Buenaventura está de acuerdo con legalizar el oficio de la prostitución

La iniciativa permitirá que las mujeres que ejercen este oficio puedan acceder de una forma masiva a los servicios de salud.

Ante la propuesta hecha por el senador del partido de La U, Armando Benedetti, en el sentido de legalizar el oficio de la prostitución en Colombia, al secretario de Salud de Buenaventura, Yimmi Perea, no le parece mala la iniciativa.El proyecto permitirá que las mujeres que ejercen este oficio puedan acceder de una forma masiva a los servicios de salud; mientras que los usuarios tendrán mayor cuidado y usarían más el preservativo.“Lo veo bien, porque con esto nos ayudará a disminuir la clandestinidad de los sitios de prostitución, porque ellas podrán ejercer su actividad sin esconderse de las autoridades y además podrán salir a hacerse sus exámenes periódicos de serología para sífilis, citología y el VIH”, manifestó el funcionario.El mandatario agregó que con la aprobación de la propuesta saldrían los negocios que están en la clandestinidad, lo que haría que aumente el número de estos establecimientos y la gente usará más el preservativo.La medida permitiría tener una estadística clara de cuántas mujeres están ejerciendo esta actividad, sin embargo, “ hoy no es posible tener número de exacto de estas, porque la mayor parte están en la ilegalidad”.El jefe de despacho fue enfático en señalar que mientras estas mujeres no tengan ningún tipo de patología o enfermedad, no necesitan ningún tipo de tratamiento de salud especial.Cabe recordar, que el pasado 10 de agosto, Benedetti radicó siete proyectos de ley ante la Secretaría de Senado, entre los que se encuentra uno sobre la prostitución en Colombia.Según el parlamentario, esta ley tiene como propósito establecer medidas dignas para las personas que se encuentran en situación, condición o estado de prostitución, entendidas como sujetos de especial protección constitucional a través de acciones afirmativas a su favor.Esta iniciativa busca regular el ejercicio de la prostitución consentida no coaccionada, garantizar la prevención en su ejercicio, implementar modelos de restablecimiento de sus derechos y de abolición en su práctica, y delimitar conductas inherentes a esta condición en sus diferentes modalidades, incluyendo los establecimientos comerciales dedicados a esta actividad sexual.