño tiene demandada a la Industria de Licores del Valle, fabrique, venda y compita con sus productos en la región. Señalan falta de sellos de seguridad.

Aunque el aguardiente Blanco del Valle juega de local dentro de los límites del Departamento, desde abril de 2012 le apareció un competidor en su propia casa. Se trata del aguardiente Puro Colombia que produce la Industria Colombiana de Licores, ICL, y que gracias a una serie de infortunadas ‘coincidencias’ fabrica y vende sus productos en la misma región.Gracias a varios permisos y convenios firmados por el gobernador encargado del Valle durante el mes de abril, Aurelio Iragorri, y por Helen Escobar, Subsecretaria de Impuestos y Rentas, el aguardiente y el ron de la marca Puro Colombia se fabrican con alcohol destilado por la Industria de Licores del Valle, ILV, se envasan en la planta de Casa Grajales, al norte del Departamento, y se venden en los supermercados, las tiendas, los estancos, bares y discotecas de toda la región, al mismo precio o incluso por mil pesos menos que el Blanco del Valle y el Ron Marqués. La historia que explica por qué hoy el Blanco del Valle tiene que enfrentar un competidor en su propio terreno, comenzó a escribirse el 25 de enero de 2012 cuando ICL, la empresa dueña de la marca Puro Colombia, y Casa Grajales suscribieron un contrato de maquila para el envasado de aguardiente y ron.Para que dicho contrato se pudiera ejecutar en territorio vallecaucano, el 28 de marzo del año en curso el depositario de Casa Grajales, Andrés Mejía, nombrado por la Dirección Nacional de Estupefacientes, DNE, solicitó permiso a la Gobernación para incluir dentro de los licores fabricados por Grajales los productos de Puro Colombia.Esta solicitud fue aprobada el 25 de abril por el gobernador Iragorri, basándose en el concepto favorable entregado por William Rodríguez, gerente saliente de la ILV, el cual dice: “Este solo hecho no atentará contra las rentas departamentales ni contra los ingresos de la ILV por tratarse de un proceso de maquila cuya producción es de un tercero para comercializar en otros departamentos”.Cinco días antes, el 20 de abril, Iragorri había firmado un convenio interadministrativo para la comercialización de los licores de la misma compañía ICL, propietaria de la marca Puro Colombia. Ese contrato permite vender un mínimo de 52.334 botellas cada año, aunque la cantidad no tiene límite, desde el pasado 1 de junio y hasta el 28 de febrero de 2016, o sea durante 45 meses.El País, en su edición de 30 de mayo pasado, hizo eco de la denuncia del diputado Rubiel Antonio Muñoz, quien señaló como inadecuado este convenio ya que la empresa que fabrica los productos Puro Colombia pertenece Francisco Aristizábal, quien a su vez es propietario de Dimerco en liquidación, entidad que tiene demandada a la ILV por cerca de $45.000 millones por la terminación unilateral del contrato de distribución durante el período de Angelino Garzón al frente de la Gobernación.¿Quién responde?Consultado sobre la inconveniencia de este negocio el exgobernador Iragorri explicó que “esos contratos venían revisados por el gerente de la ILV, además, con los conceptos de la oficina Jurídica y de Hacienda. Me llega visado por las dos funcionarias y una tal Helen de la oficina de Rentas, quien lo mandó recomendado, pero nadie me dijo que Aristizábal tenía demandada a la ILV, ni que pensaba vender aguardiente y ron, que son competencia directa”.Por esta razón el exgobernador pidió desde el pasado 1 de junio la revocatoria inmediata del contrato, pues en su opinión “existe un claro conflicto de interés del representante legal”. Pese a su petición no se revocó el contrato y por eso los productos Puro Colombia se venden desde el pasado 1 de junio, como lo comprobó un reportero de este diario quien visitó varios estancos ubicados en la avenida sexta y los almacenes La 14, donde ya están codificados aunque hasta el viernes no eran exhibidos al publico.Una de las personas implicadas en esta cadena de ‘coincidencias’, William Rodríguez, gerente saliente de la ILV, aseguró que Iragorri sí sabía quien era el verdadero dueño de Puro Colombia. “En varias actas de los Consejos de Gobierno quedó consignado las veces en que le advertí quién era Aristizábal y lo que representaba darle un contrato para que venda sus productos”, le dijo a este diario.Por su lado, el exgobernador salió al paso de los señalamientos y confrontó a Rodríguez preguntando, “¿por qué si el resto de los contratos (se firmaron 19) fueron revisados por el gerente de la ILV, este no?”.Y aunque Rodríguez dice que no quiere polemizar con Iragorri, afirma que “permitir la competencia directa en desmedro del producto estrella de la ILV como es el aguardiente Blanco del Valle, que aporta la mayor parte de los recursos para la salud y el deporte en la región, no es solo una medida que atenta contra el bienestar de los vallecaucanos, sino que es carente de sentido desde el punto de vista comercial y social”.Sin sellos ni hologramasEl asunto se complica aún más pues este diario investigó y comprobó varias denuncias que señalan cómo los productos de Puro Colombia se estarían vendiendo sin los sellos de seguridad respectivos.El País compró varias unidades de aguardiente sin azúcar Puro Colombia en distintos lugares de Cali, como Licores Junior, y pudo constatar que no cumplen con lo dispuesto en el contrato: “Instalar sistema de seguridad (holograma) que permita brindar seguridad a la comunidad vallecaucana de los productos ofrecidos, en las mismas condiciones de los productos de exclusividad que oferta el departamento”.Al preguntar al administrador del estanco Junior, uno de los mayoristas de licor más reconocidos en el norte de Cali, sobre por qué las botellas de aguardiente Puro Colombia no tienen holograma ni sello térmico, su respuesta fue: “Es porque apenas lo están introduciendo en la región pero llévelo tranquilo que no es adulterado”.“Aunque en el contrato se establece la obligación a Puro Colombia de marcar el producto con un sello termoencogible ubicado en la parte superior de la botella y un holograma de seguridad con los logos de la ILV para garantizar al consumidor que el producto es original y no adulterado, la oficina de Rentas autorizó la comercialización de 18.000 botellas sin dichos elementos, mediante la Resolución 7791 del 9 de mayo de 2012, con lo que se elimina el control establecido para evitar la venta de licor adulterado y el ingreso de licor de contrabando”, denunció el abogado Jorge Barrios.El denunciante cree que con esa autorización se pone en riesgo la vida de los vallecaucanos ante el inminente riesgo de que se distribuya licor adulterado y se fomente la evasión de impuestos afectando las rentas del departamento.Este diario intentó contactar a Helen Escobar, la funcionaria que hasta la semana pasada estuvo a cargo de la Subsecretaría de Impuestos y Rentas, y quien según el exgobernador Iragorri “recomendó firmar el convenio” que permite la venta de productos de Puro Colombia, sin embargo, debido a los cambios que se dieron en la gobernación el viernes pasado, mientras se escribía esta nota, fue imposible encontrarla en su oficina.

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