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"Ahora al Valle lo miran diferente en Bogotá": Dilian Francisca Toro

Al cumplir el primer año frente a la Gobernación, Dilian Francisca Toro se siente satisfecha, aunque dice que ahora hay que concretar los proyectos diseñados. Su mayor dolor de cabeza, la crisis del HUV.

8 de enero de 2017 Por: Judith Gómez Colley | Editora de Poder

Al cumplir el primer año frente a la Gobernación, Dilian Francisca Toro se siente satisfecha, aunque dice que ahora hay que concretar los proyectos diseñados. Su mayor dolor de cabeza, la crisis del HUV.

Para la gobernadora del Valle del Cauca, Dilian Francisca Toro,  el primer año de  gestión no ha sido fácil, pero considera que su trabajo ha dado frutos al avanzar en muchos temas, entre los que destaca la restructuración del HUV,  el Plan de Desarrollo, la reforma administrativa, la depuración del pasivo pensional y el trabajo social para mejorar las condiciones de la comunidad y lograr un departamento más incluyente.

La Mandataria asegura que le está cumpliendo al Valle del Cauca, que no ha bajado su ritmo de trabajo y que la prioridad ahora es concretar los proyectos que están en marcha. 

¿Qué balance hace de su primer año de gobierno?

Fue un año de muchísimo trabajo, ya que hicimos el   Plan de Desarrollo que demandó mucho tiempo sacarlo adelante. Y fue interesante en el tema de presupuesto participativo porque todo  el año visitamos los municipios,  hicimos los conservatorios ciudadanos, donde la comunidad expresaba sus  prioridades y eso llevó a que se consolidaran  las necesidades del departamento.  Así logramos un Plan de Desarrollo muy robusto, que se aprobó por seis billones de pesos.   

Lo segundo que hicimos fue la reforma administrativa, donde profesionalizamos y tecnificamos la Gobernación, pasamos  de tener muchos auxiliares administrativos a tener técnicos y profesionales. La reforma entra en  vigencia ahora  en enero. Creamos la Secretaría de Desarrollo Económico y Competitividad, también la de Tránsito y Movilidad, porque hay 21 municipios que no la tienen  y en seguridad vial tenemos muchos problemas. Somos el segundo departamento con más  accidentalidad y muertes en accidentes de tránsito. 

La otra cosa importante fue la depuración del pasivo pensional, uno de los  problemas estructurales más graves, porque de  gastos generales, el 65% se va a  pago de pensionados y había que mejorar  eso. Al depurar 40.000 hojas de vida se hizo un ahorro de $69.000 millones por 387 bonos sin soporte para pagos.  

¿Cuál ha sido el momento más amargo que ha enfrentado?

Creo que ha sido la crisis del Hospital Universitario del Valle (HUV), todo este año hemos estado pendientes y le hemos transferido $80.000 millones para pagar y mantenerlo. Y lo sometimos a Ley 550, proceso doloroso pero necesario. 

¿Qué va a pasar con el fallo judicial que ordenó el reintegro de un grupo de trabajadores del HUV  que salió con la Ley 550?

Se reintegraron transitoriamente 177 trabajadores oficiales: vigilantes, personal de aseo, lavandería. Eso crea un problema financiero.  

¿El HUV sigue en riesgo de liquidación?

Con el reintegro, el déficit financiero va a ser mayor y nos deja con un riesgo grande. La Superintendencia de Salud va a mirar las cifras para ver cómo estamos y qué correctivos se aplican  para evitar  problemas, pero el riesgo sigue. Lo que hicimos fue salvarlo de la liquidación con la Ley 550, pero para eso necesitábamos  la reestructuración que nos exigieron. 

¿Y cómo están los otros hospitales? 

 Abrimos el de Cartago y está funcionando;  Tuluá hoy es un hospital diferente y está facturando cuatro veces más que lo que lo encontramos. En  Buenaventura ya comenzaron las obras del hospital y en cuatro meses podemos abrirlo. Y estamos peleando con las EPS para que les paguen a los hospitales, hemos ganado que paguen el 50 %,  deben el otro 50 %, pero ahí vamos. Al final de 2016 les transferimos a los hospitales, grandes y pequeños, por  saneamiento fiscal, $30.000 millones. 

Con la reforma se crean nuevas secretarías, ¿eso genera más burocracia?

No, en la reforma administrativa nos comprometimos  a no aumentar los gastos, y si  creábamos más  profesionales y más técnicos, salían los auxiliares administrativos que  llevaban menos de cinco años. Lo que hicimos fue disminuir asesores para no aumentar gastos de funcionamiento, porque este año tenemos que tener esos gastos en 49,9% para pasar en 2018 a categoría especial. 

A propósito, ¿qué ha pasado con el cambio de categoría del Departamento?

Ya hice el Decreto, seguimos en primera categoría en 2017, a pesar de que en 2016 aumentamos los ingresos, pero en el 2018 aspiramos volver a la especial. No es que no queramos estar en primera, sino que nos toca hacerlo porque los indicadores nos dan así. El Tribunal suspendió los efectos del decreto de categoría especial y yo tenía que cumplir eso. 

Al inicio de su mandato  se comprometió a, además de solucionar la crisis del HUV, también la de la Licorera y la Beneficencia, cómo van esos procesos

En la Licorera se viene cancelando el déficit que encontramos. Ya se han pagado $36.000 millones y la meta era que ILV vendiera 10 millones de botellas y  se logró. La idea era pasar el 2016 sin déficit. La Beneficencia está bien, hizo un programa de mercadeo que está funcionando y ha  aumentado las ventas en 28%. 

¿Cuál es la realidad financiera del Departamento?

Está bien. Este será el último año de la Ley 550, toca pagar  $210.000 millones, pero hay otras acreencias que dejaron de EPS,  los no POS,  por $250.000 millones, eso lo estoy programando para pagarlos en siete años, por eso probablemente tengamos que mantenernos en la Ley 550. 

Pero se cuestiona que hay exceso de gastos...

No  es así y eso lo van a ver en los indicadores de funcionamiento que creo van a ser más bajitos que en otros años, porque aumentamos ingresos. Uno puede gastar, pero generar ingresos. 

Otra de las críticas es que en la Gobernación hay exceso de personal y asesores por contratos para cumplir compromisos de su campaña...

Los  enemigos siempre hablan. Aquí lo que tenemos que ver  son resultados. Muchas veces para ahorrar en programas que necesitan hacerse por fuera, los hacemos con personal de la Gobernación o aumentando algunas personas solo para  esos proyectos. Así nos cuesta menos.  

Usted prometió que el Valle sería  modelo en el posconflicto, ¿cómo se está preparando el Departamento  para ese proceso?

Uno nunca tiene los recursos ni todas las herramientas para enfrentar un proceso como ese, pero en el Plan de Desarrollo está el programa de Paz Territorial, porque creemos que la paz se hace en los territorios y en ese  eje establecimos seguridad, que no es solo con Policía sino convivencia y trabajo social. Tenemos los programas ‘Territorios seguros para la paz’, que ya tienen  pilotos en Buenaventura, Florida y Pradera. Allí estamos haciendo una atención integral a la comunidad en salud,  educación, empleo y creamos el programa de gestores   Mompaz, que es movimiento por  la paz con jóvenes que se capacitan para  generar espacios  de convivencia en su comunidad, incluso hay muchachos que eran pandilleros. Se les capacita y paga y se les darán proyectos de emprendimiento y  ellos están haciendo procesos de convivencia con la comunidad. Con el PNUD estamos haciendo un programa en 23 municipios,  donde aportamos tres mil millones de pesos para  aterrizar el proceso de paz en los municipios más afectados por el conflicto. Tenemos las escuelas deportivas en el Valle y las escuelas culturales en Cali, que generan espacios de convivencia y valores. 

¿Qué tanto se ha reinvindicado  el nombre del Valle a nivel nacional?

Mucho, pienso que al Valle lo ven diferente desde Bogotá. Primero porque hicimos un proceso de trabajar juntos desde la Gobernación con los empresarios y la academia y hemos creado el Buró de Convenciones y Turismo, que era una de mis promesas y  la cumplimos.  Con  Invest Pacific estamos trabajando para atraer la inversión extranjera, que es un proceso importante de la unidad pública-privada. En los proyectos grandes hemos tratado de ir conjuntamente con el sector privado: un ejemplo, la planta regasificadora del Pacífico, que está aprobada. También lo hicimos para todos los temas de infraestructura. 

¿Cómo están las relaciones con el Alcalde de Cali, hicieron las paces?

Normales, inclusive en diciembre  hablamos por teléfono. Yo nunca he estado peleada con él, hago mi trabajo, cada quien tiene su pensamiento y lo respeto. Yo sí trabajo en Cali, hago conversatorios y voy a hacer obras en  comunas y las hablaré con él. Lo que hago es un trabajo que beneficia a Cali, y a mí me eligieron para todo el Valle. 

¿Cómo recibió la apertura de la investigación de la Procuraduría  por supuestas anomalías en su posesión?

Todo el mundo tiene derecho a quejarse y presentar demandas y a eso  estamos expuestos los servidores públicos. Soy respetuosa de que las instituciones investiguen. El Código Departamental es claro y  dice que el Gobernador  se debe posesionar  ante la Asamblea, que no había en ese momento, o ante el Tribunal Contencioso, pero estaba en vacancia, y  falta de ellos, ante un juez, un notario o dos testigos. Yo me posesioné ante miles de testigos. No tengo  temor, lo que debería hacer la gente, en vez de ocupar el tiempo en demandas sin fundamento, es trabajar por el Valle y ver qué  pueden construir a favor del Departamento.  

¿Habrá cambios en el gabinete?

Por ahora no. Estoy contenta. Creo que el equipo ha ido afinando y consolidándose, porque yo soy muy estricta y todos tienen que cumplir las tareas. 

Usted empezó con mucho ímpetu, pero hay la percepción  de que bajó un poco el ritmo. ¿Qué piensa?

No, para nada. Sigo trabajando igual, desde las 5:30 a.m. hasta las 10:00 p.m.  Tenemos que seguir el mismo ritmo. Lo que pasa es que ahora estamos trabajando para  que las cosas se ejecuten. 

¿Cree que le está cumpliendo al Valle, pues se dice que han sido muchos anuncios y pocas concreciones?  

Ahí está el balance de gestión. Yo sí le estoy cumpliendo al Valle y he trabajado con mucha responsabilidad, amor, dedicación y compromiso. 

A nivel nacional ha existido una imagen negativa y muy cuestionada de usted. ¿Cree que eso ha cambiado? 

Creo que  sí, que ha disminuido y la percepción de la gente es diferente porque ha visto mi trabajo. En Bogotá me ven de otra manera. Creían que solo iba a durar dos o tres meses y aquí estoy. 

¿En qué va su  proceso en la Fiscalía? 

Está quieto, pues hay nuevo Fiscal y, como yo no hice nada malo, estoy tranquila.  

¿Cuál va a ser su prioridad en el 2017? 

Ejecutar todos los proyectos que comenzamos. Toca estar encima para que las obras se hagan y queden bien hechas.

El Valle enfrenta problemas de inseguridad, especialmente en ciudades intermedias, ¿qué se ha hecho para contrarrestar eso? 

 Hemos hecho consejos de seguridad subregionales para mirar todo el contexto de los municipios. En Palmira, que era la ciudad con más violencia, logramos bajar los homicidios en  42 %, intervenimos Tuluá, donde ya vamos en balance positivo. En el Valle se han disminuido los homicidios el 20 %,  y el departamento le aportó en disminución de homicidios al país casi que el 45 %.

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