El pais
SUSCRÍBETE

Inicio

Valle

Artículo

20 casos de maltrato animal se registran cada mes en Palmira

Aunque hay una fundación privada que trabaja por la atención de las especies, no existe un sitio oficial donde llevar a los maltratados. Las agresiones cada día son peores.

24 de junio de 2011 Por: Miguel Fernando Londoño | Reportero de PalmiraHoy

Aunque hay una fundación privada que trabaja por la atención de las especies, no existe un sitio oficial donde llevar a los maltratados. Las agresiones cada día son peores.

Aunque son seres que sienten y hasta parecen distinguir lo bueno y lo malo de este mundo, muchos son víctimas constantes de violaciones, apuñalamientos, disparos, golpes, electrocutamientos y hasta abandono en basureros.Es el panorama que muestra la Villa de las Palmas en cuanto a maltrato animal, situación que cada día es más grave, al punto que cada mes se están haciendo visibles por lo menos 20 casos.Así lo reveló el patrullero Fredy Ríos, uno de los dos coordinadores de Protección Animal y Ecológica con que cuenta la Policía en la ciudad.Pero ese registro parece ser mínimo cuando en menos de una semana una vaca murió tras producir un accidente de tránsito que dejó dos víctimas mortales, y a un perro se le debió aplicársele la eutanasia tras permanecer tres días a sol y agua en la orilla de una carretera.Este flagelo no parece tener freno en Palmira, cuando se denuncia que un canino fue asesinado de una patada y que un caballo fue decomisado después de padecer graves lesiones por maltrato.La situación es aún más crítica cuando salta a la luz pública que en la Villa de las Palmas no existe un coso municipal de carácter oficial, tal como lo ordena la ley.La abogada Lida Janeth Ramírez, presidenta de la Asociación Sentir Animal, denunció que Palmira es una de las ciudades que está incumpliendo con esta obligación.Según ella, la Ley 769 del 2002 puso de presente que los albergues de los entes territoriales deben tener espacios para especies mayores, como caballos y vacas; menores, como felinos y caninos, y también para fauna silvestre. Por esta razón, Ramírez le solicitará a la Procuraduría Ambiental que interponga una acción popular frente al Municipio de Palmira. Aseguró que ciudades como Cali se ven impactadas por los casos de la Villa, puesto que transportar un caballo entre las dos localidades puede costar hasta $300.000. Asimismo, indicó que, de acuerdo con la Ley 5 de 1972, los concejos deben destinar una partida anual para medicamentos veterinarios para emergencias.Pese a todo esto, agregó, en la ciudad se organizan cabalgatas sin que exista un equipo de emergencias para atender a los equinos accidentados.Sin embargo, el subsecretario de Salud Municipal, aseguró que la Administración local tiene un contrato con la Fundación de Protección Animal Huellas de Vida para la atención de los equinos, felinos y caninos que lo requieran. Aseguró que allí se cuenta con un albergue que hace las veces de coso municipal y que las quejas que se reciben son atendidas con visitas de técnicos de Saneamiento. Eduardo Rodríguez Madriñán, presidente de la Fundación, señaló desde hace nueve años se hacen contratos en el área de zoonosis y que, en cuanto a equinos, se están desarrollando labores de manera autónoma, pero con apoyo de las secretaría de Movilidad, Medio Ambiente y un veterinario de Salud Municipal.En el caso de los caballos, que representan el mayor número de casos de maltrato, un promedio del 75%, son recuperados por Huella de Vida y se transfieren a los campesinos de la cordillera Central, a través de la Fundación Proavit.“Se hace un censo, un seguimiento y los entregamos bajo la figura de comodato”, señaló Rodríguez, al resaltar que los contratos no tienen continuidad, pese a que se requiere tener una atención constante para todos los animales que sufran maltrato.Mientras tanto, estos seres indefensos siguen conviviendo con los humanos y deambulando por las calles, esperando que algún día se acaben los maltratadores y afloren los dolientes.Signos de maltratoGraves lesiones en gran parte de su cuerpo llevaron a que las autoridades decomisaran el pasado miércoles un caballo en el sector de las plazas de mercado.Este equino, que tiene 14 años de edad, ha pasado buena parte de su vida recibiendo toda clase de maltratos de parte de su dueño. Según Eduardo Rodríguez, presidente de la Fundación Huellas de Vida, quien participó en el operativo de decomiso del ejemplar, que fue coordinado por la Policía, el caballo presenta múltiples laceraciones en diferentes partes del cuerpo.Asimismo, muestra una delgadez extrema y desnutrición, tiene peladuras a nivel de las rodillas, las cuales se le habían tapado con cauchos, al parecer, para ocultar la gravedad de las lesiones.Como si fuera poco, según el informe médico, el equino muestra abundante mocosidad, que le genera graves problemas respiratorios.Por estas señales de maltrato, el animal ya había sido decomisado antes en dos oportunidades, por lo que ahora la Comisaría Urbana deberá determinar si ordena su custodia permanente.El patrullero de la Policía Fredy Ríos manifestó que, en el caso de los caballos que son utilizados para tracción de carretilla, el peso de las cargas en muchas oportunidades se pasa en más de una tonelada de la permitida.Hogar de pasoLa CVC cuenta con un hogar de paso localizado en la zona rural de Palmira adonde se llevan los animales silvestres que han sido maltratados o improntados, es decir, domesticados.En el Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre, Cavf, están aquellos que se pueden recuperar, enviar a zoológicos o intercambiar para fines científicos, a través de convenios. Según la funcionaria de la CVC, Luz Amparo Nuñez, los animales que más llegan al centro son loras cabeciamarillas o cabecirrojas que generalmente se tienen como mascotas en las casas y que son decomisadas o entregadas voluntariamente. Sin embargo, aclaró que animales como lo monos no pueden ser devueltos a su habitat porque no se sabe a que zona o familia pertenecen y pueden ser asesinados por su misma especie.En cuanto a decomisos, indicó que hace pocos días se encontraron en la ciudad 73 tortugas procedentes de la Costa Atlántica que estaban siendo comercializadas.Aunque indicó que en el aeropuerto se realizan constantes controles y revisión a bodegas no se han presentado incautaciones en los últimos años.Lo botaron a la calleHacia las 4:00 de la tarde del pasado martes, Eduardo Rodríguez, uno de los pocos palmiranos que se dedica a atender los animales maltratados, recibió una extraña llamada.Alguien que no se identificó le alertaba sobre la presencia de un perro moribundo en un costado de la vía Palmira-Pradera. La única señal que dio fue que de un árbol pendía un costal y muy cerca estaba el can tirado en medio de un basurero.Su instinto de rescatista le hizo saber que se trataba de un caso que había que atender de inmediato, así que se acondicionó con una vara para neutralizarlo, un bozal y una dosis de tranquilizante. 20 minutos después Rodríguez llegó al sitio y con su respiración entrecortada, y en medio de desperdicios de comida vinagre, estaba el perro con su trompa metida en una botella plástica que alguien improvisó como bebedero. Paso seguido, este ‘ángel guardián’ procedió a brindarle los primeros auxilios. Con una destreza que sólo la rutina puede darle, lo tomó por el lomo y lo ubicó dentro del carro para llevarlo hasta la clínica veterinaria, donde lo esperaba otro hombre de corazón grande. Ya eran las 4:40 de la tarde y el termómetro del médico Óscar Moncayo Vélez marcaba 40,5 grados de temperatura corporal.“Está totalmente deshidratado, el sistema nervioso está muy afectado”, señaló antes de atreverse a dar un diagnóstico definitivo.Después de minutos de análisis y observaciones, afirmó con tristeza, pero con mucha seguridad: “Tiene moquillo nervioso, por eso lo botaron a la calle”.Ante esta determinación, Rodríguez preguntó, mostrando temor y esperanza: “¿Qué va a hacer con él?”. “Usted determinará”, respondió el médico.Ya consciente de que era poco lo que se podía hacer por un animalito que tenía su organismo casi destruido, se tomó la decisión de aplicarle la eutanasia. En menos de 30 segundos, luego de aplicarle Euthanax, el perro encontró la tranquilidad que había buscado tres días a orillas de una carretera.Un paseo de la muertePareciera que el llamado ‘paseo de la muerte’ sólo existiera para los humanos que son llevados de un centro hospitalario o otro en busca de atención. Sin embargo, algo muy parecido ocurrió con una vaca de 700 kilos que resultó gravemente herida después de provocar un aparatoso accidente el pasado 8 de junio, cuando murió un pareja que se desplazaba en una motocicleta.El pesado animal, lejos de poder comprender que su presencia en una vía a las 7:30 de la noche representa un peligro para cualquier vehículo, al parecer se le atravesó a la moto en que viajaban Luz Mary Sakazar y Andrés Felipe Buitrago. Ambos salieron expulsaron y fueron atropellados por un bus intermunicipal.Pese a su fortaleza, la res resultó con seria lesiones que obligaron a ordenar su sacrificio. En ese momento empezó el padecimiento para el presidente de la Fundación Huella de Vida, Eduardo Rodríguez, quien acudió a atender al animal al sitio del accidente. Según cuenta, en el sitio ya habían carniceros prestos a despresar la vaca para aprovechar su carne. “Por amor a los animales y salubridad eso no se podía”, esgrimió Rodríguez.A la media noche los médicos veterinarios confirmaron que había que sacrificarla, pues presentaba exposición del ano, debido al fuerte golpe.La decisión llevó a que Rodríguez buscara un central de sacrificios para darle una muerte más digna. Sin embargo, no fue posible porque debía tener un informe policial y el llamado conduce expedido por el ICA. De esta manera, buscó muchos sitios dónde darle alivio a la res, pero ella se le adelantó y murió a las 4:00 de la mañana.Le llamaban ‘Chiquito’Para los Valencia, el hecho de haberse quedado sin la compañía de ‘Chiquito’ es como haber perdido a un miembro de la familia. Por casi diez años convivió con una niña que lo recibió en su casa cuando ella apenas tenía pocos meses de nacida. Por eso, para Victoria Alejandra fue demasiado traumática la muerte de su mascota, ocurrida en la tarde del pasado 15 de mayo, cuando un vecino le produjo daños mortales por un puntapié que le dio al perro.La madre de la niña, Liliana Valencia, contó que, a las 10:35 de ese día, ‘Chiquito’ salió y se orinó junto a la casa del vecino. “Él le pegó un golpe”, aseguró antes de poner el caso en conocimiento de las autoridades, que obligaron al hombre a presentarse ante un juez de Paz.Sin embargo, Orlando González le manifestó a PalmiraHoy que en ningún momento agredió al canino. “Amo los animales y de ninguna manera les haría daño”, expresó antes de argumentar que es tanto el amor por sus mascotas que varias de ellas están sepultadas en un lugar especial.Entre tanto, la necropsia que se practicó por parte de un médico veterinario determinó que ‘Chiquito’ murió por un traumatismo por desgarre a nivel de hígado y riñones que le causó una obstrucción bilial, lo cual, para la familia, no pudo ser provocado por la agresión de otro canino, como lo señaló González. Por ahora, la muerte de ‘Chiquito’ sigue siendo motivo de dolor para los Valencia.

AHORA EN Valle