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Duro 'jalón de orejas' al Valle del Cauca por líos de la vía Mulaló - Loboguerrero

Luis Fernando Andrade, presidente de la ANI, dice que los enemigos de la vía Mulaló- Loboguerrero están en la región y no en el Gobierno. La licitación saldrá en octubre.

30 de septiembre de 2013 Por: Alfredo García Sierra, reportero de El País

Luis Fernando Andrade, presidente de la ANI, dice que los enemigos de la vía Mulaló- Loboguerrero están en la región y no en el Gobierno. La licitación saldrá en octubre.

El anhelado proyecto de la vía Mulaló - Loboguerrero, que buscará ampliar el tráfico pesado hacia el puerto de Buenaventura, será una realidad. En octubre se abrirá la licitación y se espera que en los primeros meses del 2014 se adjudique el contrato. La inversión estimada en esos 30 kilómetros será de $1,2 billones.De esta manera, el Valle podrá contar en cinco años con una carretera de especiales características, dice el presidente de la Agencia Nacional de Infraestructrura, ANI, Luis Fernando Andrade. Sin embargo, lamenta que esta futura concesión tenga enemigos pese al impacto positivo que representará para la economía regional.El funcionario afirma que los futuros proyectos viales –con las nuevas disposiciones— no tendrán más problemas ambientales ni líos de predios, como acontece hoy con las obras de la doble calzada a Buenaventura.¿El proyecto de la carretera Mulaló-Loboguerrero será una realidad para los vallecaucanos, o no?El proyecto se aprobó en el Conpes de agosto pasado. Ya se tienen los recursos, los diseños, y en este momento el proyecto está en proceso de aprobación de vigencias futuras o lo que llaman evaluación de riesgos y banca de inversión en el Ministerio de Hacienda. Es un trámite rutinario, por lo que ellos están verificando todos los elementos del contrato para asegurar su conveniencia para la Nación. Por lo tanto, los enemigos del proyecto no están en el Gobierno Nacional, sino en el Valle, ya que en otros departamentos del país como Cundinamarca, Antioquia, Santander y Atlántico están defendiendo sus proyectos viales. Eso está facilitando que estos salgan adelante. Pero en el Valle hay comunidades en medio de la vía, que no son afrodescendientes ni nada, y a las cuales no les interesa que la carretera pase cerca de su población. Y tampoco hay un propósito de sacar adelante la infraestructura vial que necesita el departamento.Según usted, ¿quiénes son los enemigos de un proyecto tan vital para esta región del país?Por el hecho de que en el Valle no se logre generar un consenso para el desarrollo no se puede culpar al Gobierno. Es el Estado el que está poniendo la plata y haciendo lo imposible para sacar adelante este proyecto Mulaló-Loboguerrero, a pesar de la falta de apoyo que se ha tenido en el departamento.Le cabe responsabilidad al gobierno departamental y a sus autoridades...Sugiero en este caso investigar por qué en el Valle del Cauca no se ponen de acuerdo para ver qué es lo que quieren, para generar una unidad de propósitos comunes alrededor de los principales proyectos. Los únicos serios y verticales en el apoyo a estos proyectos han sido los empresarios, pero en lo que se refiere a las autoridades políticas, las fuerzas sociales e incluso en los medios, no ha habido criterio de unidad. Sugiero hacer una autoreflexión sobre qué es lo que ocurre en el Valle del Cauca y por qué no se pueden poner de acuerdo en las prioridades de desarrollo del Departamento. Pero, ¿qué explicó la tardanza para darle luz verde a este proyecto?Esta concesión es igual a las demás de cuarta generación o 4G. Son proyectos enormes, de gran impacto y supremamente complejos. Enormes en el sentido de que la inversión supera el billón de pesos. Y por ello, no se pueden ejecutar de inmediato, especialmente esta obra de la carretera Mulaló-Loboguerrero. La vía es prácticamente un túnel tras otro, o sea que de sus 30 kilómetros un tercio son túneles y otro tercio son viaductos. El resto de la carretera estará a cielo abierto. Por esas complejidades nosotros esperamos que el tiempo de construcción sea de cinco años. Es decir, que se va a demorar la mitad frente al tiempo de otras obras que se adelantaron en el país. Eso obedece a que estamos estructurando bien ese proyecto.En otras palabras, se prevé que no tendrá trabas como las que enfrenta la doble calzada a Buenaventura...Los nuevos proyectos de la cuarta generación de concesiones o de 4G están siendo estructurados para que su construcción se haga en la mitad del tiempo frente a los que hubo en el pasado. En Colombia, en general, los grandes proyectos viales se han tardado diez años en promedio, pero el de Mulaló-Loboguerrero está siendo planificado para que se ejecute en cinco años. Los vallecaucanos pueden estar seguros de que la licitación de ese corredor será en octubre...Esperamos iniciar la licitación en octubre a más tardar, pues ya no alcanzó para este mes. Al igual que en otras obras, en Mulaló-Loboguerrero han surgido comunidades y asentamientos que reclaman derechos. ¿Cómo enfrentarán esta situación?En este corredor vial hay necesidad de hacer consultas previas con la comunidad de Mulaló. Las demoras que ha habido en el corredor Buga-Buenaventura obedecen precisamente a los procesos de consultas previas, que es un tema donde debe haber mayor solidaridad en el Valle del Cauca. Por ejemplo, si las comunidades no se alinean con el gobierno departamental y los entes productivos para asegurarse que todos salgan adelante, puede haber fuentes de retraso. En el caso de la carretera Mulaló-Loboguerrero no espero mayores problemas en el tema ambiental, porque parte de lo que hemos hecho nosotros y el Invías es ejecutar todos los estudios para asegurarnos de que el proyecto tenga una mínima afectación. Entonces ¿a qué obedece que el Gobierno Nacional haya reconocido comunidades 'fantasmas', que han frenado obras como las de la doble calzada a Buenaventura?Esos problemas se han generado más que todo por fallos judiciales. Por ejemplo, cuando se hizo la consulta hace varios años había comunidades afrodescendientes en territorios ancestrales en esa vía y el Ministerio del Interior dijo que no. Pero recientemente ha habido fallos de la Corte Constitucional y de la Corte Suprema que señalan que se deben hacer esas consultas previas, pero no son reconocimientos como tal, sino decisiones judiciales. Por eso, el Presidente de la República ha propuesto expedir una reglamentación especial que le ponga tiempos máximos o límites a los procesos de consulta para que no se atrasen los proyectos, pero respetando los derechos de las comunidades. ¿Usted puede garantizar que en el futuro no habrá más bloqueos a estas grandes obras?En el caso de predios para Mulaló-Loboguerrero yo no espero mayor problema. Ya se aprobó una ley el año pasado que entrará a regir en enero del 2014 la cual establece que los jueces deben hacer entrega anticipada de los predios en casos de expropiación, que ha sido una de las demoras que hemos tenido. Por ejemplo, en el Valle hemos iniciado procesos de expropiación, pero no ha sido posible obtener esos predios. Con la nueva ley de infraestructura –que se tramita en el Congreso— se hacen mejoras como en el caso de procesos de extinción de dominio, casos de sucesiones, entre otros asuntos. Eso será un tema del pasado. Es decir que hacia el futuro no habrá problemas prediales ni ambientales para ejecutar obras viales. Con base en ello ¿cuál sería la primera gran obra de la cuarta generación de concesiones viales que se entregará en Colombia, y cuándo? La cuarta generación de concesiones busca que los 12.000 kilómetros viales más importantes del país queden en condiciones técnicas excelentes para que el tráfico vehicular pesado pueda ir a velocidades de 80 kilómetros por hora. Ese es el objetivo. Y en ese sentido no hay una gran obra, sino una gran red de carreteras de especiales especificaciones. Una de ellas es la troncal de Occidente que arranca en la frontera con Ecuador donde ya tenemos listo el proceso de precalificación para que haya una vía en doble calzada de Pasto a Rumichaca. Luego viene el proyecto de Pasto a Popayán, aunque allí el problema son las fallas geológicas en la zona de Rosas y El Bordo, donde hay derrumbes constantes. La ingeniería nacional ha recomendado como segundo proyecto que se construya una carretera que ellos llaman la variante de Timbío, Cauca, al Estanquillo, Nariño. Ese tramo evitará todas las fallas, es más corta y tiene menos pendientes. El tercer proyecto es la doble calzada entre Popayán y Santander de Quilichao, aunque allí existe una buena carretera, pero en en dos carriles y presenta alta congestión. De allí la necesidad de ampliar esa vía a cuatro carriles.

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