Damnificados de La Barra afirman que aún no han recibido ayudas estatales

Los habitantes de este corregimiento, afectado por los fuertes oleajes a finales de abril, aseguran que les han prometido asistencia pero que no ha llegado nada.

Un mes después de que la furia del mar acabara con casi el 70 % de las casas en el corregimiento de La Barra, en Buenaventura, los habitantes afirman que a la población solo han llegado promesas. "Reuniones hemos tenido muchas: del Gobierno del Valle, del local, muchas promesas, pero en concreto nada. Lo peor es que en siete días tenemos otro mar de leva que podría terminar llevándose lo poco que quedó", aseguró angustiado, Eliécer Poso, líder de la comunidad contigua a Ladrilleros, en la costa Pacífica vallecaucana.El fuerte oleaje dejó a este corregimiento sin energía, escuela, salón comunal o restaurante para los niños. Sin embargo, los pobladores siguen invitando a los turistas para que regresen al lugar. "La playa, tan larga como es, está allí, hermosa, limpia, para que nos visiten", asegura Posso. Entre tanto, muchos de los nativos duermen en casas de amigos, vecinos y familiares, al punto de que en algunas viviendas viven hasta cuatro familias en medio de las incomodidades.Otros decidieron construir con lo que les quedó algunos cambuches, mientras esperan que el Gobierno les defina el lote donde serán reubicados.La Gobernación del Valle, que recientemente visitó el corregimiento, anunció que se encuentra adelantando este proceso, en el sector conocido como La Trocha, ubicado entre La Barra y Ladrilleros. Romería en LadrillerosAunque el fuerte oleaje de finales de abril dejó en malas condiciones la playa de Ladrilleros, pues el mar se la lleva cada vez más, en las últimas semanas este sitio se ha convertido en un tesoro abierto. Varias personas aseguran que se han encontrado joyas de todo tipo, desde anillos hasta cadenas de oro, cuyo origen se desconoce. Algunos lo atribuyen al mismo movimiento de mareas que revolcó el fondo marino y trajo a las orillas estas joyas, perdidas de algunos turistas o de algún tesoro, de algún barco que el mar expulsó.Según los nativos, por lo menos siete personas se han encontrado joyas, por lo que se inició una romería en busca de las mismas.