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Disputa en La Cumbre por contaminación producida por planta residual

En la Acción Popular se denuncian desde irregularidades en la compra del predio por parte del Municipio hasta abusos de fuerza de la autoridad para con los vecinos inconformes.

28 de enero de 2012 Por: Luis Eduardo Bustamante | Especial para El País

En la Acción Popular se denuncian desde irregularidades en la compra del predio por parte del Municipio hasta abusos de fuerza de la autoridad para con los vecinos inconformes.

Dladier Mira, habitante del municipio de La Cumbre, llama a su problema “el basurero”. Cuando habla del tema, ríe con rabia. Según él, la Planta de Manejo Integral de Residuos, Pmir, hoy en desuso, sólo ha ocasionado tribulaciones para el municipio y para varios de sus vecinos. Desde el 2009, año en que la CVC hizo una inversión de más de $760 millones y la Administración Municipal del entonces alcalde, Alberto Velarte, se dispuso a operar el proyecto ambiental, la confrontación entre pobladores y la Alcaldía ha sido recurrente e inevitable. Jorge Barrera, alcalde de La Cumbre, indica que la planta actualmente no está en operación. Explica que no quiere perjudicar a la comunidad. Sin embargo, “esa planta residual es una muy buena inversión, pero no será reutilizada debido a un deslizamiento de tierra que provocó la ola invernal y tapó el microrelleno sanitario en donde se depositaban los residuos no reciclables”.Pero Daladier Mira, quien tiene actualmente en curso una Acción Popular ante el Juzgado Octavo Administrativo del Circuito de Cali, afirma que la Pmir estuvo mal desde el comienzo.“Sólo en el Juzgado, cuando la CVC fue citada durante la Acción Popular para que rindiera testimonio, se dieron cuenta que no hicieron los estudios pertinentes para construirla”, asegura el hombre. Teme, como muchos de sus vecinos, que la planta se reabra. Rodrigo Mercado, director del DAR Pacífico Este de la CVC, reguladora de la gestión medioambiental en Dagua, Restrepo y La Cumbre, dice que la Pmir no corresponde a un basurero. Según él, esta planta se entregó con el fin de que, a través de un operador recolector de residuos sólidos, el Municipio se encargara de separarlos para reciclar.“Después de que la planta opere bien, el impacto ambiental es mínimo”, manifiesta Mercado, quien agrega que por esa razón no se necesita de licencia ambiental para su funcionamiento.Luego dijo que se le propuso al Municipio la construcción de la planta residual porque el relleno sanitario en Yotoco, donde anteriormente se disponían las basuras de La Cumbre, presentaba problemas con el control de sus lixiviados (líquidos producidos por la basura en descomposición). Denuncia de la comunidadSin embargo, para algunos habitantes de la vereda Párragas, donde está ubicada la planta de manejo integral de residuos, este proyecto fue nocivo por los estragos ecológicos que causó, de acuerdo a videos que ellos mismos capturaron. Contiguo a la estructura hay cultivos de peces y productos agrícolas. Pero que por culpa, según ellos, del mal manejo que se le dio a los líquidos lixiviados, hay en este momento crisis alimentaria en las veredas vecinas porque ya no se cultivan con la misma abundancia.Además señalan que los lixiviados que producía la Pmir desembocaron en varios nacimientos de aguas aledaños, que a su vez llegaban a los ríos Bitaco y Pavas, contaminando de forma permanente las fuentes hídricas.La comunidad indica que una escuela, las estructuras de una capilla de la vereda y algunas viviendas ubicadas sobre la única vía de acceso a la planta, se han agrietado por el paso permanente de los camiones recolectores de basura de la empresa La Cumbre Limpia. Dicen también que desde que se construyó la planta de tratamiento pululan en la zona mosquitos transmisores de infecciones y añaden que, por estar en un pico de montaña, los vientos traen olores más fétidos debido a los desechos que se depositan en el lugar.

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