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Monseñor Héctor Epalza es uno de los voceros sociales que lidera el paro cívico de este martes. “No necesitamos un plan de choque, sino soluciones estructurales”. | Foto: El País

BUENAVENTURA

"Ahora más que nunca la unión hace la fuerza": Monseñor Epalza a Buenaventura

Ayer, el Vaticano nombró al padre Rubén Darío Jaramillo como nuevo Obispo de Buenaventura.

30 de junio de 2017 Por: Redacción El País 

Para monseñor Héctor Epalza, Buenaventura despertó con el paro cívico y esa imagen de pueblo unido y luchador es la que se llevará en su corazón el 12 de agosto, cuando deje de ser ‘el hermano mayor’ del Puerto.
“Me llevo en la mente y el corazón el cariño del pueblo de Buenaventura y les digo que ahora más que nunca la unión hace la fuerza. Mi mensaje es que sigan con esa tenacidad, resistencia y compromiso que mostraron en el paro”, dijo ayer el prelado, al conocerse que el Papa Francisco nombró ya al nuevo Obispo de ese municipio: el padre Rubén Darío Jaramillo Montoya, quien actualmente está en Pereira.

Monseñor Epalza había presentado su renuncia oficial a la Diócesis de Buenaventura desde hace casi dos años, pero solo ayer el Vaticano confirmó su salida y el arribo de quien será ordenado como Obispo el 29 de julio.

“Lo conozco de saludo, pero como lo dije una vez, cuando me ordenaron como Obispo, sé que el que viene es mejor que yo. Espero que la comunidad lo acoja”, aseguró el prelado que llegó al Puerto hace 17 años.

Desde entonces, monseñor Epalza se distinguió por no callar ante las injusticias y por denunciar con vehemencia la situación de seguridad en el municipio, al punto que en los últimos años se vio obligado a oficiar las misas acompañado de un escolta.

El nuevo obispo tiene 51 años y es oriundo de Santa Rosa de Cabal, Risaralda, donde nació el 15 de agosto de 1966. Se ordenó como sacerdote el 4 de octubre de 1992.

“Hay que lograr que en Buenaventura se acabe la extorsión, que no es culpa del Gobierno Nacional, porque también hay pícaros que quieren vivir chupando la sangre de los comerciantes; todavía hay esos lunares”, aseguró quien se dedicará a cuidar su salud.

En el 2014, el Obispo lideró una marcha para enterrar la violencia y vivir con dignidad, que tres años después motivó el paro cívico de Buenaventura que paralizó las actividades económicas del puerto por 22 días.

Las fuertes denuncias que hace tres años monseñor Epalza hizo sobre las llamadas casas de pique llevaron a que la Nación volviera sus ojos al puerto y destinara importantes recursos en inversión y más Fuerza Pública.

Un santandereano enamorado del Puerto

Monseñor Héctor Epalza nació el 14 de junio de 1940, en Convención, Norte de Santander, donde cursó sus estudios primarios. Tras hacer su bachillerato en Ocaña, ingresó en 1959 al Seminario Mayor de Cali.
El 14 de julio de 1965 se ordenó como sacerdote y fue asignado como vicario de la parroquia San Alberto Magno, en la capital del Valle.

También sería párroco en la Iglesia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, de Robles, y en otras parroquias de Palmira y Cali. Además fue rector del Colegio Seminario Mayor de San José, en Cúcuta, entre otros, de dónde fue trasladado a Buenaventura el el 16 de julio de 2004.

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