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El Cauca pasa la factura

El Proyecto de Regulación del Río Cauca, establecía la construcción del embalse de La Salvajina, que se terminó en 1985, y otras obras complementarias que por no haber sido ejecutadas, tienen hoy al Valle con el agua al cuello, pese al eficiente papel regulador de la represa.

28 de noviembre de 2010 Por: Alda Mera Reportera de El País

El Proyecto de Regulación del Río Cauca, establecía la construcción del embalse de La Salvajina, que se terminó en 1985, y otras obras complementarias que por no haber sido ejecutadas, tienen hoy al Valle con el agua al cuello, pese al eficiente papel regulador de la represa.

Las grandes inundaciones provocadas por el río Cauca y sus afluentes no es más que la respuesta de unos ríos a los que se les quita mucho y se les da poco. Mapa: Zona crítica de inundaciones en el Valle: El Proyecto de Regulación del Río Cauca, elaborado por la Escuela de Ingeniería de la Universidad del Valle y la CVC, establecía la construcción del embalse de La Salvajina, que se terminó en 1985, y otras obras complementarias que por no haber sido ejecutadas, tienen hoy al Valle con el agua al cuello, pese al eficiente papel regulador de la represa.Carlos Ramírez Callejas, ingeniero hidráulico de la Escuela de Ingeniería de la Universidad del Valle, explica que “si bien La Salvajina era la obra principal, las complementarias eran diques marginales de protección a lo largo de todo el Río Cauca desde la planicie hasta La Virginia, Risaralda, y también diques en la parte baja de los tributarios o afluentes, como los ríos Jamundí, Palo, Guadalajara, Mediacanoa, La Paila, La Vieja, Ríofrío, Sonso, Cali, entre otros”. El plan incluía también unos 40 anillos de protección con sus drenajes y 71 estaciones de bombeo. De acuerdo con el ingeniero José Antonio Sierra, ex jefe técnico del Plan de Adecuación de Tierras del Río Cauca de la CVC hasta que la entidad eliminó esa sección, los únicos anillos de protección construidos son los de Roldanillo-Unión- Toro, RUT; Bolo-Fraile; La Selva-Paso Torre y en Aguablanca. “El del Distrito fue el primero en realizarse y el único con un índice de protección (1/100). Es decir, que puede tolerar inundaciones del invierno más crudo en cien años”.“La CVC tenía el plan de trabajo y el programa de adecuación de tierras y destinaba unos recursos para fomentar entre los propietarios y poblaciones la ejecución de estas obras de protección, ya que Salvajina está lejos del Valle y no lo regula totalmente”, dice el ingeniero hidráulico Guillermo Regalado, de Hidroccidente.Y es que las inundaciones del río Cauca han sido históricas en el Valle geográfico. Jaime Rojas Muñoz, ingeniero hidráulico de la Escuela de Ingeniería de la Universidad del Valle, dice que “como el proyecto completo resultaba muy costoso, no se construyó en su totalidad”, dice.El inconveniente es que esta responsabilidad les corresponde a los propietarios de esos terrenos, porque no son de la Nación, pero tiene su costo. De hecho, algunos los han construido, pero pocos tienen las medidas técnicas establecidas.Rojas Muñoz señala que La Salvajina fue una obra bien construida, ha sido bien manejada y fue una solución, pero su margen de inundabilidad es de 10.000 hectáreas, más o menos el área que está inundada ahora, porque está en capacidad de regular el invierno más intenso que se presente en 25 años. “Y este ha sido el invierno más crudo en 30 años, lo rebasó”.Las fuentes coinciden en que por fortuna existe dicho embalse. “Si no fuera por La Salvajina, sería un desastre total”. O en palabras de Guillermo Regalado: “Si no se hubiera hecho La Salvajina, esos diques que hoy deben ser de 2,5 ó 3 metros de alto, serían de 7 u 8 metros”, comenta.Para él, el problema llegó “cuando la CVC cambió su estructura con la Ley 99 de 1995 y algunos directores consideraron que estas obras no cabían en el enfoque de ente ambiental y en 2002 desapareció el programa. Entre 2002 y 2006 no se asignaron recursos para ese fin”.El plan buscaba integrar 20 ó 30 dueños de predios para que las obras de mitigación resultaran más baratas, señala Regalado. “Pero la CVC se dedicó a proteger cascos urbanos, pero los predios vecinos no, como sucedió en La Victoria”, dice, hoy bastante afectado por las inundaciones.Juan Carlos Rengifo, director ambiental de la CVC, dice que la entidad sí ha seguido la construcción y recuperación de diques con una inversión de $23.400 millones y en la prevención y mitigación de inundaciones con beneficio directo para un millón de habitantes.Según la CVC, el 60% de los jarillones o diques marginales fueron construidos. Sin embargo, de los canales interceptores previstos, sólo se construyó el 20%. Y de 71 estaciones de bombeo, sólo se instalaron entre cinco o seis, dice José Antonio Sierra, ex director técnico del Plan de Adecuación de Tierras de la CVC.“Se han hecho más diques, unos 800 kilómetros a lo largo del Cauca, pero si no se les hace el anillo de protección (canal interceptor, sistema de drenaje y estación de bombeo), no sirven de mucho, menos si no tienen ni la altura ni la ubicación requeridas”, dice Sierra.Óscar Mazuera, ex director de la CVC, confirma que la entidad “se limita a proteger cascos urbanos con muritos como el de La Victoria, que con la creciente tapó el agua por un lado, pero se les metió por el otro. Eso debe ser una obra integral, porque sino se presenta una ‘guerra de diques’ y fracasa ante las grandes crecientes”.“Es posible que haya existido un desinterés –añade– porque como el embalse de La Salvajina evitó inundaciones en estos 30 años, se creyó que era una solución definitiva e integral. Pero también porque se cambiaron las prioridades y en sus planes trianuales la CVC no volvió a incluir el Plan de Adecuación de Tierras”.Para Rengifo no es que la función de la CVC no sea esa, sino que sus competencias ahora son más amplias y hay otros responsables. Y Sierra dice: “A la CVC sí le compete ejecutar el Plan de Regulación del Río Cauca porque fue un proyecto aprobado por el Gobierno Nacional”.Cambiaron las competenciasJuan Carlos Rengifo, director de gestión ambiental de la CVC, justifica que “hubo un cambio en las competencias porque ahora somos autoridad ambiental y esa responsabilidad del Plan de Adecuación de Tierras les compete es a los entes territoriales, al Incoder y al Ministerio de Agricultura”.Sin embargo, José Antonio Sierra dice que “sí está entre las funciones de la Corporación llevar a cabo dicho programa porque la Ley 99 no le suprimió esas funciones a la CVC. Otra cosa es que el costo de las obras sí lo deben asumir los propietarios que de ellas se benefician, pero la CVC tiene su sistema de valorización y perfectamente las puede realizar”, dijo el ex jefe del Plan de Adecuación de Tierras de la CVC.Para Óscar Mazuera, “es posible que algunas responsabilidades hayan pasado al Himat –que nunca operó en el Valle–, pero lo que no puede hacer la CVC es olvidar su proyecto más importante en sus 30 años de historia porque nació para eso, y sino tiene responsabilidad directa, pues sí la tiene indirecta. Y el liderazgo y coordinación de esas obras las debe tener la CVC, la entidad ambiental por excelencia”.Regalado concluye que “la CVC no puede invertir, pero sí liderar el proyecto y promover las obras” y critica que “ya no hay mística sino cuotas políticas, despidieron a los técnicos que sí tenían el plan de adecuación de tierras en la cabeza, para cumplir con cuotas burocráticas”.

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