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Participación de la sociedad, el primer interrogante en diálogo con ELN

Lograr un consenso entre las iniciativas de los civiles y trasladarlas a un acuerdo final, el obstáculo principal, dicen los analistas. Retos de esta conversación.

30 de octubre de 2016 Por: Redacción de El País

Lograr un consenso entre las iniciativas de los civiles y trasladarlas a un acuerdo final, el obstáculo principal, dicen los analistas. Retos de esta conversación.

El primer punto que se discutirá en la mesa de negociación entre el Gobierno y el Ejército de Liberación Nacional, ELN, es el de la participación de la sociedad en la construcción de paz. Lea también: "Hasta que no vea a Odín Sánchez sano no habrá reunión con ELN", reitera Santos

 Este punto es el que más dificultad puede causar en la negociación, dado que la guerrilla aún no ha explicado cuál será el papel que tendrán estas personas en la negociación.

El subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, Ariel Ávila, indicó que las delegaciones tienen que despejar las dudas sobre las funciones de la población en este diálogo.

“Con el ELN todos los puntos van a ser álgidos, el primer dilema es el tema de la participación social. ¿Cuál será el modelo? Eso es lo que no está claro. Por ejemplo, ‘Pablo Beltrán’ dice que tienen que participar los que nunca han tenido voz. Estamos de acuerdo, pero también se tienen que escuchar en la negociación a los gremios, para que haya un impacto”, señaló.

Hasta el momento, se ha conocido que la sociedad civil hará “iniciativas y propuestas” para alcanzar un proceso viable y que tendrán participación en la agenda, en los diferentes temas.

Según explicaron los negociadores, la participación de estas personas se hace como parte de “un ejercicio dinámico y activo, incluyente y pluralista, que permite construir una visión común de paz que propicie las transformaciones para la Nación y las regiones”.

 Ante esto, Ávila dice que, además de este punto, se tiene que empezar a aclarar cuál será el proceso de elección de estas personas. “No se sabe aún cuáles serán los temas que más dificultades van a generar en la mesa; y antes sí tienen que aclarar puntos como la participación de la sociedad civil, quiénes son, cómo van a participar, cómo los van a elegir. También hay que aclarar el punto sobre la implementación del acuerdo, pero es un proceso que está abierto. Soy optimista, aunque hay que decir que no va a ser una conversación sencilla. Hay que esperar que inicien los diálogos, para ver cuáles son las dificultades”, explicó. Para el general en retiro, Jaime Ruiz, presidente de la Asociación Colombiana de Oficiales en Retiro, Acore, el obstáculo en esta negociación no es solo uno.  “Estas conversaciones pueden tener muchos problemas y ELN nos lo ha venido demostrando de tiempo atrás. Desde hace muchos años se ha tratado de negociar con ellos y todo ha sido un fracaso. La forma y el estilo que utilizan es evasivo”, comenta. Agrega que  la agenda planteada es confusa, no es precisa y se dificulta aún más su estudio porque está atravesada por la participación de la sociedad, que busca “extender y extender el diálogo”. Precisamente, a Camilo González Posso, director del Instituto de Ideas Para la Paz, Indepaz, le preocupa la manera cómo se van a tomar las decisiones: “¿La opinión de la sociedad será participativa o consultiva. Ya se establecieron los mecanismos para definir esa dinámica?”, se pregunta el también exministro. ¿Una guerrilla fragmentada? Actualmente se calcula que el ELN está integrado por unos 1500 hombres armados, los cuales se concentran en seis frentes, que reciben órdenes de la Dirección Nacional de esa guerrilla, dependencia que está integrada por doce personas. El Comando Central (Coce) es la mayor autoridad. Igualmente, las autoridades han establecido la presencia de células urbanas de esa organización subversiva, por lo que desde varios sectores se ha dicho que  está “fragmentada” y que no se conoce la posición de la totalidad del Coce con respecto a la negociación. Por el momento, los dos integrantes del Comando Central que estarían presentes en los diálogos públicos  con el Gobierno Nacional son Herlington Chamorro, alias Antonio García, e Israel Ramírez, alias Pablo Beltrán.  Aún no se conoce si a la negociación se unirá el máximo cabecilla de ese grupo armado al margen de la ley: Nicolás Rodríguez, alias Gabino, y los dos integrantes restantes del Coce: Rafael Sierra Granados, alias Ramiro Vargas’ y Gustavo Aníbal Giraldo, alias Pablito. Para el subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, el ELN no estaría fragmentado, sino que esa guerrilla tiene una dinámica diferente a la de las Farc, por lo que en este grupo las decisiones no se imponen a la fuerza. “El ELN  es mucho más federal, busca consensos y no órdenes, lo cual no significa que estén divididos; lo que pasa es que la toma de decisiones es más compleja. Yo creo que el ELN llega unido al proceso de paz, pero lo que no hay que hacer es compararlos con las Farc”, explicó Ávila. Pero el general Ruiz dice que sí hay una dispersión: “¿Por qué no se han entregado a los secuestrados? Como no hay unidad de mando es evidente que el señor ‘Pablo Beltrán, no tiene plena autoridad y lo están demostrando  las bases de la organización que no han entregado ni siquiera a Odín Sánchez”. Explica que la dispersión en el grupo obedece a que el ELN maneja el negocio lucrativo de la minería ilegal y el narcotráfico. “El tal ‘Pablito’ (de quien dice estaba en desacuerdo con los diálogos de paz) está en la zona Sur del país  y maneja su negocio del narcotráfico a la perfección porque  ya tiene un corredor con complicidad de las autoridades venezolanas”. Así mismo,  dice que hay que reconocer la tenacidad y el esfuerzo constante del presidente Juan Manuel Santos por lograr la paz en el país porque todos los recursos del Gobierno los ha invertido en este propósito, pero admite que los resultados no son los que el país esperaba.  El tema ambiental El pasado 26 agosto, la Fiscalía General de la Nación dio inicio a la imputación de cargos contra los cinco integrantes del Comando Central del ELN por la afectación al sistema petrolero del país en el período comprendido entre 2008 y 2016. Aunque el ente investigador responsabiliza a esa guerrilla de 1137 atentados, esta imputación es adelantada por 136 hechos ocurridos durante los últimos ochos años, que se verían traducidos en el derramamiento de más de tres millones de barriles de petróleo, lo cual ha representado pérdidas  superiores a los $65 billones y un daño medio ambiental estimado en una cuantía superior a los $73 billones. A pesar de la participación del ELN en la afectación al medio ambiente del país, ese tema no está contemplado entre los puntos de negociación, los cuales son seis: Participación de la sociedad en la construcción de la paz; Democracia para la paz; Transformaciones para la paz; Víctimas, Fin del conflicto armado e Implementación. Pero a pesar de que el tema ambiental aún no está  incluido, Ávila dice que seguramente el ELN va a pedir negociar temas como la inversión minera. “Lo primero que hay que entender es que la mesa de las Farc y la del ELN son muy diferentes. Con este último se van a tratar temas como la inversión minera y petrolera, y lo que tiene que ver con la explotación de recursos. Creo que hay intereses diferentes. Para las Farc el tema prioritario era el de tierras, mientras que para el ELN es el minero y energético”, explicó.

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