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Daniela Narváez Perdomo, hija de Juan Carlos Narváez, exdiputado del Valle asesinado por las Farc, y de Fabiola Perdomo. Actualmente tiene 17 años.

El inspirador discurso de grado motivado por el recuerdo de los diputados

El día que recibió su título de bachiller, Daniela Narváez escribió y leyó un bello texto que da claves para quienes cargan el dolor del conflicto.

18 de junio de 2017 Por: Redacción de El País

Daniela Narváez, hija de Fabiola Perdomo y Juan Carlos Narváez, uno de los once exdiputados vallecaucanos asesinados hace diez años por la guerrilla de las Farc, quiso aprovechar en el día de su grado como bachiller, tal vez uno de los momentos más importantes de su vida, para dedicarle un sentido discurso a su padre.

Estas fueron las palabras de Daniela, quien con 18 años de edad, parece haber entendido el profundo significado del 'perdón':
"No es un secreto que el interrogante de quiénes somos nos inquieta a diario, y momentos como estos hacen que reflexionemos y busquemos la respuesta. Muchos esperarían de mí un recuento del pasado, del sufrimiento de mi familia y de los obstáculos que he tenido que sobrepasar. Pero no soy solo mi pasado, soy mi presente y mi futuro. No quiero seguir siendo una víctima, no quiero que me recuerden por mi duelo, ni sientan lástima por mí. Prefiero que me recuerden como una mujer que sabe lo que quiere y hasta dónde quiere llegar. Sé que mi historia siempre será parte de esa identidad, pero no la es toda, y no dejaré que el dolor me siga definiendo.

Creo que todos, en algún momento de la vida, han querido cambiar al mundo, pero muy pocos lo hacen. Para algunos la vida pasa destruyendo sueños y metas, y terminan siendo del montón. Esa no seré yo, me rehuso a ser un rostro más en la multitud, me niego rotundamente a vivir de esa manera.

Aprendí, durante todos estos años, que pensar diferente no está prohibido, porque en últimas, son aquellas personas, quienes se atreven a soñar sus propios sueños, las que cambian al mundo. Así soy yo: una soñadora, una persona que espera más de esta sociedad, que en muchos casos es cruel e insensible, soy alguien que pretende contribuir al cambio.

Muchos me decían que no podría ganarme la vida al escoger carreras de las artes y humanidades, pero, ¿quién dijo que la vida había que ganársela y no vivirla?, ¿quién dijo que la felicidad depende lo que se tiene en una cuenta bancaria? Quiero demostrarle al mundo que no es así, que no pueden pisotear mi espíritu, que las artes importan, que culturizar es educar, que es mejor tener personas empuñando un pincel o un lápiz que un arma y que alimentar el alma es más placentero que saturar el bolsillo.

Sin embargo, por más segura que esté de lo que quiero hacer, nunca se sabe realmente qué depara el futuro. Dos cosas sí tengo claras, lo que no haré y lo que no soy. No me rendiré, ni dejaré que la vida destruya mis sueños ni mi esencia. No permitiré que me digan cómo pensar, cómo sentir, ni cómo expresarme. Porque tengo claro que escogí la literatura por ser aquello que libera mi espíritu, mis más profundos sentimientos y pensamientos.

Hoy culmino una etapa de mi vida, en la cual di lo mejor, e inicio una nueva donde espero hacer lo mismo. Aprendí a aceptarme como soy, aprendí a perdonar, - y por eso también quiero pedir perdón-, porque sé que me he equivocado y me equivocaré muchas veces más.

Aprovecho para dar las gracias. Lo que sé y lo que soy no solamente se lo debo a mis cualidades, sino también a cada persona que me marcó, porque una parte de cada uno estará en mí. Son seres maravillosos que me han ayudado a crecer y a ser mejor.

Gracias a quienes me acompañan hoy, a quienes no y a quienes definitivamente no volveré a ver. Gracias a mi padre, quien a pesar de no estar a mi lado en uno de los días más importantes de mi vida, sí está presente en mi corazón, en mi mente y en mi espíritu. Está en cada risa, en cada lágrima, en cada parte de mí, lo siento y lo sentiré siempre a mi lado. Este logro es para él y para mi madre, para que estén orgullosos de la hija que tienen, la hija que honrará sus nombres mientras viva".

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