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¿Qué harán el Gobierno y las Farc para desescalar el conflicto armado?

Dudas y polémicas rodean el optimismo generado por lo anunciado desde La Habana por Gobierno y Farc.

13 de julio de 2015 Por: Redacción de El País y Colprensa

Dudas y polémicas rodean el optimismo generado por lo anunciado desde La Habana por Gobierno y Farc.

En medio del optimismo que generó el anuncio de nuevos acuerdos en la mesa de conversaciones de La Habana sobre el desescalamiento del conflicto y el allanamiento del camino para un cese  al fuego bilateral surgieron varios interrogantes.

El primero se refiere a la duración de la tregua unilateral que ya había sido anunciada la semana pasada por las Farc, la cual iniciará el próximo 20 de julio y  duraría 30 días. Pero el comunicado leído ayer por los representantes de los países garantes del proceso, Noruega y Cuba, indica que “las Farc-EP, como medida de desescalamiento mantendrán la  suspensión unilateral de todo tipo de acciones ofensivas” sin precisar ninguna fecha de conclusión.

Sin embargo, líneas más abajo dice “en cuatro meses, a partir de la fecha, cada una de las delegaciones hará una primera evaluación tanto del cumplimiento de estas medidas de desescalamiento, como de los resultados de los esfuerzos para agilizar los avances de la Mesa, y  tomará las decisiones que considere pertinentes”, tal como lo reiteró anoche el presidente Juan Manuel Santos al analizar los anuncios.

Ya en su comunicado posterior,  el jefe negociador oficial, Humberto de la Calle, indicó que “el Gobierno tomará las medidas de desescalamiento que considere pertinentes de acuerdo con el desarrollo del cese unilateral que anunciaron las Farc y que hoy se comprometieron a mantener por cuatro meses”.

Pero lo cierto es que en las declaraciones de ‘Iván Márquez’, líder  de la delegación de la guerrilla, tampoco se habla de cuándo  culminaría la  tregua y, según la AFP, un portavoz de las Farc le aclaró que “ese grupo rebelde resolverá dentro de un mes si prorroga su tregua unilateral de 30 días”. De igual forma, antes de ayer, el máximo jefe la organización ilegal, ‘Timochenko’, había advertido que el cese unilateral no sería indefinido, por los constantes operativos militares.

Lea también: Santos fija plazo de cuatro meses a los diálogos de paz con las Farc

Y si por el lado de la subversión quedó algo de confusión en el ambiente, lo mismo  ocurrió en las huestes oficiales. Como se sabe, el comunicado conjunto dice que el Gobierno, desde el 20 de julio, “pondrá en marcha un proceso de desescalamiento de las acciones militares, en correspondencia con la suspensión de acciones ofensivas por parte de las Farc-EP”.

Pero luego se conocieron dos declaraciones de De la Calle en las que hizo precisiones sobre el tema. “No hay que confundir las posibles decisiones sobre desescalamiento, que se tomarán para aliviar el sufrimiento de los colombianos, con las condiciones de un cese de fuego y hostilidades definitivo, el cual solo podría ser aplicado con verificación, en un marco de seriedad y de garantías para todos los colombianos”, dijo en la primera, mientras que en la segunda ratificó el compromiso asumido por el Gobierno para “poner en marcha medidas de desescalamiento”, pero luego anotó que “la naturaleza de estas medidas aún no ha sido definida”.

Y aunque el vocero oficial ratificó que “no vamos simplemente a paralizar la acción de la Fuerza Pública por la simple ilusión, que puede resultar frustrada, de lograr un Acuerdo”, diversos sectores dieron por hecho que la tregua de las Farc irá más allá de un mes y de que el Gobierno ya le dijo sí al cese bilateral.

Es así como el director del Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos, Jorge Restrepo, conceptuó que es una buena decisión y que lo más probable es que la guerrilla cumpla, ya que con el reciente escalamiento del conflicto demostraron que no están fortalecidas y que no pueden sostener una guerra prolongada con las Fuerzas Militares. “Además, está la cercanía de las elecciones y creo que las Farc tengan interés de prolongar ese cese al fuego unilateral durante la   campaña que ya empezó a nivel territorial, en el sentido de permitir la entrada de aquellos partidos políticos que son más cercanos a la negociación”.

Por el contrario,  la exministra de Defensa  Martha Lucía Ramírez indicó que el acuerdo de ayer demuestra que la guerrilla es la que está poniendo las reglas, cuando debería ser el Gobierno quien lleve la dinámica del proceso. 

“Nadie puede pedirle a la Fuerza Pública que deje de cumplir su misión constitucional y legal. Dejar de combatir, bajar gradualmente los ataques a las Farc supondría que se culminó previamente una negociación para que ellos dejen y entreguen las armas, pero este no es el momento, me parece grave que se pida a los militares dejar de cumplir su misión”, dijo.

A su vez,  el general (r) Luis Mendieta, secuestrado  en 1998, dijo que aunque el panorama parece esperanzador, no hay que olvidar que la guerrilla ha manejado un doble discurso porque “por un lado nos hablan de paz, pero en la realidad no lo cumplen, como cuando anunciaron el cese en diciembre y siguieron cometiendo acciones terroristas”.

“La responsabilidad es enteramente del Presidente, él sabe que se han cometido varios errores, pero también sabrá hasta dónde pueda llegar. Las fallas en materia de desescalamiento han sido varias y por eso la simpatía del país frente a lo que se está negociando se redujo en un 80%, pero él sabe por qué toma esta decisión”, precisó.

Sí servirá para acelerar la firma

Tras  los anuncios del domingo desde La Habana crece la expectativa sobre cómo se van a dirimir las diferencias en materia de víctimas y justicia transicional.

Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, opina que lo referente  a  reparación “ya está muy cocinado por el tiempo que llevan discutiendo y podría producir un anuncio concreto en esta misma semana”.

Sobre justicia transicional  será crucial la participación de la canciller María Ángela Holguín, ya que tendrá la tarea de abonar el terreno en la comunidad internacional para que avale el modelo que sobre el tema construirá la mesa.

De la nueva metodología, Jorge Restrepo, del Cerac, indica que  gesta la conformación del mecanismo de verificación y monitoreo de las actividades de las partes en  un eventual cese bilateral definitivo. “Un mecanismo que además va a estar codirigido con  participación de ONU, que cuenta con experiencia en el mantenimiento de la paz, y por Unasur, que si bien no tiene experiencia sí es la representante idónea de dos gobiernos latinoamericanos que cuentan con experiencia en ese terreno: Chile y Brasil”.

De igual forma, los expertos coinciden en que el cambio en los ciclos de negociación, que ahora serán de carácter continuo, permitirá un estudio a fondo de los puntos restantes y agilidad a la hora de concretar nuevos acuerdos.

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